Todas las instalaciones de la Universidad de Córdoba (UCO) están cerradas desde ayer hasta el próximo 23 de agosto, con la intención de contener los cuantiosos gastos de luz y agua que acarrean durante todo el año, según informó ayer el Consejo de Gobierno. La única excepción son las oficinas del Rectorado, que permanecen abiertas todos los días laborables, en horario de 09:00 a 13:00, para los servicios de atención primaria, junto con determinados servicios de mantenimiento. En edificios como el Rectorado se evitaría el gasto de entre 20.000 y 30.000 euros solamente en electricidad. Igualmente, durante este mes quedan inhabilitados todos los plazos de los procedimientos que tengan que ser resueltos por la UCO, a excepción de las convocatorias con cargo a proyectos de investigación, que disponen de un calendario preestablecido.

No es la primera vez que la UCO lleva a cabo un cierre total de sus instalaciones para evitar aumentar el gasto del año. El cese de la actividad también se hace en los meses de diciembre y enero. En las pasadas vacaciones de Navidad, el Rectorado tuvo una actividad reducida, únicamente abierto de 07:30 a 16:00. Los días 26, 29 y 30 de diciembre y 2 y 5 de enero el edificio principal de la UCO abrió de manera exclusiva a los usuarios de registro desde las 07:30 a las 15:00, mientras que por la tarde permaneció cerrado. La primera vez que la Universidad cordobesa cerró sus edificios con el objetivo de aliviar las facturas, en 2010, el ahorro fue de unos 60.000 euros, y el año pasado se consiguieron ahorrar unos 200.000 euros durante las jornadas de vacaciones estivales.