Córdoba

El paisaje de Córdoba: Nuevos enfoques

  • La potenciación de nuevas rutas más allá del entorno de la Mezquita y la Judería permiten mejorar el dato de pernoctaciones.

El turismo es el gran aliado de Córdoba ya no solo como salida de la crisis sino como acicate para demostrar la importancia del patrimonio y la cultura de la ciudad. Más allá de la Mezquita-Catedral, la capital cuenta con innumerables huellas del pasado que la han convertido en Patrimonio de la Humanidad y de las que se quiere resaltar su protagonismo para incrementar el flujo de visitantes a la ciudad, que continúa en línea ascendente. La puesta en valor del casco histórico y la potenciación de otros elementos singulares de la ciudad es uno de los objetivos de los últimos años y ha sido el reto del proyecto Descubrir Córdoba que se ha puesto en marcha desde el Ayuntamiento y que esta semana ofrecerá visitas guiadas con grupos reducidos a algunos de los espacios más desconocidos o que pasan desapercibidos, sin olvidar los grandes referentes del patrimonio. Aunque se trata de una experiencia piloto, no se descarta mantener la iniciativa en el tiempo si tiene el éxito que se le presupone. La Córdoba contemporánea, la de las tres culturas, la conventual, la de los teatros o la que se esconde en la manzana de Orive.

No es la primera vez que se pone en marcha una iniciativa de este tipo y cada vez son más los proyectos que intentan repartir el flujo de turistas entre las distintas zonas de la ciudad que esconden auténticos tesoros. La presencia de viajeros en el casco histórico es cada vez más notables y éste es uno de los objetivos que se quiere conseguir.

Córdoba ya vivió en 2014 su mejor año turístico y alcanzó una cifra histórica al superar el millón de viajeros, un número que se debió fundamentalmente a la evolución positiva de los visitantes extranjeros y que puso de manifiesto que el turismo es el sector que mejor ha resistido a la crisis y el que primero que se ha sobrepuesto a las dificultades económicas. Este 2015 no ha podido empezar mejor y en el primer trimestre también se ha producido un incremento considerable tanto de los turistas como de las noches de hotel. Aunque es pronto para realizar predicciones y queda todavía más de la mitad del año por delante, a tenor de los últimos datos, las cifras del año pasado podrían verse superadas y 2015 podría volver a ser otro año de récord.

La difusión, por tanto, que se haga del conjunto de patrimonio de la ciudad es fundamental para afianzar esa recuperación y llevarla más allá y, sobre todo, para conseguir que los viajeros se queden más días. Córdoba cuenta con una gran oferta turística y cultural para que al final los visitantes vengan solo de paso a ver la Mezquita-Catedral y ese debe ser el gran reto a conseguir.

Una de las rutas que se plantea es la contemporánea, en la que se visita el Colegio de Arquitectos, el Instituto de Educación Secundaria (IES) Maimónides, el Rectorado y el edificio de la Pérgola. La ruta de Orive tiene parada en el Templo Romano, el Ayuntamiento, el Palacio de Orive y sus alrededores como el huerto. Precisamente ésta es una de las zonas que más ha mejorado en los últimos años con la reforma del Templo Romano, que se ha convertido en uno de los principales puntos de atracción turística. El Palacio de Orive, por su parte, es uno de los mayores exponentes de la arquitectura civil renacentista y se ha convertido también en uno de los centros culturales más dinámicos. Los teatros, los conventos o las tres culturas también ofrecen lo mejor de la ciudad en estos recorridos para descubrir Córdoba.

Córdoba conteporánea

La belleza de los edificios que se ocultan tras la rutina. La Córdoba contemporánea es una de las más desconocidas quizá porque en esa época la ciudad perdió el esplendor del que gozó en otras etapas históricas, pero lo cierto es que la huella de la modernidad está y, además, en edificios que pueden pasar desapercibidos en las rutas cotidianas para ir a casa o al trabajo y que son auténticas joyas. La propuesta municipal incluye a cuatro inmuebles en este recorrido como son el Colegio de Arquitectos, el Instituto Maimónides, el Rectorado de la Universidad de Córdoba o la Pérgola. El estilo modernista se aprecia en la sede del Colegio de Arquitectos en su decoración de temática naturalista y la preferencia por soluciones onduladas y sinuosas que le dan un carácter especial. Monumental es el Instituto Maimónides, una muestra extraordinaria del arte modernista en Córdoba. El edificio fue construido en 1907 por Adolfo Castiñeyra para sede del Gobierno Civil y sugiere una estética barroca propia del Art Nouveau. La Pérgola no ha recibido tampoco la atención que merecía aunque ahora parece que va a resurgir de la mano de Colaborativa con un proyecto cultural. Y el Rectorado, o la antigua facultad de Veterinaria, impone por su estética regionalista con influencias mudéjares y califales.

