Córdoba

Savia nueva emprendedora

  • Alrededor de 1.200 alumnos de 35 centros educativos presentan las propuestas empresariales que han puesto en marcha a lo largo del curso

La cooperativa Punto y Lana vende monederos por dos euros y medio, tarjeteros por un euro y alfombras a partir de seis euros, dependiendo del tamaño. Todos ellos, hechos a mano. Sus gestores son los alumnos de la clase de tercero de Secundaria del colegio Inmaculada Concepción de Palma del Río, que ayer dieron buena cuenta de sus productos en el Plan Renfe de la capital. María Hilinger es una de las cooperativistas de esta pequeña entidad que nació en octubre del año pasado y en cuya formación cada alumno aportó un capital de siete euros, según contó ayer durante su participación en la Feria de Emprendimiento, en la que 35 centros educativos de la provincia presentaron 68 proyectos empresariales. Dispuesta a vender sus productos a cualquier viandante, la adolescente destacó la importancia de la iniciativa y haber vivido la experiencia. A su juicio, el modelo de trabajo de una cooperativa "es fundamental porque todos tenemos opinión". Además, incidió en que su propuesta también cuenta con un lado social, ya que el 10% de las ventas "lo donamos a una ONG". Éste hecho es, sin duda, una de las señas de identidad de la mayor parte de las cooperativas que ayer participaron en la muestra, ya que muchas de ellas incluyen el reparto de sus beneficios a entidades sociales.

Los alumnos de tercero de Secundaria del colegio Séneca también presentaron su propia cooperativa, denominada Séneca Solidaria, también con un marcado carácter social. Daniel Fernández es uno de sus integrantes y, además de repartir cuartillas con publicidad sobre el proyecto, no paró en ningún momento de dar a conocer su proyecto, que se dedica a la organización de campañas solidarias. Una de ellas, por ejemplo, se centra en la recogida de uniformes escolares de alumnos que dejan el colegio -que gestiona una cooperativa- y que se prestan "a familias necesitadas", subrayó el joven. A esta campaña, continuó, se suma otra de recogida de juguetes usados, libros, material escolar y que "entregamos a la parroquia de Fátima", anotó. Paula Muñoz es profesora y orientadora del colegio Séneca y subrayó los beneficios que reporta la organización de estos eventos y también que los pequeños aprendan cómo se gestiona una cooperativa. "Les sirve para aprender habilidades, trabajo en equipo y resolver problemas", consideró.

Los alumnos del colegio de educación especial Virgen de la Esperanza no faltaron a esta cita de futuros emprendedores. Ellos, según explicaron sus profesoras Juana Fernández y Asunción Delgado, también han montado su propia cooperativa, en este caso, Creaciones Esperanza. Delgado incidió en que este tipo de actividades sirven "para que los niños aprendan a deselvolverse y adquieran habilidades sociales y manuales". Jabones, ceniceros hechos a base de latas de refresco o libretas son algunos de los artículos que ayer vendieron a viva voz. Parte del dinero que recaudan con las ventas, según Delgado, servirá "para ir a la playa un día".

Golosinas, joyas, piezas de cerámica y de encuadernación diseñadas por los alumnos de la Escuela de Arte y Oficios Dionisio Ortiz, muebles o revistas literarias... la oferta de artículos a la venta que ofrecieron ayer los casi 1.200 alumnos que participaron en esta iniciativa desvelaron la necesidad de impulsar el espíritu emprendedor desde las edades más tempranas y desde las aulas de colegios e institutos.

Según los datos aportados por la Junta, 2.750 estudiantes de 55 centros educativos de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de Córdoba han creado a lo largo de este curso escolar 110 mini-empresas participando en el programa Mini-empresas Educativas.

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