Córdoba

Todos con Pedro

  • Sánchez participa en los actos de la Fundación Guadalquivir Futuro

Si el PSOE quiere palpar el estado de ánimo de sus bases de cara a las elecciones, el resultado es positivo a tenor de lo visto ayer por el propio secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en su visita a un centro social del Barrio de Guadalquivir, un acto organizado por la Fundación Guadalquivir Futuro para conmemorar su décimo aniversario y en el que, pese a las dificultades por las que atraviesa esta zona de Córdoba, las más de 200 personas asistentes dejaron claro que no entienden de fisuras ni de rencillas internas cuando se trata de arropar al PSOE.

Aunque el protagonista era sin duda Sánchez, su partido no necesitó de líderes ni locales ni regionales para reivindicar que, para ellos, la del PSOE es la opción más seguro de cara al 20 de diciembre. Se bastó sola una mujer, presidenta de la Fundación Guadalquivir Futuro, de nombre María de los Ángeles Muñoz para más señas, para desde el movimiento vecinal del barrio ensalzar a los socialistas y provocar el aplauso entusiasmado a la causa. El centro social en cuestión no era ayer la casa de Bertín Osborne, pero a buen seguro que Pedro Sánchez se pudo sentir como si estuviera en un mano a mano en la cocina con el jerezano.

Desde un hora antes de que comenzara el acto, los asistentes ocupaban disciplinados sus asientos y sólo unos pocos curiosos ansiosos por una foto con el líder del PSOE entraban y salían de la sala, aunque conscientes de que "verás como ahora los medios nos van a tapar", comentaba una mujer sin perder el buen humor.

Sólo los numerosos cargos públicos socialistas de la provincia -que ayer dejaron sus quehaceres por un rato para arropar a su secretario general- esperaban en la puerta a Pedro Sánchez. Concejales, delegados de la Junta, gerentes de empresas, miembros de la dirección provincial, exalcaldes y demás querían acompañarle en su entrada triunfal al centro social. El secretario general llegó con gesto serio, que no disgustado, y con una educación exquisita fue saludando a quienes se le acercaban, incluso a los que no, de tal forma que hasta algún informador despistado recibió un apretón de manos del candidato a la presidencia del Gobierno al confundirlo con un correligionario suyo. Eso sí, antes recibió un peculiar presente, una caja de mantecados de Rute que había preparado el presidente de la Diputación y alcalde de la localidad ruteña, Antonio Ruiz, quien aprovechó para hacer patria. Pero anécdotas aparte, Sánchez transmitió cercanía ante un público tan entregado y atento que ni siquiera se vio obligado a levantar la voz y buscar el aplauso placentero de un mitin al uso.

No se escuchó un ruido, ni un murmullo durante su corta intervención, en la que no vino a decir nada nuevo, pero en la que reivindicó una especial atención a las personas más necesitadas, a barrios como el Guadalquivir. Así, anunció que si es elegido presidente del Gobierno impulsará un "ingreso mínimo vital" para atender a las 700.000 familias sin recursos y poder erradicar la pobreza infantil, así como la acreditación profesional para los miles de jóvenes que "durante la burbuja inmobiliaria dejaron los estudios para trabajar en la construcción" y que después se han quedado en el desempleo. Concluyó su discurso con un mensaje de complicidad con los vecinos, a los que dijo que tendrán en él "un aliado", a lo que el público respondió con un sonoro aplauso, algún ¡olé! y varios ¡guapo, guapo! de las más osadas.

Pero fue la anfitriona del acto, María de los Ángeles Muñoz, la que más cerró filas con la causa socialista. Destacó la labor de la fundación en el barrio y el apoyo de otra fundación -la de Cajasur- y la de su máximo responsable, Ángel Cañadilla. A partir de ahí, a Muñoz no le dolieron prendas en defender a que "gracias a que ha llegado el PSOE al Ayuntamiento de Córdoba" se han podido realizar distintas actuaciones en la zona, como la conclusión (o casi) del Urban Sur, por lo que agradeció le gesto a la alcaldesa, Isabel Ambrosio, al igual que al presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, por impulsar este edificio, a Rafaela Crespín como delegada del Gobierno, al secretario general de los socialistas cordobeses, Juan Pablo Durán, "por ser mi muro de las lamentaciones", a Inmaculada Durán por su apoyo diario y constante y hasta Rosa Aguilar se llevó algún halago de su etapa como alcaldesa (cuando era de IU).

Como buen acto de partido, faltaba la crítica al adversario y ahí Muñoz fue muy clara al decir que "con José Antonio como alcalde y con el PP" ese centro social estaba cerrado "y no nos dejaban entrar", todo ello mientras que los asistentes aplaudían con pasión. No hacía falta más y la presidenta de la Fundación Guadalquivir Futuro cerró casi de golpe su intervención para decir algo así como "ya nada más, Pedro, te agradezco tu asistencia mucho, mucho", así que, al estrado. El trabajo ya estaba hecho y los socialistas "de militancia y de corazón", como los llamó Sánchez, movilizados.

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