El teniente de alcalde de Hacienda, José María Bellido, presentó ayer la liquidación de los presupuestos de 2014 que, por primera vez en el mandato, dan un resultado de remanente de tesorería positivo al haber cerrado el ejercicio con 3,3 millones de euros. El remanente de tesorería es un índice que permite conocer la capacidad económica que tiene una administración para afrontar sus deudas, por lo que al situarse en positivo posibilita al Ayuntamiento poder recurrir de nuevo a los bancos para financiar inversiones. Bellido explicó que este índice ha pasado de los 32 millones en negativo de 2010 a los 3,3 millones en positivo de 2014. "Este es un dato clave que nos da buena cuenta de la situación financiera del Ayuntamiento", insistió el teniente de alcalde de Hacienda, quien vinculó la solvencia de las cuentas municipales a "que no venga nadie a meter la pata" en relación a las próximas elecciones locales.

El Consistorio ha estado todo el mandato limitado en su relación con las entidades financieras ya que el remanente de tesorería ha estado en valores negativos desde 2011, con 27 millones, y aunque se había reducido en los últimos ejercicios no ha sido hasta 2014 cuando se ha conseguido volver a los números verdes. La primera consecuencia de este logro es que se podrán financiar las inversiones. El cronograma planteado por el gobierno municipal prevé pedir a los bancos unos 15 millones al año, de manera que habrá un presupuesto de 29,6 millones de euros para inversiones en 2016, 24,6 millones para 2017 y 25,5 millones en 2018. El hecho de volver a recurrir a los bancos no significa que la deuda se incremente, ya que el objetivo del área de Hacienda es ir devolviendo anualmente más dinero del que se pide.

Precisamente Bellido también dio datos de la evolución de la deuda, que en 2014 se ha quedado en 262 millones de euros, 60 menos que en 2011, cuando se situó en 327 millones. "Lo normal es que siga así y se quede por debajo de los 200 millones en los próximos cuatro años", aseguró Bellido en otra defensa de la gestión económica municipal como aval para las elecciones. De hecho, según el marco presupuestario que se ha remitido al Gobierno central, se prevé pasar de los 282 euros de deuda viva que había al cierre de 2014 a los 176 millones de euros en 2018. La reducción de esta cantidad posibilita también que el índice de endeudamiento haya pasado del 114% de los ingresos del Ayuntamiento al 88,7%, dentro de los márgenes establecidos por la ley.

Bellido también se refirió a que la liquidación presupuestaria "permite salir de asuntos polémicos" con la contabilidad de los saldos de dudoso cobro, entre los que se encontraba la sanción urbanística de más de 20 millones impuesta al empresario y líder de UCOR, Rafael Gómez, por construir sin licencia las naves de la Colecor. El edil explicó que, una vez que el TSJA anulara la anterior multa y le impusiera una nueva de 20 millones, la anterior cantidad sale del apartado de ingresos de dudoso cobro y la nueva sanción se contabiliza en "exceso de financiación afectada" y solo se contabiliza si se cobra. Esta cantidad, no obstante, solo puede ir destinada a inversiones urbanísticas.

Bellido insistió en que el Ayuntamiento está haciendo "todo lo posible" para cobrar la multa. En cuanto al proceso, ya se ha agotado el plazo para el plago voluntario y el trámite está ahora en la vía "ejecutiva".