La sede en España de la empresa Philip Morris ha desarrollado un programa anticontrabando de tabaco en ferias de Extremadura y también de Andalucía, entre las que se incluyen medidas específicas para Córdoba. De hecho, Philip Morris Spain lleva a cabo un programa de investigación para la detección de la venta ilegal de tabaco en algunas de las ferias de Sevilla, Córdoba, Algeciras, Badajoz y Cáceres.

Dicha investigación se realiza por investigadores privados y sus resultados se comparten con las fuerzas de seguridad "para contribuir a la lucha integrada contra esta lacra", según indicó la empresa tabacalera. Así, el análisis llevado a cabo en ferias en las últimas dos ediciones ha concluido que, si bien dentro de los recintos feriales los contrabandistas se mueven de manera individual, todos ellos trabajan en grupos, "llegándose a identificar hasta 40 personas de una misma red, como es el caso de la feria de Sevilla". En este sentido Philip Morris explicó que la dinámica de los contrabandistas "es clara", ya que no residen necesariamente en la ciudad en la que operan, sino que desarrollan su actividad de forma itinerante, recorriendo las distintas ferias año tras año.

Además trabajan principalmente por las noches, cuando la feria está más concurrida y se reparten por "puntos calientes" como puedan ser cruces o lugares de paso. Si que algún agente de la Policía se acerca por donde ellos se encuentran, se mezclan con los visitantes como un asistente más de la feria para pasar desapercibido. El documento desvela que también llevan consigo, de forma visible, cartones de tabaco de marcas de renombre que a menudo contienen cajetillas falsificadas o de marcas baratas conocidas como illicit whites. A todo esto se suma que venden el tabaco ilegal a un mismo precio de cinco euros, por encima de la tarifa que se encuentra en otros lugares e incluso a un precio superior del de venta legal en expendedurías. Cuando agotan el producto otros compañeros acuden a vehículos que sirven de almacenes y están situados a las afueras de los recintos feriales.

Por otra parte, la empresa Philip Morris indicó que llama la atención el caso de ferias como Cáceres, donde la presencia de redes delictivas es "muchísimo menor" por haber un estanco dentro del recinto que "desincentiva" la venta de tabaco de contrabando. "Por el contrario, en las ferias donde no hay estancos el contrabandista se aprovecha del desabastecimiento de producto legal para delinquir", ha explicado la tabacalera.

Según la responsable de Estrategias y Prevención del Comercio Ilícito en Philip Morris Spain, Yolanda Velasco, este programa de investigación forma parte de su plan de lucha anticontrabando "que apuesta por poner los recursos necesarios para conocer el modus operandi de estas redes de delincuentes" y apoyar con su colaboración "el gran trabajo liderado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para erradicar esta lacra". Además, Velasco añadió que "el compromiso de Philip Morris va más allá de las palabras", ya que "baja al terreno y pasa a la acción", abordando el fenómeno desde todos los ángulos "con iniciativas pioneras y cualitativas".