Cruz conde 12

Datos que invitan a la esperanza

  • Turismo. Córdoba ha superado el millón de visitantes, pero son los propios empresarios los que reconocen que todavía queda mucho camino por recorrer, sobre todo en pernoctaciones

E staBA cantado que Córdoba superaría este año el millón de turistas, es cifra que se estaba buscando y que no acababa de llegar y que permite a la ciudad y a la provincia superar esa barrera psicológica de los seis dígitos a la hora de contar cuántos vienen a esta tierras atraídos por su patrimonio, ya sea cultural, natural, histórico o gastronómico. Los importante es la consolidación de la capital y la provincia como destino, algo que no siempre ha estado claro en la sociedad cordobesa ni se ha trabajado con la laboriosidad que requiere tanto por parte de las instituciones como de los propios empresarios.

Esta Córdoba nuestra, tan peculiar para algunas cosas, corre ahora el riesgo de siempre, como es el de morir de éxito y pensar que ya está todo hecho en materia turística. Y nada más lejos de la realidad. No será un servidor el que critique a los responsables políticos por sacar pecho que los datos son buenos y por arrogarse el éxito de todo ello, sobre todo ahora que ya se están desempolvando las urnas y entramos en una etapa en la que los ciudadanos vamos a pasar por los colegios electorales hasta tres veces en el próximo año, primero con los inminentes comicios andaluces que se avecinan, luego con las municipales del mes de mayo y con las generales que tendrían que convocarse para finales de año, aunque hay quien barrunta que el presidente Rajoy tiene en mente aguantar el máximo legal posible y fijar la cita para primeros de 2016.

En cualquier caso, bien que hacen los que pueden en presumir de que ese millón de viajeros es fruto de su labor, pero ojo, a ver si también hacen lo mismo cuando -ojalá que no- los números no sean los deseables o no cubran las expectativas. Porque lo que es evidente es que el turismo es el sector que mejor ha resistido a la crisis e, incluso, el primero que se ha sobrepuesto a las dificultades económicas ya que los datos de ahora son todavía mejores que los registros obtenidos antes de la irrupción de la crisis, como explicaba ayer este periódico.

En la evolución turística de 2014 ha sido fundamental la llegada de turistas extranjeros, que el año pasado creció un 15%. La provincia recibió un total de 443.078 viajeros de fuera de España frente a los 385.147 de 2013. No obstante, el peso de los visitantes nacionales sigue siendo mayor, pues el año pasado se recibieron 623.795, lo que también supuso un incremento, aunque menor, del 3%. ¿Qué significa esto? Pues que el destino Córdoba está calando cada vez más en los mercados internacionales y que, por ello, son cada vez más los extranjeros que se acercan a estas tierras. Ni que decir tiene que, aunque el grueso sigue siendo el turista nacional, hay que potenciar la promoción en el exterior por dos motivos fundamentales.

El primero, porque es el segmento que más puede crecer potencialmente por su dimensión. En segundo lugar, porque a mayor sea el número de visitantes extranjeros, más posibilidades hay de que mejoren esa estadística que no es tan positivas y que sigue siendo un lastre para Córdoba, como es la estancia media en la ciudad, que sigue siendo 1,59 días, una de las más bajas de España. Otro dato para la reflexión. Dejando al margen Málaga, cuyo atractivo costero es impresionante, provincias como Sevilla o Granada están por encima de los 2,5 millones de visitantes, lo que significa que todavía queda mucho por hacer en este campo. De hecho, son los propios empresarios -que suelen alardear menos que los políticos- los que han dicho que hay que seguir trabajando, si bien sigue sin entenderse en ocasiones su lamento de que la oferta hotelera de Córdoba es excesiva de lunes a jueves y que eso les está perjudicando. Lo que es evidente es que todo suma y que a buen seguro que la rebaja en las tarifas también ayuda a mejorar las cifras de pernoctaciones. No hay duda de que los datos son esperanzadores y que a falta de que otros sectores tiren de la economía, hay que agarrarse al turismo como motor de Córdoba. Y que nadie se olvide que la Mezquita-Catedral y los Patios son los grandes atractivos de la ciudad y los que movilizan a la gran parte de ese millón de turistas a la hora de hacer las maletas, con lo que las polémicas estériles o atrincherarse en el pasado poco ayuda. Los experimentos, mejor hacerlos con gaseosa.

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