Mayo festivo · Viernes de Feria

Benditos ocho días de fiesta

  • Comienza la Feria de Nuestra Señora de la Salud 2015 en un primer día marcado por la jornada de reflexión y con la intención de que acabe siendo el gran broche de oro a un más que espléndido mayo festivo.

Córdoba está ya de Feria y de reflexión, que mañana hay elecciones municipales. Y qué mejor reflexión que irse de Feria para pensar entre farolillos a quién votar prácticamente sólo unas horas después, debieron pensar los miles y miles y miles -sí, trescientas veces- de cordobeses que iban llegando paulatinamente anoche a El Arenal para vivir una jornada de inicio atípico. Porque, la edición 2015 comenzó con el encendido del alumbrado sin miembros del equipo de gobierno municipal. Son cosas de la jornada de reflexión. Antes, y tras la habitual recepción a los colectivos sociales de la ciudad que realiza el Ayuntamiento en la Caseta Municipal, un novedoso espectáculo de luz y sonido en la Portada puso la guinda a unos prolegómenos que remataron los fuegos artificiales. Ese espectáculo convirtió a esa alegoría de la Mezquita-Catedral -que lució majestuosa a lo largo de sus 70 metros de larga, 16 de ancha y 45,5 metros de altura- en algo parecido al castillo de la careta de inicio de las películas de Disney. Emoción, sentimientos y magia confluyeron en una producción que integraba efectos, sonido, rayos láser, proyecciones en tres dimensiones y luminotecnia robotizada. Una explosión de color. Todo integrado bajo el tamiz de una música envolvente y seductora.

Esa alegoría de la Mezquita-Catedral también lució majestuosa cuando el coro de la Hermandad de Paz y Esperanza apretó el botón que encendió sus 55.000 lámparas y las 723.000 que hay repartidas por todo el recinto, un gesto simbólico que tuvo lugar excepcionalmente en la Caseta Municipal y no en la Portada. Sí, el coro de la Hermandad y Esperanza y no el alcalde. Son las cosas de la reflexión, volvían a repetir algunos vecinos ante tan rara estampa, mientras alguien apuntó que "no están ni el alcalde ni sus concejales, para evitar suspicacias sobre intento de politización. Según el Ayuntamiento, se trataba de "simbolizar, de alguna manera, que sea el propio pueblo de Córdoba a través del coro el que protagonizara el alumbrado".

Botón pulsado, flash para la posteridad y hágase la luz en los 273 arcos que ya alumbraban el paso de esos cientos y cientos y cientos de cordobeses que se dejaron engatusar por la primera jornada de una Feria de Nuestra Señora de la Salud dispuesta a poner el broche de oro perfecto a un mayo festivo de hoteles llenos y de miles de turistas en las calles. Por delante, ocho días en los que disfrutar de, entre otras cosas, el medio centenar de actuaciones preparadas para esta edición y que ayer dieron comienzo con el recital de Fito & Fitipaldis, que, con Los Zigarros como teloneros, llenaron de rock and roll el Coso de los Califas. La inauguración sólo se vio alterada por una protesta del colectivo del Rey Heredia a las puertas de la Caseta Municipal.

Al mismo tiempo que una marea de jóvenes y no tan jóvenes saltaba en la plaza de toros al son de Entre la espada y la pared, Antes de que cuente diez o Por la boca vive el pez, el Balcón del Guadalquivir comenzó a recibir a los otros jóvenes botellas en mano amenazando con rendirse a ese ritual llamado botellón. Un ritual mini en esta ocasión comparado con el que se espera para el próximo miércoles, instaurado ya por la costumbre como día oficial del botellón en la Feria de Nuestra Señora de la Salud.

Había ganas de fiesta, y no sólo por parte de los jóvenes. Justo también al mismo tiempo, empezaron a llenarse -algunas antes que otras- las 93 casetas que este año hay repartidas por El Arenal y los primeros niños afortunados conseguían que sus padres les compraran el ticket para sus más que esperados mágicos y misteriosos viajes, los que proporcionan cada una de las 77 atracciones con las que cuenta la Feria. Tampoco tardaron mucho en empezar a despachar los 180 puestos que hay en el recinto.

El ambiente iba in crescendo. Las calles Alcázar, Enmedio, Puente Romano Tendillas, Los Patios...eran un trajinar de mujeres con trajes de gitana acompañadas o no por hombres con traje a juego flamenco, mientras una pareja algo cansada de ese trajinar echaba ya de menos el tren neumático para mayores de 60 años que presta servicio de 12:00 a 15:00 y de 18:00 a 22:00 -excepto el miércoles 27, que finalizará a las 20:00, y el sábado 30, que lo hará a las 18:00-. Su itinerario: Portada de Feria -donde realiza una parada-, calle Guadalquivir, Caseta Municipal -donde realiza otra parada- calle Central, Portada de Feria y El Potro. El tren parece haberse ido camino de las urnas.

Es jornada de reflexión y voilà más de uno va encontrándose propaganda de uno u otra fuerza política por el recinto. Estaba cantado. La fórmula puede ser hasta perfecta. Mezcle la visión de un determinado logotipo de un determinado partido con alcohol y...quién sabe, el alcohol suele ser el suero de la verdad.

Pero volvamos a esa realidad llamada Feria de Nuestra Señora de la Salud 2015, esa en la que más de 2.500 macetas adornan las portadas de las casetas, esa en la que los caseteros rezan para que no llueva, porque el albero no traga "y ha habido ediciones en las que las calles se han convertido en ríos", tal y como apuntó Esteban Rojas, de El Esparraguero; esa en la que los niños y no tan niños gustan de perderse por la calle del Infierno, donde el ruido llega a trasladar a un concierto de Metallica, suavemente hablando, y se torna en imposible escuchar el "venga que nos vamos, y otro y otro perrito piloto" del speaker de la tómbola.

En las antípodas a la calle del Infierno, qué mejor reflexionar que llenando el estómago en las casetas familiares, como la del propio Esparraguero o la de la Casa de Sevilla, sólo por citar una muestra. O qué mejor reflexionar que echándose unos bailes en la de La Prensa, sólo también por citar alguna de ellas.

Y velando por que la normalidad sea la tónica de la fiesta, un dispositivo compuesto por más de 900 personas, entre agentes de las policías local y nacional, agentes de la guardia civil, voluntarios de protección civil y bomberos, en un recinto en el que Sadeco ha colocado 1.500 papeleras y más de 340 contenedores.

La Feria estaba tan viva que parecía mentira que sólo unas horas antes si uno se daba una vuelta por El Arenal observara camiones con sillas y mesas, bombonas de butano a pié de calle, furgonetas llenas de peluches y los repartidores de bebidas recorriendo contrarreloj ese recinto con nombres de enclaves cordobeses.

Una Feria muy viva, a la que acompañó una temperatura más que aceptable comparada con la de otros años. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), a las 00:00 había 17 grados, temperatura que cayó hasta los 12 grados a las 06:00. Para hoy se esperan una máxima de 28 y una mínima de 13.

No obstante, está comprobado, el calor de los próximos días no evitará las riadas de personas hacia El Arenal, sólo que ya no será jornada de reflexión, ya Córdoba sabrá -o no- quien gobernará la ciudad durante los próximos cuatro años y, por lo tanto, quien será la próxima persona que pulse el botón del alumbrado ferial.

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