La línea de consenso y amabilidad que la alcaldesa, Isabel Ambrosio, marcó durante la campaña y el Pleno de investidura se mantuvo ayer en la primera sesión en la que se trataron cuestiones organizativas. Ambrosio presidió la mesa del Salón de Plenos y arrancó el encuentro con un llamamiento, otra vez, al consenso y al diálogo. "Estamos ante una nueva realidad política, hemos dado un paso más allá con la incorporación de nuevas formaciones y los ciudadanos nos exigen una sensibilidad distinta", aseguró la regidora.

En su declaración de intenciones, Ambrosio insistió en que los cordobeses "quieren que sus representantes hablen y se entiendan sin disputas", a lo que añadió que "yo voy a poner de mi parte y pido al resto de formaciones que hagan lo mismo y sea el interés general lo que centre los debates". La alcaldesa, además, abogó por "huir de la confrontación estéril" en favor del "contrate de ideas desde la elegancia". "Eso es lo que espero en estos cuatro años", concluyó Ambrosio quien quiso dejar claro desde el primer momento que su apuesta por el diálogo y las buenas formas no era solo una estrategia electoral, sino que piensa implantar este estilo en el salón de Plenos de Capitulares.

No se sabe muy bien lo que durará, pero parece que al menos en la primera sesión los capitulares le hicieron caso y el ambiente fue casi idílico con la mayoría de los puntos aprobados por unanimidad y unos debates sin una voz más alta que otra. El primer Pleno fue algo aburrido porque las cuestiones que se aprobaron eran demasiado internas, tales como la creación de las comisiones o el reparto de liberados y asesores de lo que tanto ya se ha escrito. Apenas duró algo más de una hora pero fue tiempo necesario para poder entrever algunas cuestiones. Lo primero, que el cogobierno municipal de PSOE e IU sigue empeñado en demostrar a base de pequeños gestos que ha llegado otra nueva etapa municipal como se demostró al eliminar el acceso regulado al salón de Plenos, que antes requería de una acreditación. El teniente de alcalde de Urbanismo y Turismo, Pedro García, destacó este hecho y defendió que el Ayuntamiento tenga sus puertas abiertas "para todos".

Lo segundo, que el portavoz de Ciudadanos, José Luis Vilches, promete grandes momentos. El representante del partido de Albert Rivera sorprendió en sus declaraciones previas cuando aseguró que los plenos pueden durar "ocho o diez horas y no sirven para nada". Vilches, emulando al que fuera líder de la oposición, Rafael Gómez, lamentó que las sesiones puedan suponer "una pérdida de tiempo", aunque rechazó la comparación con el empresario que a la mayoría se le vino a la cabeza.

También se ha confirmado que el concejal de UCOR, Rafael Carlos Serrano, se mantiene en el discurso de lo razonable y marca diferencias con las intervenciones de Gómez. Serrano subió de alguna manera el tono ayer y lamentó que el acuerdo de los liberados y asesores no se haya producido con el diálogo de todos los grupos sino "por imposición del equipo de gobierno". También lamentó el edil que "demos la imagen de que nos estamos peleando por ver a quién le corresponde más".

Ganemos no piensa desaprovechar su posición clave para llegar a acuerdos y el PP, por su parte, aprovechará la ocasión para recordar los logros de su gestión, como hizo ayer cuando recordó el recorte que realizaron en los gastos de personal eventual, altos cargos y concejales. La portavoz del PSOE, Carmen González, se estrenó de manera discreta aunque todo será cuestión de tiempo.

Habrá que ver si esta paz inicial se mantiene conforme avance el mandato y si los plenos son tan breves como el de ayer. Ni una ni otra cosa parecen probables.