Córdoba

Una jornada de juguetes y roscones

  • Los niños se convierten un año más en los protagonistas del Días de Reyes y ocupan plazas y calles para estrenar sus regalos. La Caña de España reparte roscón entre los viandantes.

En Ciudad Jardín, Marisa busca un establecimiento en el que comprar pilas. Es mediodía. Sus hijas llevan desde bien temprano abriendo regalos, poniendo cara de sorpresa y pensando en la bondad de los Reyes Magos, los mismos que la noche anterior recorrieron este popular barrio, al que cientos y cientos de cordobeses acudieron tras la polémica suspensión del cortejo municipal. El primer intento, fallido, ya que las baterías se han acabado en uno de los pocos supermercados de la zona que están abiertos. Muñecos, juegos, relojes... no pueden estrenarse sin ellas, así que no queda más remedio que seguir buscando. Al final, tras dos tentativas, un comercio -asiático por supuesto- le facilita lo que necesita y aligera el paso para volver a casa.

Por el camino se encuentra con vecinos y conocidos que, siguiendo la tradición, acompañan a sus hijos y nietos en el estreno de una bicicleta o de un moderno vehículo impulsado por una batería. El paseo central de Gran Vía Parque es el lugar apropiado para ello, aunque el frío no invita precisamente a pasear. Esa estampa se vivió no sólo en Ciudad Jardín, sino en muchos barrios de Córdoba, en una jornada en la que la calle la toman los niños, radiantes de felicidad en su mayoría por disfrutar de unos regalos que se han encontrado después de una larga noche. Incluso algunos abuelos bromean sobre cómo sus nietos no querían dormir porque querían saludar a Sus Majestades, mientras que otros se enzarzan en el manido debate sobre si los juguetes de antes eran mejores que los de ahora o de si hay un exceso de regalos con tablets, móviles, juegos de ordenador y un montón de herramientas tecnológicas más.

Pero el 6 de enero también es jornada de un buen desayuno, o merienda, con el tradicional roscón de Reyes, el mismo que desde hace días se vende confiterías y supermercados y que concita a grupos de amigos y familias con el suspense de quién será el afortunado que se encuentre la figurita que le obliga a pagar el del año que viene. Con el roscón como protagonista, uno de los establecimientos más conocidos de Córdoba, La caña de España, acogió ayer una degustación del tradicional roscón junto al Templo Romano. Para servir el pastel contó además con un ciudadano romano en un guiño al origen del roscón, que proviene de las saturnales romanas.

Según la gerente de La Caña de España, Maica Rivera, el establecimiento repartió 30 roscones entre los varios centenares de cordobeses que pasaron por la calle Claudio Marcelo para participar en esta jornada gastronómica celebrada en la festividad de la Epifanía. Rivera recordó que las saturnales eran las fiestas dedicadas al dios Saturno y se hacían para que el pueblo romano celebrara los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estos festejos, se elaboraban unas tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre los plebeyos y esclavos.

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