Progresividad y que si hay que subir precios lo asuman quienes más tienen. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Córdoba comienza ya a darle forma a unas ordenanzas fiscales para 2016, "que no se van a incrementar con respecto a las de este año. No va a haber ninguna bajada, pero tampoco habrá ninguna subida, porque no queremos agravar la situación de la ciudadanía cordobesa", según indicó ayer la teniente de alcalde de Hacienda, Alba Doblas. "Las líneas maestras de dichas ordenanzas pasan por no incrementar la fiscalidad durante el año que viene y por mantener los ingresos municipales como condición imprescindible para hacer frente a los servicios prestados a los cordobeses desde su Ayuntamiento, así como la inversión precisa para seguir transformando la ciudad", avanzó la responsable municipal de Hacienda, tras la reunión mantenida por el equipo de gobierno para diseñar la ordenanzas.

Doblas puntualizó que se trata de no reducir ingresos, "por lo que en principio no habrá ninguna bajada pero tampoco habrá ninguna subida, porque tampoco se pretende agravar la situación de la ciudadanía cordobesa". Insistió en que "precisamente por ello", se contemplan bonificaciones para aquellos sectores sociales más desfavorecidos por la crisis, "de forma que podamos trabajar en esa progresividad fiscal, que en principio está muy acotada por la legislación vigente, pero que con adecuadas bonificaciones y adecuados gravámenes para aquellos sectores que pueden pagar más, podamos seguir atendiendo las necesidades de los más desfavorecidos".

También habló al respecto el teniente de alcalde de Presidencia, David Luque, quien insistió en que estas ordenanzas pretenden igualmente favorecer las nuevas actividades económicas que se pongan en marcha en la ciudad "que igualmente serán bonificadas en sus obligaciones fiscales con el Ayuntamiento".

Luque también indicó que "en aras del diálogo con los diferentes colectivos sociales, que marca la actuación de este equipo de Gobierno", en los próximos días tendrán lugar contactos con los diferentes agentes sociales, "para exponerles las ordenanzas sobre las que se está trabajando en este momento".

Una de las medidas más controvertidas de las ordenanzas, caballo de batalla de la propia teniente de alcalde de Hacienda para "que paguen más quienes más tengan" es el recargo del 50% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los propietarios de viviendas vacías, una iniciativa para la que se han estudiado modelos diseñados para otra ciudades como Oviedo o Tarrasa. El equipo de gobierno deberá buscarle un ajuste legal para ponerla en práctica, circunstancia difícil si se tiene en cuenta que en esas otras ciudades no se ha llevado a cabo. Con esta medida, el Gobierno municipal pretende inducir a los dueños de pisos y casas desocupadas para que las pongan a disposición de las familias más necesitadas con un alquiler a precio reducido que estará gestionado por Vimcorsa.