Política | El candidato a la presidencia del gobierno en Córdoba

Sánchez recuerda que "lo que tocaba" el día 16 era un minuto de silencio por París

  • El secretario general del PSOE señala que la Mezquita estaría "mejor cuidada" desde el paraguas de la gestión pública

A buen entendedor.... El secretario general del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, entró ayer de lleno en el asunto del polémico minuto de silencio que se vivió a las puertas del Ayuntamiento de Córdoba el pasado día 16 de noviembre, cuando a instancias de una edil de Ganemos Córdoba al reconocimiento a las víctimas de los atentados yihadistas de París siguió otro por las víctimas de los bombardeos en Siria, una iniciativa improvisada a la que se sumó la propia alcaldesa de la ciudad, la socialista Isabel Ambrosio. Sin citarla expresamente y sin querer abrir más debate sobre el asunto, Sánchez lanzó un claro mensaje a la regidora en el sentido de que "lo que tocaba" ese día era reconocer a quienes habían muerto tras las explosiones en la capital gala y no otra cosa.

Así, el dirigente apuntó que "lo que ocurrió en Francia lo describe todo" y otra muestra de lo que supone esta situación es que la capital europea, "Bruselas, lleva cerrada tres días para sus ciudadanos", es decir, esto supone "un desafío tremendo ante el que no caben frivolidades", aunque dicho minuto de silencio no lo fuera, pero, "ese día tocaba concentrarse en honor de las víctimas de París", porque "es un desafío global que nos afecta a todos, y los demócratas debemos estar unidos", informó Europa Press. Esta postura coincide con lo mostrado a nivel interno por algunos destacados dirigentes del PSOE andaluz y cordobés, que no acaban de encajar la postura del grupo municipal socialista en Capitulares y de la alcaldesa respecto a ese del minuto de silencio.

Apuntó que "el desafío contra el terrorismo del Daesh es en un 80%, sobre todo, una lucha de inteligencia", de modo que "hay que caminar hacia una Agencia Europea de Inteligencia", que definió como "una suerte de FBI europeo", a la que habrá que sumar "la cooperación judicial y policial", y "abrir un diálogo para, desde la política, poner fin a la guerra civil en Siria", cortando también "el grifo de la financiación y del tráfico de armas al Daesh". Este, según resaltó, "es un combate que deben liderar los servicios de inteligencia" y fortalecer las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE), pero manteniendo la cooperación al desarrollo, pues con todo ello se combate al terrorismo, respecto al que "no hay espacio para ideología ni religión, solo es barbarie". Por eso, "hay que separar el islam y el terrorismo del Daesh, que atenta sin distinción alguna".

Sánchez participó ayer en un desayuno informativo en Córdoba, visitó además las instalaciones del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (Imibic) y terminó su visita en un acto con vecinos del Barrio Guadalquivir. El candidato habló además de otros asuntos de la ciudad, como es el caso de la gestión de la Mezquita-Catedral del Córdoba, en el que coincidió con la postura de la Junta de Andalucía de abogar por un gestión pública. Por ello, defendió el argumento de Susana Díaz y de su partido de que la Mezquita-Catedral de Córdoba estará "mejor cuidada y mimada" bajo el paraguas público, aunque respetando el culto católico en el templo. También prometió evitar que Córdoba siga siendo "el farolillo rojo" de las inversiones del Estado.

Ya en clave electoral, Pedro Sánchez precisó que "si Mariano Rajoy gana por un voto las elecciones al PSOE no habrá cambio" y será el PP el que gobierne, pues, además, "si se suma Rajoy a Rivera, es evidente de que no habrá cambio", porque, en ese caso, también "seguirá Rajoy al frente del Gobierno" de la Nación. En este sentido, Sánchez cree que su partido es "el único que garantiza el cambio en España" y será "en las políticas, y no en las siglas" donde el PSOE pueda entenderse con otros.

A este respecto, argumentó que, si mira "a la izquierda", hacia Podemos, tiene que tener en cuenta que "Pablo Iglesias dice cosas muy curiosas", como que a él le "gustaría contar con los votos del PSOE" para ser elegido presidente del Gobierno, "pero va a ser que no, en el caso de que el PSOE necesite los votos de Podemos". Ello significa realmente, según ha subrayado Sánchez, "que, con tal de que no gobierne el PSOE", Pablo Iglesias "está dispuesto a que gobierne el PP", lo que llevó al líder de los socialistas a dirigirse a "los votantes de izquierdas que están ahora mismo en Podemos", para aclararles que "la única formación política que puede ganar al PP es el PSOE y que, por tanto, hay que concentrar todo el voto del cambio" en éste último partido.

Sánchez aseguró que el PSOE cuenta con "grandes jugadores" en su equipo, como la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz y que lo que plantea Pablo Iglesias es "una relación político-afectiva bastante complicada", pues dice: "ámame tu a mí, que yo me amaré a mi mismo también".

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