La ruta de los conventos

Conocer la vida religiosa a través de sus edificios. El convento de Santa Clara y el de Regina Coeli central la ruta de los conventos que se propone también desde el área de Patrimonio. En el caso de Regina resulta más que llamativo descubrir esa puerta abierta a la historia que se esconde tras una tapia que pasar inadvertida entre San Andrés y San Pedro. El convento ha sido después una bodega y hasta un secadero de jamones cuando se vendió por partes en el periodo de la desamortización, pero ahora, tras una intensa de recuperación que solo está en su fase de inicio, se puede intuir el claustro y otros espacios vitales en la vida conventual. Un tesoro auténtico que poco a poco se está recuperando. Lo mismo pasa en el convento de Santa Clara El Convento de Santa Clara, fundado en 1264 sobre una antigua basílica visigoda, es otra de las maravillas que se está rehabilitando para mostrar el pasado de las tres culturas en Córdoba. En la actualidad una parte de este inmueble acoge las oficinas del Consorcio de Turismo y el Centro Cultural Rey Heredia.

Las tres culturas

El valor paisajístico de la cultura. La Mezquita-Catedral no puede faltar en estas rutas, aunque no es la protagonista absoluta en el recorrido denominado de las tres culturas, que incluye la visita de la Sinagoga, la capilla de San Bartolomé, la plaza de Maimónides o el Zoco Municipal. La ruta destaca por los vestigios de las diferentes culturas y civilizaciones que han pasado por Córdoba. Esta zona conserva en la actualidad valores pasijaísticos muy sugerentes con muros ciegos y tapias "que le confieren cierto aspectos de ciudad oculta". El pavimento tradicional y el empedrado central también son señas de identidad de una zona en la que conviven las culturas romana, judía, islámica y cristiana como se puede ver en la calle Judíos, una paralela a la muralla que comunica el sector occidental de la Medina con la Puerta de Almodóvar. La plaza del Cardenal Salazar, la Casa Andalusí -sede de un museo sobre la fabricación de papel-, la puerta de Almodóvar o la plaza Tiberiades también se incluyen en esta intensa ruta por la ciudad.

La manzana de Orive

Desde un jardín al Templo Romano o la Sala Capitular. La recuperación del Templo Romano -simplemente con la retirada de la valla que ocultaba este monumento- ha dado otro aire a lo que se conoce como la manzana de Orive. El recorrido propone iniciar precisamente la ruta en el templo construido en época Flavia a finales del siglo I d. C. y que fue levantado para el culto imperial dedicado a Claudio Marcelo. Pero hay otras opciones en ese entorno. El Ayuntamiento, donde algunos  se sorprenderán de la valiosa colección de orfebrería o el grabado de Pablo Picasso. El Palacio de Orive, por su parte, es uno de los mayores exponentes de la arquitectura renacentista obra de Hernán Ruiz II en el siglo XVI. La ruta continúa por la Sala Orive, que la sala capitular del antiguo convento de San Pablo, un lugar de reunión de frailes y una joya que se recuperó en 2008. Por último, el Huerto de Orive es un "pequeño tesoro" cultural y céntrico jardín. 

Los teatros

Los entresijos de la  vida cultural de la ciudad. La ruta de los teatros permite disfrutar desde dentro unos equipamientos a los que normalmente solo se puede acceder los días que hay espectáculo, pero no es posible conocer sus entresijos. El Teatro de la Axerquía es el único al aire libre de la ciudad y sigue el modelo de teatro-jardín, que combina arquitectura y vegetación dando como resultado uno de los lugares más especiales de la ciudad para la celebración de espectáculos. El Teatro Góngora fue uno de los espacios más destacados de la ciudad, con un aforo para un total de 1.000 espectadores. En 2009 fue remodelado para recuperar su huella racionalista y su fachada, que mantiene su aspecto original. El más conocido es el Gran Teatro, construido en 1871 por Amadeo Rodríguez y remodelado después por José Antonio Gómez Luengo que le dio un carácter postmodernista.

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