El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, ha manifestado este lunes que reclamará "donde haga falta, en el juzgado si es preciso, hasta que los jueces decidan de quién es la propiedad" sobre los espacios existentes entre el templo y los anejos de la Plaza de Nuestra Señora de la Fuensanta, conocida como El Pocito, después de que la Junta de Gobierno Local inició un expediente para investigar si ese espacio, registrado por la Iglesia Católica como suyo, es de propiedad municipal o no.

En declaraciones a los periodistas, el alcalde ha explicado que en el caso de la plaza del Pocito el Ayuntamiento ha reclamado "la titularidad" y "se ha incorporado al inventario municipal", porque, según ha señalado, "hay argumentos jurídicos suficientes para poder hacerlo", y ante ello Nieto sostiene que "se reclamará donde haga falta". Al respecto, el Cabildo Catedralicio de Córdoba ha presentado varios escritos en el Ayuntamiento en relación a la situación jurídica de dichos espacios en la citada plaza. Según los escritos, adelantados por 'El Día de Córdoba', el Cabildo reivindica que ese espacio es propiedad de la institución eclesiástica desde 1456, independientemente de que su situación se vea alterada, en cuanto a su uso o finalidad, en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad.

En el primero de los textos, se expone que el Cabildo Catedral de Córdoba, a la hora de inscribir sus bienes, "nunca ha tenido afán especulativo, sino un especial interés en preservar el carácter religioso y devocional del pueblo cristiano de Córdoba, que durante siglos ha manifestado al santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta". Añade que la Iglesia no solamente posee el Pocito de manera "ininterrumpida, quieta y pacífica, y a título de dueños estos bienes desde 1456, sino que los ha conservado y restaurado a lo largo de estos siglos". No obstante, asegura que el Cabildo "está abierto a iniciar un diálogo clarificador y estudiar acuerdo sobre la situación jurídica de este espacio, siempre que se preserve el carácter religioso del santuario y de la capilla del Pocito".

"El legítimo propietario"

En el segundo escrito, se señala que el Cabildo es "es el legítimo propietario de las construcciones ubicadas en la denominada plaza de Nuestra Señora de la Fuensanta, así como de los espacios libres existentes entre las mismas". También, agrega que todas esas construcciones se encuentran en los terrenos de lo que fue la Huerta Albacete y que existe una inscripción en dos lápidas colocadas en el altar en 1641 en la que se dice que "reinando Don Juan el segundo, y siendo obispo de esta ciudad D. Sancho de Roxas, fue hallada milagrosamente esta santísima imagen en el hueco de una higuera cerca de la fuentes que llaman Santa, año 1420". "El Cabildo de la Catedral, en este sitio heredad suya, llamada Huerta de Albacete, le labró este Santo Templo", según se explica en el escrito. Los alegantes aportan además distintos documentos que, aseguran, "acreditan" que son los propietarios de la plaza del Pocito y de la iglesia.

Además, en otra alegación apunta que el hecho de que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Córdoba califique los terrenos libres como parques y jardines, no produce de pleno derecho la transmisión de la propiedad, "que deberá producirse por alguno de los medios admitidos de Derecho", de modo que se debería llegar a algún tipo de acuerdo de compra, cesión o expropiación, entre otras vías legales posibles. La Iglesia insiste en que la mera aprobación del PGOU de la ciudad no puede producir "ningún tipo de cambio en la titularidad de las fincas", con lo que reivindican su propiedad más allá de que sea suelo verde o no.

Para sustentar estas afirmaciones, se aporta una serie de documentos, como fotografías de la zona de año 1880, plano de la propia Gerencia de Urbanismo de Córdoba, extractos de varios libros o un plano del Instituto Geográfico Catastral de 1928. Igualmente, el Cabildo indica que en el caso de que el Ayuntamiento impugne alguno de los documentos o cuestione su veracidad, "solicitamos prueba pericial", con el fin de que sea un técnico archivero el que "certifique la veracidad de los hechos relatados".

Otro documento sobre la plaza del Pocito es el que se incluye en la contestación que en este caso la Diócesis de Córdoba presentó ante la denuncia del concejal de Unión Cordobesa (UCOR) en el Ayuntamiento Carlos Baquerín referente a las inmatriculaciones practicadas por la Iglesia Católica en Córdoba. Los argumentos son muy parecidos a los expuestos en las alegaciones, si bien se aporta la idea de que el hecho de que el conjunto arquitectónico de la plaza del Pocito esté abierto al público "no es argumento jurídico suficiente para cuestionar la propiedad del terreno" y recuerda que "carece de relevancia penal" que el propietario de un bien lo inscriba en el Registro. El Ayuntamiento acordó en el mes de enero iniciar un expediente para investigar la situación "física y jurídica" de la Plaza de Nuestra Señora de la Fuensanta, conocida como El Pocito, al estar inscrita en el registro de la propiedad a nombre del Cabildo Catedral.

De la información remitida por la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), según los servicios jurídicos municipales, los espacios públicos de la zona "tienen la consideración de dominio público e, ininterrumpidamente, han sido destinados al uso público", de ahí que "existe por ello una notable discrepancia entre lo inscrito y catastrado y el dominio público local", insiste la asesoría jurídica municipal. El informe concluye que las entidades locales tienen la obligación de investigar la situación de los bienes y derechos que presuman de su propiedad. De otro lado, ante la denuncia de Baquerín, la Diócesis cordobesa ha pedido al Juzgado que se archive la denuncia, puesto que considera que carece de consistencia y que hace referencia "de manera imprecisa y a veces tergiversada, a una serie de hechos relacionados con la inmatriculación de bienes inmuebles" por parte de la entidad eclesiástica.