Por fin hay acuerdo en uno de los asuntos que más se había resistido al gobierno municipal y que parecía estar en un punto de no retorno: la cesión de las Caballerizas Reales. El Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa firmaron ayer un protocolo -un acuerdo de intenciones- sobre el edificio, así como otras propiedades en las que hay interés común como el Cuartel de la Trinidad -conocido como la Zona- o la Farmacia Militar. En el caso de Caballerizas, el Consistorio se compromete a adquirir ese espacio en un plazo de dos años y, durante ese tiempo, Defensa permite ceder la gestión y uso del inmueble. Eso sí, la cesión sólo podrá hacerse a una entidad sin ánimo de lucro con el objetivo de desarrollar "un espectáculo ecuestre". De esta manera, y aunque no se cita expresamente, la intención es volver al punto de partida con la gestión de la asociación Córdoba Ecuestre. El gobierno municipal, además, no puede percibir ningún canon económico durante esos dos años.

Precisamente el problema surgió cuando el Ayuntamiento sacó a concurso público la gestión del inmueble y Defensa le recordó que no tenía autorización para cederlo a terceros. Desde entonces han pasado dos años y, aunque ha habido amagos, nunca llegó a concretarse un nuevo acuerdo. El Ayuntamiento tuvo que anular la licitación en la que tres proyectos competían por la explotación de este edificio que forma parte del patrimonio de la ciudad. Las tres propuestas estaban centradas en ampliar los usos actuales de Caballerizas, de manera que se pueda sacar el máximo aprovechamiento del edificio. Las candidaturas eran las lideradas por Córdoba Ecuestre, la de un grupo empresarial cordobés que está respaldado por el jinete Álvaro Domecq y una tercera candidatura que lideran las empresas Riff Producciones e Itaca. El teniente de alcalde de Desarrollo y Promoción, Rafael Navas, aseguró ayer que ahora los técnicos serán los que determinen el mecanismo a seguir para formalizar la cesión, aunque se hará de manera inminente.

El Ayuntamiento tiene dos años para culminar el proceso administrativo para adquirir Caballerizas y tiene que hacerlo, sí o sí, porque de lo contrario quedaría sin efecto la autorización para la cesión de uso y el gobierno municipal tendría que asumir la gestión del inmueble en las mismas condiciones que el anterior convenio, fechado en 2001. Para hacerse con la propiedad ya se ha fijado un itinerario. El protocolo de intenciones plantea un nuevo convenio para decidir el futuro del antiguo Cuartel de la Trinidad -la Zona Militar-, de manera que la Gerencia Municipal de Urbanismo promueva "las figuras de planeamiento precisas" que permitan un uso lucrativo del inmueble. Con este convenio urbanístico quedaría sin efecto el que se rubricó en su día entre Defensa, el Ayuntamiento y la Universidad y en el que se planteó la posibilidad de que la Zona se convirtiera en una sede de la Facultad de Filosofía y Letras.

Defensa prevé que con las plusvalías que se generen como consecuencia del nuevo uso y la rehabilitación del antiguo cuartel se pague Caballerizas. Si esto no fuera suficiente, el Ayuntamiento tendría que aportar en metálico o mediante propiedades el resto y, si la diferencia fuera a favor del Consistorio, el Ministerio tendría que compensarlo.

En su momento, el Consistorio apostó por adquirir la totalidad de la Zona para el desarrollo de un programa que consistía en la construcción de un gran aparcamiento en la zona centro y una biblioteca pública. La falta de acuerdo entre Defensa y el gobierno municipal impidió una operación en la que perdió interés el Ayuntamiento por la construcción del aparcamiento del Paseo de la Victoria, la biblioteca de Lepanto y el desarrollo de un equipamiento similar en los jardines de Agricultura.

A partir de ahora se desarrollarán los trámites administrativos que consisten en valorar los bienes y elaborar el convenio en la Gerencia de Urbanismo para dotar de contenido a la Zona. Navas destacó que por fin se haya solucionado un problema que viene de lejos y aseguró que se trata de "una buena noticia para la ciudad".