El aceite de oliva cordobés pasa por un buen momento, tan bueno que se refleja en unos precios en origen muy cercanos a los cuatro euros por kilo del virgen extra y por encima de los tres euros y medio en lo que respecta al virgen y al lampante, según datos del Sistema de Información de Precios en Origen del Aceite de Oliva (Poolred) correspondientes a la semana del 20 al 26 de julio. Este buen momento se debe fundamentalmente a dos factores, una notable demanda del producto y la escasez de existencia en las almazaras. Hace sólo unos días, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) daba a conocer unos baremos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que informaban de que en las almazaras cordobesas sólo quedaban unas existencias de 43.522 toneladas de aceite a principios del presente mes, una cifra inferior a las existencia de inicio de campaña. Esas existencias eran  de 54.405 toneladas a 1 de octubre de 2014. Entre una cifra y otra, en las almazaras cordobesas entraron durante la campaña 163.155 toneladas producidas más 2.993 adquiridas, mientras que salieron 177.031 toneladas. 

Hay que reseñar que a nivel nacional tan sólo quedan unas existencias  225.182 toneladas, una cifra que queda también muy lejos de las 323.929 de 1 de octubre de 2014. Estas existencias totales a nivel nacional suponen una disminución del 65% respecto a la media de las cuatro campañas precedentes.

Tras una reunión de la mesa sectorial en la que participa el sector productor, transformador y envasador junto al Magrama y en la que se analizaron estos y otros datos, desde el Ministerio indicaron que se confirma mes a mes que el aceite de oliva está teniendo un buen nivel de comercialización total, con cifras similares a la media, a pesar de que la producción ha sido inferior. "Esta situación pone de manifiesto la buena capacidad del aceite de oliva para buscar los equilibrios necesarios que permitan atender la creciente demanda de este producto, con un repunte destacable en el mercado interior", relataron. "Los precios del aceite de oliva continúan teniendo un comportamiento ajustado a las leyes del mercado, sin variación de tendencia respecto a lo que ha venido sucediendo desde el inicio de la campaña", añadieron.

No obstante, el sector ha mostrado su preocupación por estos picos que pueden incluso afectar a la demanda. En declaraciones a Europa Press, el secretario general de UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, destacó positivamente que "por primera vez en 20 años los precios están por encima de los costes de producción" fijados por el Ministerio de Agricultura en 2,40 euros por kilo. No obstante, insistió en que "lo deseable" es contar con precios estables en campañas como la actual en las que la oferta ha ido "ajustada" a la demanda y en la que no se va a hacer stock de enlace de campaña. En esta línea también se pronuncia, Luis Carlos Valero, de Asaja, quien advirtió de los riesgos de que los precios se sigan disparando y acaben por "asustar" a los consumidores. "Corremos el riesgo ante lo elevado de los precios de que el consumo se desplace a otros aceites y después es muy difícil volver a recuperar lo que se pierde", dijo Valero. Tanto UPA como Asaja coincidieron en que aunque el precio esté elevado son muy pocos los que se están beneficiando de la venta a estos precios ya que las existencias actuales son muy bajas y las previsiones de cosecha para la próxima campaña apuntan, sin continúa la ausencia de precipitaciones, a una campaña corta. Precisamente, y como ya publicó este periódico respecto a la próxima campaña las elevadas temperaturas que se registran en las últimas semanas están afectando de manera negativa a cultivos tan importantes para la economía cordobesa como el del olivar. Se trata de una situación que, además, el olivar arrastra desde la pasada primavera, en la que tampoco se registraron precipitaciones y que también provocaron daños en la flor. 

Ante este hecho, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, aseguró a El Día que las altas temperaturas y "la primavera seca que hemos tenido no sientan nada bien al olivar". Fernández de Mesa reconoció que con esta situación climatológica de los últimos meses "habrá menos cosecha; eso es algo incuestionable", si bien, no pudo cuantificar la merma que se registrará una vez que comience la campaña. 

El calor también provoca daños en el crecimiento del fruto y, según el responsable de Asaja, ahora "la aceituna no está rellena de carne". Se trata de una situación que llega, además, después de la escasez de última cosecha, una de las más cortas de los últimos tiempos y que, por ello, había despertado buenas expectativas en el sector.