Más madera a la polémica sobre propiedades municipales e inmatriculaciones. El Ayuntamiento inscribirá a su nombre en el Registro de la Propiedad la plaza de Capuchinos "en su conjunto", es decir, incluyendo el Cristo de los Faroles. En este trámite trabaja desde el pasado mes de julio la Gerencia Municipal de Urbanismo, después de que se detectasen en el inventario municipal, tal y como confirmó el concejal de Hacienda y Gestión, José María Bellido, "una gran cantidad de errores y falta de soporte documental", y evitar de este modo nuevos problemas de inmatriculaciones.

El trámite, según avanzaron ayer fuentes municipales, lo está realizando la Unidad de Gestión de la GMU y se encuentra en un estado "muy avanzado". Así, una vez culminado, se convertiría en la primera inscripción realizada por el Ayuntamiento de un bien a su nombre, después de la polémica surgida en torno a la titularidad del Triunfo de San Rafael. Todo apunta a que no será el único bien que el Ayuntamiento inscriba a su nombre en los próximos meses, ya que la GMU trabaja también "en otros muchos expedientes del mismo tipo", según detallaron ayer las mismas fuentes.

La peculiaridad de este caso en concreto es que la estatua del Cristo de los Faroles por sí misma no se puede inscribir como bien municipal en el Registro de la Propiedad. Es más, en el inventario aparecía como "bien mueble". De modo que lo que el Ayuntamiento pretende es inscribir la plaza de Capuchinos "en su conjunto" -espacio que no aparecía en el inventario-, por lo que englobaría al mismo tiempo a la emblemática estatua. Una vez realizada la inscripción, pasaría a ser de "dominio público". La plaza pertenecía al patio del convento del Santo Ángel y fue entregada por la orden religiosa a la ciudad. El monumento escultórico, por su parte data del siglo XVIII, en concreto, de 1794, y es obra de Juan Navarro León.

El edil de Hacienda y Gestión ya adelantó el pasado mes de octubre que el gobierno local quería "garantizar" que todos los bienes del Ayuntamiento, "sean históricos o patrimonio de suelo, edificios o lo que sea", se inscribieran en el Registro de la Propiedad, para evitar de este modo que "estuvieran en riesgo", aludiendo así a las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia. La ley de patrimonio de las administraciones públicas deja claro que los inventarios oficiales no protegen contra terceros, por lo que puntualiza que todo lo susceptible de inscribirse tiene que constar en el Registro de la Propiedad, sean bienes demaniales o patrimoniales.

Con esta normativa en mano, el Ayuntamiento trabaja a contrarreloj en el registro de todos los inmuebles que aparecen en el inventario y algunos que aún no están recogidos. La Junta de Gobierno Local, en esta misma línea, aprobó la semana pasada el inicio de los trámites para reclamar al Cabildo Catedralicio la propiedad de la plaza del Pocito, en La Fuensanta, inmatriculada en el año 1987, tras detectar la asesoría jurídica municipal base jurídica para ello.

Por parte de la oposición municipal, durante los últimos meses se ha denunciado en repetidas ocasiones el estado y las carencias del inventario de bienes municipal. Quien más ha profundiza en esta cuestión ha sido el concejal de Unión Cordobesa, Carlos Baquerín . En el mes de octubre pidió al alcalde, José Antonio Nieto, a través de un escrito que el gobierno municipal inscribiese el monumento del Cristo de los Faroles de la Plaza de Capuchinos "antes que la Iglesia". El edil hizo esta petición "tras verificar en el Registro de la Propiedad de Córdoba que no se hallaba inscrito" dicho enclave. El concejal insistió en la necesidad de realizar este trámite para "evitar así que la Diócesis, en sigilo, como es su costumbre, caiga en la tentación de adelantarse e inmatricular esta esencia del espíritu de la ciudad y de sus vecinos".

A principios del mes de enero el edil del partido liderado por el conocido empresario Rafael Gómez incluso registró una serie de preguntas y ruegos para el Pleno Ordinario del Consistorio, entre las que volvía a pedir que se iniciara "de inmediato los trámites precisos para la inclusión" del monumento del Cristo de los Faroles "en el inventario o relación de bienes municipales muebles o inmuebles y, en su caso, que sea inscrito en el registro público que corresponda". Baquerín preguntaba al actual equipo de gobierno el motivo por el que el citado monumento, "a diferencia de otros menos emblemáticos, no se halla aparentemente incluido en la relación de bienes demaniales que son propiedad del Ayuntamiento".