Córdoba

La falta de agua provoca pérdidas de hasta 232 euros por hectárea a los productores de girasol

  • El precio del cultivo, según la última sesión de lonja de la Cámara de Comercio de Córdoba, es de 365 euros por tonelada

La falta de agua, fundamentalmente en la primavera, con déficit de hasta 230 litros en determinadas puntos de Córdoba frente a la media de los últimos 30 años, y las altas temperaturas acaecidas durante la mayoría del desarrollo del cultivo, están dando rendimientos medios de 700 kilos de girasol por hectárea sembrada, una cantidad muy por debajo de los de otros años, tal y como informa la organización agraria Asaja Córdoba, que insiste en que esas condiciones meteorológicas están ocasionando pérdidas medias de hasta 232 euros por hectárea a los productores.

Con una superficie estimada de 50.000 hectáreas en Córdoba, ligeramente inferior a la del año pasado pero con unos rendimientos muy bajos, los agricultores de la provincia se encuentran inmersos en plena recolección "y comprueban cómo la producción está por debajo de la esperada, aunque durante el año ya se auguraban producciones escasas. En cuanto a rendimientos medios nos encontramos en 700 kilos por hectárea de media, los más bajos si los comparamos con rendimientos históricos en Córdoba, incluso remontándonos a más de diez años", sostiene la organización agraria.

Estas producciones de 700 kilos de media por hectárea se deben a las altas temperaturas acaecidas en los últimos meses y a la escasez de lluvias. "Si comparamos las precipitaciones de esta campaña agrícola con la media de una serie de 30 años, nos encontramos con hasta 230 litros por debajo de los datos de esta media en determinados puntos de la provincia", recalcan desde Asaja Córdoba.

El precio se sitúa, según la última sesión de la lonja de la Cámara de Comercio de Córdoba, en 365 euros por tonelada, es decir 0,36 euros por kilo de girasol. Se constata una recuperación respecto a campañas anteriores por las mismas fechas, pero aún así, con los rendimientos obtenidos, no hacen nada rentable el girasol. "Prueba de ello es que a estos precios y al rendimiento medio obtenido nos situamos en 255 euros por hectárea como ingreso por venta de cosecha, mientras que los costes de producción según estudio de la Junta de Andalucía se sitúa en 487 euros por hectárea. Es decir 232 euros por hectárea de girasol sembrada es lo que el agricultor pierde este año, ni con las ayudas de la Unión Europea, quien las pueda percibir, se llega a cubrir el coste", insisten desde la organización agraria.

El desplome ha sido continuo año a año. Así, si en 2012 se llegó a pagar unos 520 euros por tonelada de pipa de girasol, en 2013 la cotización se desplomó hasta los 300 euros, una tendencia bajista con el consiguiente perjuicio para los productores, ya que el girasol es fundamental en las rotaciones de secano para la agricultura de la provincia.

La causa de esta bajada, según los propios agricultores, está en que hay una gran dispersión de la oferta en Córdoba y, por extensión, en toda España, y "apenas dos o tres operadores que, casi seguro, pactan los precios entre ellos" con lo que, una vez más, "el agricultor no recibirá la cantidad adecuada para los gastos tan tremendos que tiene el cultivo de esta oleaginosa", indicaron las mismas fuentes los productores.

Aunque esas previsiones de precios no eran, en principio, optimistas, Asaja Córdoba no esperaba durante la pasada campaña un desplome tan fuerte de las cotizaciones de esta oleaginosa que es fundamental en las rotaciones de secano en la agricultura cordobesa. Las posiciones del mercado internacional para la campaña del Mar Negro, la falta de operadores y de liquidez en los agricultores, trajeron consigo que, pese a lo deficitario del mercado nacional, las liquidaciones al agricultor fueran muy bajas, lo que, en definitiva, perjudica a un cultivo que ya llevaba acumuladas serias dificultades por falta de plantas, debido entonces al exceso de lluvia y humedad en su periodo de siembra y nascencia.

Además, los precios vienen en parte determinados por los mercados internacionales y, en concreto, por el mercado de Rotterdam, y este hecho no lo controla el agricultor. Desde la organización agraria presidida por Ignacio Fernández de Mesa ya advirtieron el pasado año de la pérdida de rentabilidad del cultivo del girasol en Córdoba por los bajos precios, en un momento en el que la tonelada de pipa estaba entorno a los 310 euros y que "dejaban a las explotaciones por debajo de los costes de producción y pueden provocar la disminución drástica de las siembras para el año próximo". Las previsiones se cumplieron, ya que el año pasado la superficie sembrada de girasol rondaba las 60.000 hectáreas en la provincia cordobesa, según datos de la PAC que fueron facilitados por la Delegación de Agricultura. Todo ello indica que el hecho de que este año ese precio sea un poco mayor no supone que no peligre la rentabilidad de este cultivo.

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