Mucho se habla de que el grifo crediticio de las entidades bancarias ha comenzado a abrirse lentamente, pero lo cierto es que Córdoba las cifras lo desmienten de forma contumaz. Así se refleja al menos en los datos del Banco de España, que en su último balance semestral muestra que el volumen de créditos bancarios vigentes en Córdoba es más bajo que el de los años precedentes, lo que significa que se van cancelando y reduciendo préstamos a un ritmo mayor que el que se registra en las concesiones. En total, ahora mismo los cordobeses deben 14.012 millones de euros, mientras que en 2007, antes de que España entera crujiese con la afloración de la crisis económica, debían 23.310, lo que supone una importante caída que roza el 40%. De forma positiva este dato se puede entender como que los ciudadanos deben menos a los bancos y tienen una situación más saneada, pero otra lectura menos simplista conduce a pensar que las angustias para conseguir créditos se mantienen tal cual para las familias y para las empresas. Con estas cifras complejo resulta pensar que la economía cordobesa se relanza, pues difícilmente conseguirá aumentar el dinamismo empresarial si el acceso a la financiación sigue restringido por la actitud conservadora de los bancos y cajas, que mantienen estrictas normas de acceso que muy poca gente puede cumplir.

El volumen de los créditos concedidos también permite ver la posición que Córdoba ocupa en el conjunto andaluz. La provincia se sitúa así en el tercer lugar por la cola en cuanto a préstamos, tan sólo superada por las provincias de Huelva y Jaén, bastante lejos de Cádiz, Almería y Granada y muy distante de los principales polos económicos de la comunidad, Sevilla y Málaga. Ya en otras ocasiones, al saberse los datos del Banco de España, economistas cordobeses han alertado de que esta caída constante del crédito es preocupante y demuestra que la provincia se encuentra ahora mismo sumida en una profunda crisis económica de la que difícilmente podrá salir si no existe apoyo de los bancos hacia las actividades empresariales que los emprendedores plantean. Desde la Confederación de Empresarios, su presidente, Luis Carreto, también ha aprovechado en ocasiones su discurso anual en la asamblea para dar cuenta de las dificultades que está encontrando los industriales y comerciantes cordobeses a la hora de conseguir liquidez en el mercado.

La balanza entre lo que los cordobeses deben a los bancos y lo que los fondos tienen depositado en ellos se mantiene asimismo, como es habitual en las provincias andaluzas, inclinado hacia el lado de los préstamos; es decir, que lo que debe es más de lo que se dispone. Los depósitos muestran en ese sentido un ralentizado descenso desde el comienzo de la crisis, lo que demuestra que muchas familias, debido a los problemas económicos, han tenido que tirar de sus ahorros para poder afrontar la situación. La caída, en cualquier caso, es más moderada que en el tema de los créditos, pues se ha pasado de 12.260 millones de euros depositados a finales de diciembre de 2007 a los 11.526 que existen en la actualidad. El descenso en este caso se sitúa en un 6%.

Los especialistas consideran que 2016 puede ser un año clave para la recuperación de los niveles de crédito, pues ahora mismo en las entidades existe liquidez suficiente como para correr riesgos asumibles. El problema es que las garantías que ofrecen los perceptores no son las mismas que hace unos años y eso provoca que las entidades se muestren remisas a salir de su zona de seguridad.