Justo Castaño. Director Científico del Imibic

"La ciencia ha sufrido en España un varapalo injusto y muy dañino"

  • Catedrático de la UCO e investigador, asume la dirección del Imibic, tras participar en su génesis, y considera que el centro debe estar en "permanente crecimiento y reciclaje".

-¿Qué representa llegar a ser el máximo responsable del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic)?

-Es una enorme responsabilidad porque se trata de ayudar a los investigadores clínicos, traslacionales y básicos a que hagan realidad sus ideas, que redundarán en última instancia en beneficio para los pacientes. Personalmente, significa una especie de sueño porque siempre he creído en la investigación traslacional y he participado en la génesis del instituto y en el proceso de acreditación.

-¿Seguirá al frente de sus investigaciones en la UCO?

-Por supuesto. Estar aquí es un gran tesoro y representa un verdadero privilegio porque estás con los médicos que ven a los pacientes, te explican cuáles son los problemas, los que no hemos logrado resolver y los que de verdad son importantes. Eso no cambia tu curiosidad científica, pero sí la guía, la modula, la anima.

-¿Cuáles son las primeras medidas que va a tomar?

-No soy médico, pero una de las normas básicas de la medicina es no dañar. Sería verdaderamente un delito estropear lo que aquí ha hecho mi predecesor, Francisco Pérez Jiménez. La primera medida que tomaré es procurar que los pilares que ha asentado el profesor Pérez Jiménez sigan siendo la base del crecimiento porque su sabiduría y maestría a la hora de desarrollar los parámetros fundamentales del crecimiento del instituto no deben de ser contrariados, sino crecer sobre ellos porque están muy bien diseñados. Algunas medidas son extraordinariamente prácticas y consistirán en elaborar un nuevo plan estratégico. Es el momento de repensar algunas de las acciones que nos han llevado con éxito hasta aquí y otras que no hemos logrado ver cómo las vamos a alcanzar. En segundo lugar, es preciso poner las bases de la reacreditación del instituto.

-¿En qué consiste esa reacreditación del centro?

-La acreditación es un proceso riguroso que se alcanzó en 2011 y sólo la logran los institutos que tienen unos estándares de calidad. Es un proceso laborioso, complejo, en el que hay que cumplir una serie de parámetros muy exigentes y, para nosotros en 2011 conseguir la acreditación fue un hito fundamental porque te permite estar en una elite de institutos con un sello de calidad. La reacreditación te permite acceder a unas líneas de financiación a la que sólo tienen acceso los institutos acreditados. Además, ese marchamo de calidad te permite un liderazgo y una autoridad para atraer a todo tipo de investigadores y de clínicos. Pertenecer a una elite no significa ser elitista, al contrario, significa la capacidad de atraer talento allá donde esté.

-¿Hacen falta entonces nuevos investigadores en el Imibic?

-El Imibic tiene que estar en permanente crecimiento y reciclaje y esa es otra de las claves de los próximos años. Necesitamos cubrir áreas emergentes imprescindibles, como la integración a través de informática, matemáticas, física, y nuevas disciplinas. Hay que integrar el conocimiento que va desde lo molecular hasta la epidemiología. El conocimiento valioso para la salud vendrá de la integración de los datos moleculares hasta los datos epidemiológicos de los pacientes. Es decir, hay que integrar el conocimiento básico y el clínico y eso necesita mucha matemática y personas capaces de integrar todos esos datos.

-Tras su designación, aseguró que seguirá trabajando "para que la investigación biomédica sea para Córdoba un motor de desarrollo social y económico". ¿Cómo se consigue?

-Se consigue continuando la senda que se ha iniciado aquí. Hemos pasado de introducir una cantidad marginal de patentes y de empresas de biotecnología a tener más de 50 patentes, que atraen más dinero y el interés de las empresas, y a tener cinco spin-off. Por otra parte, las iniciativas de compra pública innovadora que la Universidad de Córdoba, junto el Imibic han puesto en marcha, han atraído la atención de empresas que están viendo Córdoba como un lugar muy interesante para trabajar en biomedicina.

-Otro de los retos que citó es el de mejorar la captación de fondos internacionales para desarrollar los proyectos de investigación. ¿Es esa la única vía de la ciencia para sobrevivir?

-La ciencia en España ha sufrido un varapalo muy importante como consecuencia de la crisis. En mi opinión, ha sufrido un varapalo injusto y muy dañino. La investigación es una de las áreas sensibles que no deben tocarse o debe de tocarse lo mínimo en una crisis porque es uno de los pilares de la recuperación. Si quitas fondos de donde puedes tener la posibilidad de recuperarte, se está haciendo un flaco favor y el recorte ha sido durísimo. Afortunadamente, la necesidad agudiza el ingenio, como dice el refrán, y los investigadores hemos buscado vías alternativas a través de fondos privados, de líneas de financiación y también hemos mirado más a Europa y a vías internacionales; es el objetivo al que debemos tender. Los proyectos europeos son de gran cuantía, son los fondos de mayor prestigio, más competitivos y también son los que te ponen en el escaparate de los lugares más prestigiados y donde puedes estar codeándote con aquellos que hacen los descubrimientos que hacen que cambie el curso de la medicina.

-Algunos grupos de investigación ya han optado por acudir al crowdfunding para sacar adelante sus proyectos, ¿defiende este sistema?

-El crowdfunding es necesario y tiene dos componentes. Uno de ellos es el componente operativo. Hay proyectos que por no ser del máximo interés de las compañías farmacéuticas o de las líneas prioritarias de investigación, no reciben la atención que merecen y tener dinero, aunque sea poco, es fundamental para que las líneas no se abandonen. El crowdfunding tiene otro punto que considero clave, que es la capacidad de permear la ciencia hacia la sociedad, de hacerla consciente de la importancia de la investigación en un aspecto concreto. El crowdfunding tiene esa doble vertiente que es operativo porque da dinero y de ponerte en el escaparate de cara a las instituciones para ofrecer una visión más cercana y próxima a los responsables políticos y económicos.

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