Córdoba

La UCO alerta del daño económico del nuevo SIGPAC para la dehesa

  • La actual revisión del coeficiente de admisión de pastos supondría la merma de ayudas de la PAC

Un informe de la Universidad de Córdoba (UCO) revela que la Orden por la que se regula el procedimiento para el mantenimiento del SIGPAC -actualmente en proceso de borrador- perjudicaría seriamente a las zonas de dehesa en lo que a percepción de ayudas europeas se refiere. Este documento da la razón a Asaja Córdoba, organización agraria que solicitó a la Universidad su elaboración. El SIGPAC es el Sistema de Información Geográfica de Identificación de Parcelas Agrícolas, creado a través de la colaboración entre el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) y las comunidades autónomas, en el ámbito de sus territorios, como elemento del Sistema Integrado de Gestión y Control de los regímenes de ayuda directa. Tiene carácter de registro público de perfil administrativo, y contiene la información actualizada de las parcelas susceptibles de beneficiarse de las ayudas comunitarias relacionadas con la superficie, disponiendo de soporte gráfico de éstas y sus subdivisiones con usos o aprovechamientos agrarios definidos.

Concretamente, ese informe de investigación del Departamento de Producción Animal de la Cátedra de ganadería Ecológica, en el que se analiza la revisión del coeficiente de admisibilidad de pastos para el SIGPAC en Andalucía -que servirá de base para esta campaña de solicitud de la Política Agraria Común (PAC)-, concluye que "el factor de estructura vegetativa propuesto incurre en un gravísimo error de concepto al asumir que la presencia del árbol impide el crecimiento del pasto y no aporta alimento". Tesis que la UCO sostiene sentenciando que en las dehesas " el árbol favorece el crecimiento de la vegetación herbácea bajo su copa; produce bellotas, aproximadamente entre ocho y 14 kilos por árbol al año; y proporciona pastos arbóreo, unos cuatro kilos y medio por árbol al año". El documento elaborado por la Universidad insiste por tanto, en que "con este error de cálculo no solo no se reconoce el efecto favorecedor del árbol sobre la producción forrajera si no que, además, se penalizan aquellas dehesas mejor conservadas, lo que tendrá gravísimas consecuencias sobre el mantenimiento de la densidad de la arboleda y su regeneración en el ecosistema más valioso de Andalucía."

Tras conocer el informe solicitado, desde Asaja Córdoba recalcan que la Consejería de Agricultura "se ha cebado con las dehesas en general y las de Córdoba en particular. Con un nuevo coeficiente de admisibilidad de pastos o factor de vegetación de estructura de vegetación mas restrictivos, la Consejería de Agricultura deja fuera o reduce considerablemente la superficie de pastos de la dehesa en un momento de reforma PAC en el que el ganadero verá como su ingreso dependerá de la superficie declarada; es decir, visto fríamente, la Consejería esta primando el que una dehesa no tenga árboles porque erróneamente considera que debajo de ellos no crece el pasto, algo que podría llevar a que el ganadero cuidador de la dehesa se encuentre ante una situación de incertidumbre total", han resaltado.

Asaja Córdoba pidió con carácter de urgencia el informe a la UCO -basado en más de un centenar de referencias bibliográficas- después de asistir a una reunión informativa a principios del pasado mes de diciembre en la Consejería. "Desde Asaja Córdoba ya insistimos entonces en nuestro más absoluto desacuerdo con esta nueva situación del coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP 2015), por lo que le solicitamos a la Administración andaluza, como volvemos a hacer ahora, la eliminación del requisito corrector en base al arbolado, ya que este es la razón de la existencia de la dehesa al igual que el ganado y no se puede penalizar por tener árboles".

Esta organización agraria está convencida de que la norma dañaría gravemente a un ecosistema que en Córdoba se extiende por unas 453.000 hectáreas, lo que convierte a la provincia en superficie de dehesa en Andalucía. De esta cantidad, según un estudio de la Consejería de Medio Ambiente, más de 374.000 hectáreas son dehesas propiamente dichas y las otras 78.000 son de dehesa potencial o matorralizada, aquella que posee un grado de matorral mayor al 50%, circunstancia que dificulta el aprovechamiento extensivo del ganado. La especie arbórea que predomina es la encina También destacan las masas mixtas de este árbol con alcornoque, así como las mezclas con otras especies del género Quercus.

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