Córdoba

El paro se frena y la provincia crea empleo por primera vez desde 2007

  • La EPA refleja que los servicios amortiguan la caída de la contratación en la agricultura en la recta final de 2014 Más de 100.000 hogares tienen a todos sus miembros sin trabajo.

Un poco de luz al final del túnel. Los datos aportados ayer por la Encuesta de Población Activa (EPA) ponen números reales a lo que hasta ahora eran mensajes optimistas y, aunque no se pueden lanzar las campanas al vuelo, lo cierto es que 2014 concluyó como el primer año en el que bajó el paro y, además, se creó empleo desde que comenzó la crisis en 2014. Pese a todo, la tasa de desempleo sigue entre las más altas de España con un 33,8% lo que quiere decir que uno de cada tres cordobeses que quiere trabajar no puede hacerlo por falta de oportunidades. La tasa de Córdoba se sitúa en la zona media de la tabla en el conjunto de Andalucía, donde las provincias mejor situadas son Málaga, Sevilla y Jaén. En el extremo opuesto se sitúa Cádiz, con un nivel de paro del 42%, una cifra alarmante para esta provincia que cuenta con graves problemas estructurales en el mercado laboral desde hace tiempo y que la crisis no ha hecho más que agravar.

Los servicios han tirado del carro en la recta final del año y han amortiguado el efecto que la escasa campaña de aceituna ha tenido en la agricultura. En realidad todos los sectores productivos se han comportado de manera positiva salvo precisamente el campo. Con todo, la provincia concluyó el ejercicio con 127.400 parados, 12.300 menos que hace justo un año y 4.900 menos que en el trimestre anterior. Se trata del primer año que concluye con un descenso de desempleados desde que se inició la crisis, en 2007. Claro, que en ese año la cifra de cordobeses sin empleo era de 52.700, menos de la mitad de la que hay ahora.

Hay otra lectura positiva y es que 2014 también ha sido el primer año en el que ha crecido el número de ocupados, lo que significa que ya se crea trabajo en la provincia, sobre todo si se tiene en cuenta que también ha ido el aumento la población activa. Según la EPA, el año pasado se cerró con 248.600 ocupados frente a los 241.200 contabilizados al finalizar 2013. En todos estos números hay que tener en cuenta que no era fácil mantener un cuarto trimestre positivo tras la caída que se esperaba en la cosecha de aceituna y la influencia que este sector tiene en el empleo. Sin embargo, los servicios han salido al rescate sobre todo por parte del turismo que ha protagonizado un año histórico y que ha incrementado el empleo en las actividades relacionadas como la hostelería y el comercio. En concreto, la rama terciaria ha creado casi 10.000 puestos de trabajo mientras que la agricultura se ha resentido con 3.500 contrataciones menos. La construcción se mantiene, que no es poco, aunque ya no es ni sombra de lo que fue y es el sector con que menos ocupados cuenta: 13.500 en toda la provincia. La industria también va poco a poco y, a pesar de que aún no tiene todavía el peso que debería en la economía cordobesa, durante el año pasado consiguió 1.000 empleados más.

El paro sigue siendo en la actualidad la peor consecuencia de la crisis y un drama para miles de familias. El Instituto de Estadística de Andalucía (IEA) publicó también ayer su análisis de los datos de población activa en los que se pone de manifiesto que 100.700 hogares en la provincia de Córdoba tienen a todos sus miembros en paro, es decir, que no reciben ningún ingreso salvo las prestaciones de las que puedan ser beneficiarios. La cifra se eleva a 154.000 familias si se contabilizan las que tienen al menos una persona sin trabajo. La salida de la recesión, por tanto, no será ni mucho menos una realidad hasta que este panorama haya cambiado de manera drástica y el desempleo deje de ser un drama. Hay que tener en cuenta, además, que el paro ya no es un problema asociado a las clases bajas o a la falta de preparación. El hecho de que sea la principal preocupación de la sociedad es un dato que lo corrobora.

Otro de los asuntos que hay que tener en cuenta es que los empleos que se crean no son de la misma calidad que antes del deterioro de la economía. Así, la temporalidad alcanza al 35% de los contratos. Además, el 20% de los asalariados tiene un empleo a tiempo parcial, según los datos del IEA, lo que supone un incremento de dos puntos con respecto a 2013.

Otro de los datos a tener en cuenta de la Encuesta de Población Activa es el número de desempleados que buscan su primer empleo, la mayoría jóvenes. En 2014 un total de 17.100 personas querían conseguir meter cabeza por primera vez en el mercado laboral, casi 2.000 cordobeses más que al cierre de 2013. Esto demuestra que la cifra ha ido estabilizándose, pero que aún no se ha conseguido que la población joven tenga una oportunidad en su provincia y que es uno de los grupo que, sin duda, está sufriendo con más fuerzo los efectos de la crisis económica. Esto ha disparado la emigración entre la población joven en busca de una oportunidad.

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