Celebración de la epifanía

Ambrosio insiste en la falta de seguridad y defiende la suspensión de la Cabalgata

  • El PSOE explica que había previsión de lluvia a las 19:00 y por eso formó el cortejo a la hora prevista.

Tras la gran decepción vivida el pasado martes en El Arenal por la suspensión de la Cabalgata, la alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, decidió salir ayer a dar explicaciones. Acompañada por el presidente de la Federación de Peñas cordobesas, Alfonso Morales -que coorganiza el evento-, y la delegada de Promoción de la Ciudad, Carmen González, la regidora justificó la cancelación del cortejo por falta de seguridad. Según reconoció Ambrosio, no era una decisión fácil de tomar, pero "estoy tranquila y confiada" por los peligros que hubiera entrañado sacar las carrozas a la calle después de mojarse bajo la lluvia.

La alcaldesa explicó que, salvo una, todas las carrozas tenían graves daños a raíz del fuerte viento y de la lluvia, unido todo ello a que incorporaban circuitos eléctricos que podrían haber implicado un peligro para los participantes.

"A nadie le agrada tomar una decisión de ese tipo y prefiero dar explicaciones antes que tener que lamentarnos", resaltó Ambrosio, pero apuntó que lo fundamental era salvaguardar la seguridad de los más pequeños, por lo que al final se tomó la decisión más complicada.

Por su parte, la delegada de Promoción de la Ciudad, ante las preguntas de los periodistas de por qué se sacaron las carrozas cuando ya llovía, quiso aclarar el asunto. Según González, el tiempo que se tardó en organizar todo el cortejo rondó los 60 minutos. Cuando comenzaron a sacarse las primeras carrozas, añadió, eran las 15:45 y aún no llovía. Las previsiones meteorológicas que la organización barajaba apuntaban a lluvias en torno a las 19:00 pero nunca de la manera torrencial en que lo hizo. La responsable municipal comentó que si la lluvia y el temporal hubiera tenido lugar a lo largo del recorrido, los edificios de alrededor podrían haber menguado los efectos. Pero el hecho de que se encontraran en medio de la zona de El Arenal no ayudó porque no había donde resguardarse con tiempo de que las carrozas no quedaran tan dañadas como al final sucedió. "Se adelantó la lluvia y nos pilló en un sitio sin refugio", recalcó González. "Si la previsión nos hubiera dicho que la lluvia llegaba a las 17:00, no la sacamos", añadió.

Las previsiones que llegaban hasta la organización sobre el tiempo que tendría lugar a lo largo de la Cabalgata procedían del Aeropuerto de Sevilla. Desde allí se les comunicó también, una vez habían dado media vuelta y cancelado el recorrido, que podría volver a llover y que las condiciones que se sucederían no podían confirmarse óptimas. "No podíamos esperar y volver a sacarlas", aseguró González, ya que algunas de ellas alcanzaban hasta los 18 metros. Una vez obtenida esta información, la decisión final quedaba en manos del Ayuntamiento, pero una vez los técnicos que habían participado en la construcción de las carrozas explicaron que en esas condiciones no se garantizaba la seguridad, tuvieron que suspenderla para evitar un mal mayor. Uno de esos técnicos, manifestó González, llegó incluso a decir que "él no se responsabilizaba ni garantizaba la viabilidad", por lo que haber montado allí a los niños "haría sido una inconsciencia".

Lo cierto es que con justificación o no, lo que predominó en toda la ciudad era la decepción. Ello llevo a que el Partido Popular lanzara sus críticas contra el cogobierno y a través de su viceportavoz en el Consistorio, Salvador Fuentes, acusaron a Ambrosio y compañía de "falta de capacidad" y de no estar preparados para situaciones como la vivida en El Arenal. Dichos comentarios, denunció la alcaldesa, "son duros e impropios" y volvió a incidir en que la seguridad "está por encima de cualquier otro asunto". Por ello, Ambrosio pidió a todos los partidos, no sólo al PP, que tuvieran "altura de miras" y se comprometió a responder cuantas preguntas se le hagan, ya sea en un Pleno o en cualquier otro sitio.

Por su parte, el presidente de las Peñas se puso de parte del gobierno municipal y alabó la decisión de la regidora sobre la que además dijo que era "la que peor está de todos nosotros".

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