Córdoba

El Defensor del Profesor recibe un 54% más de quejas por insultos y amenazas

  • El servicio de asistencia telefónica de ANPE presta ayuda en Córdoba a 17 profesionales de la enseñanza durante el curso 2013-2014

En apenas un curso, el número de docentes que ha tenido que recurrir al Defensor del Profesor -una asistencia telefónica que ofrece el sindicato ANPE- por recibir amenazas e insultos en el aula ha aumentado un 54,5%. La organización sindical dio a conocer ayer su balance anual que refleja que en Córdoba fueron hasta 17 los profesores que acudieron el curso 2013-2014 a este programa ante el comportamiento amenazante de sus alumnos y también de sus familias. Se trata de un incremento más que destacado, porque en el ejercicio anterior el número de docentes que pidió ayuda en este servicio fue de 11.

Para el responsable del sindicato ANPE en Córdoba, Francisco Luque, este incremento en la atención prestada desde el Defensor del Profesor se basa en los efectos de la crisis económica, los recortes y su aplicación en colegios e institutos. Así, señala que los profesores ahora se encuentran con "más horas lectivas y más alumnos por aula, por lo que el clima de rechazo al docente también se incrementa". La mayor parte de los casos se registran en las aulas de Secundaria y, según el responsable de ANPE, algunos alumnos llegan, por ejemplo, a esperar al profesor a la salida de clase para amenazarle, mientras que en otros casos llegan a rayarle el coche. Luque destaca que en la mayoría de los casos atendidos por el Defensor del Profesor no ha habido agresiones físicas.

El dirigente sindical también advierte de que los estudiantes ya no son los únicos que amenazan o insultan a los profesores, sino que también hay familias que se comportan de la misma manera. "Las denuncias, amenazas y acoso por parte de los padres también se han incrementado", reconoce. Entre otros ejemplos, el responsable de ANPE expone algunos de los comentarios que hacen las familias a los docentes, tales como que su hijo "no ha sacado la nota que merece" o que "se le discrimina en clase". Pero el docente no sólo se enfrenta a los alumnos y la familia, sino también a sus propios compañeros, según Luque. Así, hasta el Defensor del Profesor también han acudido profesionales denunciando que "se ven perseguidos y presionados por el equipo directivo de su centro". No obstante, reconoce que estos ejemplos "son la mínima parte" de los casos atendidos.

Ante todos estas situaciones, el dirigente de ANPE alerta de las consecuencias que para la salud del docente pueden acarrear estos comportamientos, ya que hay algunos profesores que acaban "con estrés y depresión y tienen que pedir la baja".

La tendencia en los casos registrados por ANPE en Córdoba en los últimos cuatro años ha sido variable. Por ejemplo, en el curso 2010-2011 el servicio prestó atención a 19 profesores y es, hasta el momento, el periodo que ha registrado el mayor número de demandas. Un año más tarde, según los datos aportados por el sindicato, la cifra de docentes que pidieron ayuda a este servicio se redujo a la decena, mientras que en el curso 2012-2013 el número llegó a los 11 casos.

Por todo ello, desde ANPE consideran que el balance del curso 2013-2014 en Andalucía muestra "la insuficiente consideración social de los docentes, la falta de inversión educativa y las decisiones administrativas unilaterales que ignoran la opinión de los profesionales de la enseñanza". "Como consecuencia de la sucesiva reducción de recursos, la educación andaluza y su profesorado se han visto perjudicados un año más de forma general, pero muy particularmente en la atención al alumnado con mayores necesidades educativas", señala y destaca que en toda Andalucía han atendido a 176 docentes. La organización sindical, además, insiste en la necesidad de mantener este servicio ante "las denuncias recibidas sobre los problemas tanto de convivencia entre los sectores de la comunidad educativa como los relacionados, de una forma u otra, con la Administración".

Fue en 2005 cuando ANPE puso en marcha este servicio, desde el que presta apoyo psicológico y jurídico, además de atención de carácter administrativa. Entre otros consejos, el sindicato expone que si el profesor tiene problemas con las familias no tienen que atenderlos en solitario e insiste en que en este tipo de casos el docente acuda al encuentro acompañado por algún compañero.

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