Córdoba

La escuelas católicas exhiben su fortaleza

  • La jornada supera todas las expectativas y reúne a más de 5.000 personas Los organizadores plantean repetir el año que viene tras el éxito de la iniciativa

Juegos, diversión, camaradería y, por qué no, una demostración de que ocupan un espacio importante en la sociedad cordobesa. Son algunos de los calificativos con los que se podría definir lo que ayer fue el Encuentro con la escuela católica en la Catedral, que ayer congregó en el patio de los Naranjos de la Mezquita a miles de personas, más de las 5.000 que había previsto la organización. El punto de encuentro fue el alrededor de la torre de la Calahorra, donde en torno a las 10:00 se fueron congregando familias y alumnos de numerosos colegios de la enseñanza concertada, desde Peñarroya-Pueblonuevo hasta Puente Genil y de este a oeste de la provincia. Los más rezagados aligeraban el paso desde el paseo de la Ribera para incorporarse lo antes posible a a su centro escolar y, con puntualidad británica, a las 10:30 dio comienzo una marcha festiva que comenzó a llenar poco a poco el Puente Romano, que ya había sido cortado previamente por la Policía Local.

Una marea humana fue ocupando la vía, corroborando cada minuto que eran muchos los que se habían comprometido de verdad para participar en esta jornada festiva. Los primeros pisaban ya la Ribera cuando aún los de atrás ni siquiera habían alcanzado la Calahorra, todo ello mientras canciones y palmas anunciaban que había ganas de pasarlo bien. En primer término los responsables provinciales de Escuelas Católicas, Antonio Guerra y José Juan Jiménez Güeto, no ocultaban su satisfacción por la respuesta obtenida. Alumnos, maestros, madres y padres llegaron al patio de los Naranjos poco antes de las 11:00 y poco a poco fueron llenando el inmenso recinto. Allí empezó la fiesta. Juegos, cantes, bailes y la tranquilidad de que el sol brillaba con fuerza e invitaba a disfrutar. Al fondo, una exposición con la obras social de muchos de los centros participantes daba cuenta del trabajo que se realiza en estos colegios y de su compromiso con muchas causas.

De hecho, hasta quedaron en un segundo plano algunos detalles que los responsables de la organización quisieron pasar por alto, pero que eran evidentes, como la ausencia de algunos colegios que dependen de la fundación del Obispado de Córdoba o la ausencia del propio obispo, Demetrio Fernández, quien se presumía que oficiaría la Eucaristía prevista, pero que al final delegó por encontrarse en la toma de posesión del arzobispo coadjutor de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Celso Morga. Pese a que este gesto no fue del agrado de muchos de los asistentes, tampoco emborronó una jornada en la que los más pequeños fueron los auténticos protagonistas.

El presidente de Escuelas Católicas, Antonio Guerra, calificó ayer como "éxito" la jornada de encuentro que, aunque aclaró que no tenía como objetivo reivindicar nada, sí que fue una oportunidad para "hacernos visibles". Guerra agradeció la presencia de "padres, profesores y alumnos" y de todo el personal de la Catedral "que nos ha ayudado a vivir un día de gozo y alegría". El responsable de la organización de aseguró que "se han superado todas las expectativas" ya que, en principio, se esperaba contar con alrededor de 3.500 personas y finalmente fueron más de 5.000 las que desde primera hora de la mañana se dieron cita en el entorno de la Calahorra. Guerra destacó la presencia de "muchos colegios de la provincia" y aseguró que ha sido una oportunidad para respaldar esta opción educativa además de mostrar así el apoyo de los centros al 775 aniversario de la Catedral.

Esta es la primera vez que se organiza una concentración de este tipo en las escuelas católicas, ya que cada congregación suele hacer sus jornadas de convivencia de manera individual. Tal ha sido el éxito que no se descarta que el año que viene se vuelva a repetir la cita. "Ya me lo han pedido", apuntó Guerra, quien no descartó que pueda haber una continuidad en esta iniciativa, que surgió a petición del Cabildo Catedralicio. El presidente de Escuelas Católicas excusó la ausencia del obispo por "un compromiso de última hora fuera de Córdoba" e insistió en los agradecimientos a todo el personal que hizo posible una jornada de convivencia histórica entre los centros escolares.

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