Córdoba

Una constelación de chefs

  • Seis cocineros con estrella Michelin preparan sus creaciones en el Real Círculo de la Amistad dentro del Califato Gourmet

Entre todos suman siete estrellas Michelín y otros galardones internacionales de la gastronomía. Además de chefs y ejemplo de la alta cocina, Andoni Luis Aduriz, Yayo Daporta, Kisko García, Ignacio Echapresto, Fernando Canales, Jesús Sánchez presumen de ser amigos, conocerse y aprovechar eventos como el Córdoba Califato Gourmet para compartir algún que otro secreto culinario y, sobre todo, "salir de la rutina", según confiesa Daporta. Todos estos cocineros han participado en la cita gastronómica y ayer tuvieron tiempo para dar su visión sobre el evento, ofrecer una tapa degustación al mediodía, una cena nocturna con la que sorprendieron a los asistentes, reivindicar el poder de la gastronomía y el valor de la mezcla cultural que tiene la cocina de Córdoba y, además, hacer alguna que otra confesión en público. Entre ellos, el televisivo Daporta, quien quiso soltar lastre acerca de la imagen de estrellas que, a su juicio, ahora proyectan los chefs. Para este cocinero gallego, esa es "una imagen distorsionada porque en las cocinas hay mucho trabajo". Por cierto, que el chef presentó como tapa en la cita una mousse de coliflor con reducción de café y berberechos.

Otra de las confesiones llegó de la mano del chef bilbaíno Fernando Canales, quien en su intervención recordó que hizo su viaje de novios a Córdoba hace ahora 17 años, "cuando lo normal era irse a Nueva York". Pasado todo este tiempo de aquella primera impresión, Canales ha vuelto a Córdoba y asegura que la ciudad "va a ser un referente por las cosas nuevas, la creatividad y la ilusión". Córdoba, continuó, "tiene una mescolanza de culturas, de la gente que ha vivido aquí". A su juicio, "Córdoba era la Nueva York actual en el siglo X" e incidió en que dentro de Andalucía ve a Córdoba "como la ciudad con mayores posibilidades de ser la ciudad más innovadora gastronómicamente". Su propuesta como tapa, por cierto, fue txitarro con gel de pollo asado y sumac.

Otro de los asistentes a esta cita de alta cocina fue Jesús Sánchez, chef del restaurante Cenador de Amós (Cantabria), quien también aludió al espíritu de compañerismo que se vive en este tipo de muestras. "Valoro la posibilidad de poder estar con mis compañeros, que si no es por eventos como estos, no tenemos la oportunidad de compartir juntos estas experiencias gastronómicas de celebración porque al final la cocina es eso, lo que va de la cocina al salón es una celebración". También él alabó las bondades de Córdoba, una ciudad que "me ha fascinado, por su identidad gastronómica, y además auguro una mayor presencia de la que ya tiene en el panorama de la cocina mundial". Como propuesta de tapa, Sánchez presentó lomo de jurel con salmorejo de pimiento y adobo.

Quien hizo una lectura más a largo plazo y acerca de las perspectivas de futuro que puede suponer hacer una apuesta clara por el turismo gastronómico en Córdoba fue el chef Andoni Luis Aduriz, del restaurante Mugaritz. Con dos estrellas Michelín, el cocinero puso como ejemplo Perú, que el año pasado recibió 3,8 millones de turistas gracias a la promoción de su gastronomía. "Hay que saber que la gente viaja para consumir experiencias, cosas que aporten valor añadido y Córdoba lo tiene todo", consideró, y añadió que "es importante que se conozca la cocina cordobesa porque hoy sabemos que uno de los principales motivos por los que se desplaza la gente es por la comida, y eventos como este ayudan a darla a conocer a todo el mundo". Por cierto, su tapa al mediodía fue una tosta rústica de panceta fresca con el verdor de hojas carnosas.

Fiambre de ternera ahumada fue la tapa que presentó Ignacio Echapresto, para quien su participación en la cita "nos permite compartir momentos únicos a todos los que estamos aquí, que somos amigos".

Junto a estas tapas, los asistentes a la cita del mediodía también pudieron degustar las que ganaron el concurso del Califato Gourmet del año pasado: mazamorra de almendras de Balcón del Adarve, de Priego de Córdoba; mazamorra de queso de Zuheros con gelatina de Pedro Ximénez, de La Caña D'España; salmorejo Nikkei, de La Salmoreteca; braseado de lomo de ciervo marinado sobre rústico, pimientos asados, boletus y aceitunas del restaurante La Siesta; higaditos de pollo con espuma de patata del restaurante Tellus; y ostra alcalina y salmorejo de remolacha de Mercado Victoria. Entre todos los asistentes a esta comida de auténtico lujo a base de tapas no faltó la alcaldesa, Isabel Ambrosio, quien dio buena cuenta de las piezas gastronómicas creadas para la ocasión.

El último bocado que trajo el Califato Gourmet llegó por la noche. En este caso, el aperitivo vino de la mano de Celia Jiménez, quien reconoció aunque ha trabajo muchos años fuera de Córdoba "siempre he reconocido que aunque en Andalucía se come muy bien, en Córdoba es donde mejor se come". No obstante, consideró que hacen falta este tipo de eventos para que se conozca el trabajo de los restaurantes cordobeses. Y si Celia Jiménez puso el aperitivo, el pan llegó de la mano del cordobés José Roldán, mientras que los seis platos que, a buen seguro, deleitaron a los asistentes fueron obra de los chefs Andoni Luis Aduriz, Kisko García y Jesús Sánchez.

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