Circular por el Centro siempre ha sido una odisea. En ocasiones, para los que no están acostumbrados, se torna en un laberinto de asfalto en el que dar vueltas y pasar siempre por el mismo semáforo y la misma señal de tráfico. La paulatina peatonalización que han ido llevando a cabo los distintos gobiernos municipales ha reducido, y mucho, las opciones de calles por las que poder conducir, aunque hasta hace pocos meses, finales de septiembre para ser exactos, la cosa estaba más o menos clara. La alternativa para poder salir de la zona Centro era la Plaza de Colón. Las calles Carbonell y Morand, Plaza Cardenal Toledo, Ramírez de las Casas Deza y Conde de Torres Cabrera eran las vías clave para abandonar el Centro, pero hace unos meses arrancó su reforma y el tráfico se convirtió en un caos.

Ayer, parecía que todo volvía a la normalidad. Estas tres calles no dieron problema alguno y la reestructuración, una vez más, del tráfico parecía recuperar la calma perdida durante la época de calor. No pasó lo mismo con la calle Caño. La vía, a la que se accede desde la avenida Ronda de los Tejares, también entraba dentro de las distintas reformas previstas por el Ayuntamiento, lo que también ha conllevado la pérdida significativa de varias plazas de aparcamiento. A media mañana, un camión de recogida de escombros se estableció en mitad de la calle y formó colas de varios coches que se extrañaban dado que la apertura ya estaba anunciada. Casi media hora de retraso supuso este incidente que obligó a muchos conductores a tomar la opción de la calle Manuel María de Arjona si no querían retrasar su llegada.

Otro de los puntos de conflicto fue el acceso a la calle de la Feria. Durante las reformas, y debido a la falta de salidas, esta vía que normalmente está restringida a los vehículos particulares paralizó su vigilancia para permitir el paso de todos los coches. Ayer, grandes carteles avisaban de que las cámaras de vigilancias volvían a estar activas, por lo que algún que otro despistado tuvo que tomar la alternativa de la calle Claudio Marcelo e ir hacía Colón, otra vez. Las idas y venidas del tráfico en esta zona alientan a muchos a tirar de bici y transporte público, lógico.