Política · debate entre los aspirantes a la alcaldía

Los candidatos guardan sus cartas y abren la puerta a una política de pactos

  • El debate se desarrolla en un clima correcto y con llamadas continuas al consenso entre todos. Apenas se habla de proyectos concretos salvo alguna idea para Miraflores.

Corrección y buenas intenciones. Los cinco candidatos a la Alcaldía que ayer participaron en el único debate que se va a celebrar en esta cuenta atrás hasta las elecciones municipales -José Antonio Nieto (PP), Isabel Ambrosio (PSOE), Pedro García (IU), José Luis Vilches (Ciudadanos) y Rafael Blázquez (Ganemos)- prefirieron protagonizar un encuentro moderado sin enseñar demasiado sus cartas ni ir a lo concreto y con una clara mano tendida a los pactos y el consenso. La tendencia política que han marcado los comicios andaluces ha puesto de manifiesto que las administraciones serán cada vez más plurales y que no va a haber más remedio de dialogar y así se quiso evidenciar desde el principio aunque al final no quedara muy claro quién va a pactar con quién y en qué cuestiones puede haber un consenso entre todos los grupos. En lo que sí se pusieron de acuerdo es en que ninguno va a privatizar empresas públicas en los próximos cuatro años, uno de los bloques que centraron el debate organizado por la Asociación de la Prensa (Asprencor) y que se celebró en el Real Círculo de la Amistad.

Como suele ser habitual en estos formatos no hubo mucha opción a réplica entre los candidatos pero ni siquiera en los turnos de palabra establecidos se aprovechó para lanzar al contrario. El candidato del PP apostó desde el principio por demostrar la eficiencia de su gestión y defender que debe haber una segunda parte para demostrar que "el cambio" es posible para Córdoba. No estuvo Nieto tan incisivo como en otras ocasiones aunque tuvo algunas réplicas buenas sobre todo al recordar a la aspirante socialista sus responsabilidades de gobierno en la Junta. Ambrosio, por su parte, volvió a apelar a lo emocional para dibujar una ciudad "amable, amiga, que nos permita cumplir sueños" pero no se le vio especialmente cómoda en un cita de esta calado, mientras que García ahondó en su discurso de "recuperar la gestión de los alcaldes de IU". El candidato de la federación de izquierdas tuvo algunos buenas respuestas cuando le replicó al alcalde Nieto por los datos del paro.

En cuanto a los que se estrenaban en la batalla política, el candidato de Ciudadanos defendió la primacía de los intereses de la ciudad frente a los de los partidos en unas intervenciones en las que, por momentos, se le vio algo perdido y que dejó en evidencia su falta de experiencia en este ámbito. No le ocurrió lo mismo al otro novato en cuestiones políticas, Rafael Blázquez, quien aprovechó para centrar su discurso en "las personas" y evitar los radicalismos que se pueden atribuir a esta agrupación de electores. Eso sí, no dudó en ser el primero en poner encima de la mesa la polémica por la titularidad de la Mezquita-Catedral, ya que situó como una prioridad para su formación la defensa pública del patrimonio y de este monumento en concreto. El tono correcto solo se perdió en el momento en el que parte del público aplaudió una intervención de Nieto mientras el resto lo abucheaba, pese a que el moderador había pedido que se evitaran ese tipo de manifestaciones. Un punto feo que también evidenció que el candidato del PP parecía el aspirante a batir por el resto.

El debate trató los asuntos de más relevancia para la ciudad como el turismo, la creación de empleo o algunas de los proyectos de futuro como el Metrotrén, el centro de convenciones o la Ronda Norte. También ocuparon gran parte del encuentro las posibles propuestas para la zona de Miraflores y el entorno del río, donde el candidato del PP fue el primero en ofrecer un consenso para "diseñar juntos" un equipamiento cultural "que esté abierto los 365 días del año" y que establezca un diálogo "entre lo antiguo y lo moderno". Ambrosio le recriminó que ofreciera un pacto ante un proyecto "que ya está cerrado" y recriminó que ya hay un plan para esta zona de la ciudad -el centro de congresos, el C4 y el traslado del Museo de Bellas Artes- aunque "es necesario que se ponga en marcha". García detalló que su programa contempla la creación de una mesa de coordinación del río para devolver el protagonismo al Guadalquivir mientras que Blázquez apostó por "equilibrar la ciudad".

El turismo, el motor de la economía en estos momentos, no consiguió tampoco que los candidatos desvelaran proyectos concretos para mejorar la estancia de los visitantes, el principal problema del sector y, en cuanto a posibles alternativas del crecimiento, aludieron a generalidades como "la agroalimentación", el "comercio" o la "construcción".

Uno de los momentos más interesantes del encuentro fue cuando los candidatos tenían la posibilidad de preguntar al resto de aspirantes sobre una cuestión, ya que tan significativo era el requerimiento como la respuesta. Ambrosio y García preguntaron por posibles pactos a Ciudadanos y Ganemos, respectivamente, aunque ninguno de los representantes dejó claro qué harán tras el panorama político que deje el 24 de mayo. Vilches dijo que no pactará pero luego añadió "a priori" mientras que Ganemos rechazó la mano tendida de IU "para echar a la derecha" y defendió que su proyecto necesita la implicación de "mucha gente". Nieto aseguró que no ocupará otro cargo mientras sea alcalde mientras que Ambrosio también ratificó que se quedará en el Ayuntamiento los próximos cuatro años "ocurra lo que ocurra". Hasta dos veces -por parte del candidato del PP y de Ciudadanos- le preguntaron a Blázquez por las parcelaciones, mientras que éste abogó por el control y la organización de los asentamientos.

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