Córdoba

Las visitas a la Mezquita subrayarán el origen cristiano del monumento

  • Los visitantes entrarán por la Puerta del Perdón y podrán conocer a través de un juego de luces cómo evolucionó el templo · El momento culminante del recorrido será en el crucero renacentista

Las visitas nocturnas a la Mezquita-Catedral, que ahora mismo se encuentran en fase de negociación entre el Consorcio y el Cabildo Catedralicio, protegerán el mihrab, subrayarán el origen cristiano del edificio y no incluirán ningún tipo de proyección especial, aunque sí se servirán de ciertos juegos de luces para dar a conocer a los visitantes la historia del monumento y las fases evolutivas por las que ha pasado hasta tener su aspecto actual. Así se desprende al menos de las directrices que marcarán el proyecto y a las que ha tenido acceso El Día. Dichos planteamientos, que suponen un cambio respecto al espectáculo de luz y sonido que en un principio proyectaba el Consorcio, están siendo ajustados por la empresa adjudicataria de esta iniciativa, a la que se le otorgaron en su día 600.000 euros del Plan de Excelencia Turística, un plan que ahora ha pedido otra prórroga de seis meses -y van siete- precisamente porque aún no está aprobado el proyecto de la Mezquita.

La idea es que en un breve plazo se pueda aprobar un proyecto definitivo que mantenga las intenciones originales del Consorcio, aunque sea de forma general, y que respete las pretensiones del Cabildo, que en verdad señalan con bastante detalle lo que la instituticón eclesiástica desea que sea esta nueva propuesta turística, cuyo fin primordial es aumentar el ocio nocturno y las pernoctaciones.

Las mencionadas directrices disponen en concreto de un preámbulo y de doce puntos en los que se especifica todo el recorrido y lo que los visitantes podrán ver. Así, se habla por ejemplo tanto de cómo será el acceso de los turistas o de la manera en la que se abordarán las etapas constructivas del monumento, desde que era una basílica cristiana hasta su actual uso como Catedral pasando, obviamente, por la larga etapa en la que este templo hoy cristiano fue una de las Mezquitas más importantes del mundo musulmán tanto de Oriente como de Occidente. En ese sentido, los técnicos destacan en el preámbulo que lo que se le quiere enseñar a los visitantes "no es un museo, ni tampoco un yacimiento arqueológico, ni una colección de tesoros artísticos" sino un monumento que al mismo tiempo de incorporar todos esos atractivos es todavía hoy "un edificio vivo, la Catedral de una ciudad, de Córdoba", y una Catedral además "que ha sabido incorporar programáticamente y sin destruirla" una "mezquita anterior" que, a su vez, había utilizado "muchos elementos y una técnica constructiva heredada del conjunto basilical que destruyó".

Las directrices, además de defender en todo momento esta visión de la historia de la Mezquita-Catedral, disponen que el comienzo de las visitas tenga lugar en algún edificio externo al monumento, por lo que lo más lógico sería que este punto de encuentro se radicase en el futuro centro de recepción de visitantes. Allí se dispondría el servicio de venta de entradas y desde allí se dirigirían los turistas a pie hasta el acceso, que el Cabildo pretende que se realice por la Puerta del Perdón, "la más principal" de la Mezquita según las mencionadas directrices, que también indican que antes de entrar se les explicará a los visitantes la especial relación entre el templo y la ciudad. Una vez en el Patio de los Naranjos, los turistas cruzarán hasta la Puerta de las Palmas, sin que se realicén allí "proyecciones de ningún tipo" ni se toque música alguna, ya que la intención es que el protagonismo recaiga en "en las fuentes que manan en el patio y en los agentes naturales".

Tras cruzar la Puerta de las Palmas, los turistas se encontarán iluminada tan sólo la nave central de Abd al-Rahman I, ya que según los especialistas ocupa la posición y probablemente los materiales de la derruida basílica de San Vicente. La intención es en este caso, según las citadas pautas, explicar el origen del monumento como "conjunto cristiano relacionado estilísticamente con la cultura tardorromana de filiación bizantina". Sabido esto, comenzará la explicación del proceso de construcción de la Mezquita musulmana para lo que se seguirá el proceso siguiente: cada vez se iluminará una de las ampliaciones que se realizaron y al mismo tiempo se explicarán las características arquitectónicas de cada fase de expansión.

La propuesta, no obstante, se muestra más específica en el caso de la ampliación realizada en la época de Al-Hakam II, ya que dispone que no se introduzcan cables ni lámparas en las cuatro cúpulas de esta zona, del mismo modo que especifica que no se instalará material eléctrico en el mihrab, uno de los puntos más bellos de la Mezquita-Catedral. En todo caso, se plantea como solución utilizar algún tipo de iluminación desde el exterior, aunque deja esta cuestión en manos de la empresa adjudicataria. Tras esta fase, la visita seguirá por la expansión de Almanzor, momento en el que se iluminará totalmente lo queda de la antigua Mezquita para que se pueda comprender mejor "lo que aquello fue".

Cerrada esta etapa, la última fase estará dedicada a conocer cómo fue la transformación en catedral Cristiana "por voluntad de Fernando III". Los visitantes podrán ver así la Capilla Real, la nave gótica construida en tiempos de los Reyes Católicos o el crucero renacentista, en el que se pretende que la visita tenga su momento culminante gracias a una iluminación especial tanto del presbiterio, como de la cúpula, los brazos laterales, el coro y las naves adyacentes. Al mismo tiempo, se mantendrá iluminadas todas las zonas por las que habían pasado anteriormente los visitantes con la intención de reforzar la idea de que en la actualidad y desde hace todo el recinto, más allá de épocas, "es Catedral". No obstante, las directrices señalan que estas luces de las otras zonas serán suaves, "casi apagadas como corresponde a las épocas en las que fueron edificadas", mientras que el crucero estará intensamente iluminado como "evidencia de la importancia de la luz como símbolo de la revelación cristiana". De fondo, sonará música de órgano. Por último, los visitantes saldrán a la calle por la Puerta de Santa Catalina y podrán observar allí, antes de que la visita se dé por concluida, las restauraciones de las puertas de Ricardo Velázquez Bosco de los primeros años del siglo XX como símbolo del proceso de renovación del monumento que aún se sigue en nuestros días.

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