La Semana Santa no tiene porque ser, ni mucho menos, cosa de mayores. Si no que se lo digan a los pequeños que durante la mañana de ayer no dudaron en fajarse, ponerse el costal y pegar izquierdos por las calles cercanas a sus colegios. Varios centros educativos de la capital celebraron ayer pequeñas procesiones con motivo del Viernes de Dolores, una actividad que viene ya siendo habitual en un día en el que los pequeños toman las vacaciones y algunos de ellos esperan con impaciencia la llegada de la Semana Santa.

El Colegio de la Sagrada Familia fue uno de los que ayer puso sus pequeños pasos en la calle, en un cortejo procesional formado casi por completo por alumnos del colegio. Alrededor de las 10:00 muchos de los padres y abuelos ya se aglutinaban en los alrededores de la plaza de los Aguayos, mientras que algunos miembros de la banda de cornetas y tambores Caído-Fuensanta -que acompañó musicalmente a la comitiva- afinaban sus instrumentos musicales. Alrededor de las 10:15 el colegio puso su pequeña cruz de guía en la calle y la comitiva comenzó ha dirigirse hacia San Pedro por la calle de La Palma. Los profesores, que hacían las veces de celadores de tramo, dirigían el cotarro para tratar de que el guión transcurriera según lo previsto, mientras que algunos de los alumnos aprovechaban los pequeños cirios que portaban para empezar a darle las primeras capas de cera a una bolas de papel de aluminio que, a buen recaudo, engordarán durante los próximos días de Semana Santa.

Tras el cortejo, el primero de los pequeños pasos -compuesto por varias figuras que representan la sentencia de Jesús- salió por la puerta del colegio de la Sagrada Familia al grito de "bien trabajao", que entonaba uno de los pequeños capataces bien metido en el papel. El segundo paso, la Virgen de los Remedios, portado ya por alumnos de Secundaria, salió cinco minutos después.

El colegio Nuestra Señora de las Mercedes fue otro de los centros que sacó imágenes a la calle. Aunque lo llevan haciendo desde 2010, este año han estrenado los dos pasitos. Otros centros escolares como la Milagrosa, la Salle o la Trinidad también han realizado esta semana santa chiquita, en la que pequeños costaleros, nazarenos, capataces y mantillas se han dado cita para celebrar de esta forma peculiar el Viernes de Dolores. Quién sabe, igual estos alumnos serán los encargados de llevar en el futuro las riendas de la Semana Santa cordobesa.