Córdoba

Rumbo a Cancún

Hay muchos destinos turísticos donde pasar unas buenas vacaciones, pero Rodrigo Moreno, sin dudarlo ni un segundo, destaca su viaje a Cancún como "un verdadero paraíso". Él recuerda con mucha nostalgia las interminables playas de arena fina, las aguas cristalinas que invitan a darse un baño y la hilera de palmeras, que cobijan de un sol que no da tregua. "Tenía todos los lujos a mi alcance, piscina a nivel de mar, jacuzzi en la terraza de la habitación, restaurantes variados donde elegir -japonés, mexicano, italiano- o el buffet libre, donde se pueden encontrar menús internacionales y comer todo lo que se quiera y de lo más variado", dice. Además, recuerda que se puede disfrutar de la especialidad de este tipo de hoteles, los cócteles. El joven asegura que los centros turísticos de Cancún se caracterizan por un animado ambiente nocturno de gente de todas las nacionalidades.

Entre las idas y venidas a la playa y las fiestas por la noche, Rodrigo recuerda que quiso salir de la "burbuja hotelera" y descubrir lo que había más allá de los muros. "No todo iba a ser fiesta y playa, uno no cruza el charco sólo para estar todo el día en la playa", afirma. Cancún se encuentra en una zona salpicada por verdaderas maravillas de arte precolombino. Entre todas las posibilidades, el joven empresario apostó por Chichen Itza, una de las ruinas mayas más grandes de México en las que se encuentra la majestuosa pirámide de Kukulkán. Otra de las escapadas la hizo a Isla Mujeres, donde se pueden encontrar algunas de las mejores playas de Cancún. La más frecuentada de todas es la Playa de los Cocos, situada en la parte Morte de la isla. La Playa Lancheros, en la parte Sur, es la más apartada y allí se pueden encontrar las famosas tortugas marinas y un área separada para nadar. Por último, allí se encuentra la Playa Garrafón, que acoge un auténtico parque nacional bajo el agua, idóneo para bucear. "Para llegar a la isla nos tuvimos que montar en un catamarán y nuestra sorpresa vino cuando vimos que la fiesta se había trasladado a la embarcación", asegura Rodrigo.

Al joven le llamaron también la atención los cenotes, cuerpos de agua dulce típicos de la zona, de caprichosas formas y distintos tamaños, producto de los ríos subterráneos que a lo largo de los años han ido emergiendo a la superficie. El resultado son lagos de agua subterránea que se encuentran abiertos al público como un atractivo turístico más. "Disfrutamos de un buen baño en estas aguas y de un paisaje alucinante", asegura.

Cancún es una zona en la que se producen las conocidas tormentas tropicales que pueden cambiar por completo los planes. Tanto, como que a veces se producen verdaderas catástrofes como consecuencia de los estragos de los huracanes. "Una noche queríamos irnos a una fiesta que duraba toda la noche y se celebraba en un barco, pero el mal tiempo no nos lo permitió", asegura.

En este tipo de destinos, cada año se dan cita cientos de estudiantes de los más diversos rincones del mundo con el objetivo de pasar un momento inolvidable con los compañeros de carrera y que permiten conocer a un sinfín de personas. "Coincidimos con cientos de estudiantes americanos que invadieron las playas y hoteles del Caribe con la idea de celebrar el fin de curso a toda marcha", afirma.

Este viaje fue alucinante para Rodrigo quien pudo compartirlo con su amigo y compañero de viaje, Fran. "Desde el momento en que llegamos, la operación Cancún estaba en marcha y planeada al milímetro", afirman. Juergas por la noche en las discotecas más famosas de la zona, donde "se montaban unas fiestas increíbles como la fiesta del bikini, "la cual me trae muy gratos recuerdos" o "la fiesta Coronita que tampoco se queda atrás". Inmensos templos con formas de pirámide que parecen llegar al cielo, paisajes naturales paradisiacos difíciles de olvidar. Nueve días en la gloria.

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