Todas las jornadas de Feria tienen algo especial, algo que las hace singulares y las diferencia del resto. Ocho días dan para mucho. Si bien el primer viernes sirve como una toma de contacto en la que disfrutar de los fuegos artificiales y el miércoles se presenta como un día perfecto para que los más pequeños puedan beneficiarse de las rebajas en los precios de las atracciones o el último sábado pone el broche de oro al Mayo cordobés, días como el de ayer, que debido a su carácter laborable cuentan con menos visitantes en El Arenal, se constituyen como una oportunidad para que algunos cordobeses puedan acudir al recinto ferial a disfrutar de la fiesta sin tener que sufrir el típico tumulto del fin de semana.

Un ejemplo de ello son las 190 personas de la Federación Provincial de Asociaciones de Discapacitados Físicos y Orgánicos de Córdoba (Fepamic) que ayer se dieron cita en la Feria para celebrar una jornada de convivencia, almorzar en la caseta de El Descendimiento y, por supuesto, pasarlo en grande entre palmas, coplas, cervezas y rebujitos. Esta es una de las "actividades estrella" que realiza el colectivo y en las que "se vuelca todo el personal", comentó el responsable de comunicación de la asociación y uno de los artífices de la iniciativa, Marcos Vázquez, quien añadió que uno de los objetivos de esta actividad, que se lleva organizando prácticamente desde que se fundó la organización, es, sobretodo, que los miembros del colectivo "lo pasen bien, se comuniquen entre ellos y disfruten", además de "visibilizarnos". "El principal problema", subrayó el director de la Unidad de Día de Fepamic, Bernardo Moreno, es que "hay gente que no tiene medios para poder desplazarse a la Feria", de hecho, para poder transportar a estas personas, tuvieron que realizar una treintena de viajes con furgonetas adaptadas de nueve plazas. Según comentaron los responsables de Fepamic, días como el martes, en los que hay menos personas en el recinto ferial, son una buena oportunidad para que estas personas con discapacidad física puedan disfrutar del día, darse un paseo por el recinto o almorzar en una de las casetas.

La Feria, por supuesto, tampoco está reñida con la edad, y si no que se lo digan a las casi 250 personas de los centros municipales de mayores que ayer se reunieron en la caseta municipal para celebrar un día de convivencia en el que tuvieron la oportunidad de almorzar juntos, dar un paseo y presenciar un concierto de coplas. La actividad, organizada por el Ayuntamiento, tiene como objetivo motivarles y abrir a este colectivo todas las actividades festivas que se celebran en la ciudad. Además, según comentó la delegada especial de Centros de Participación Activa de Personas Mayores, Blanca Córdoba, la iniciativa también es una forma de agradecer a las Juntas de Gobierno de estos centros todo "el trabajo que han hecho durante estos años".

La jornada de ayer, teniendo en cuenta que fue martes, no estuvo mal. Aunque por la mañana las calles estaban prácticamente desiertas -sobre todo la del Infierno, en la que las atracciones estuvieron totalmente cerradas-, conforme se fue acercando la hora del almuerzo comenzaron a llegar los grupos de personas y el recinto se fue animando. No faltaron las clásicas recepciones -como la del PP en la caseta de La Gaviota o la del recinto del Valle de los Pedroches-, las comidas de socios, como por ejemplo la del Círculo de la Amistad o la de la Cofradía del Salmorejo Cordobés en la caseta El Picaero, y por supuesto, tampoco faltaron a la cita los grupos de mujeres vestidas de gitana que acudieron a disfrutar del día "lejos de los maríos", tal y como afirmó un grupo de El Higuerón mientras bailaba y tocaba las palmas por la calle De Enmedio. El programa de actividades también fue más amplio durante el día de ayer. A los clásicos paseos de caballos se le sumaron varias actuaciones de academias locales de baile, como la de Paco Macía y Jorge del Pino, y diversas interpretaciones musicales. El ambiente, por lo tanto, empieza a calentarse y a prepararse para los días grandes de Feria.