Ya hay fecha. El próximo martes 4 de noviembre el Cabildo iniciará las visitas turísticas a la Torre de la Mezquita-Catedral, una parte del templo que permanecía cerrada desde 1990 y cuya apertura había sido muy demandada por los visitantes. Está previsto que ese día haya un pase privado para explicar todos los detalles de la iniciativa y la intención es que ya desde el martes se ofrezca este nuevo atractivo turístico al público en general, según confirmó ayer a El Día el canónigo responsable de Turismo en el Cabildo, Manuel Montilla. La institución eclesiástica presentó a finales de 2013 el proyecto de la apertura turística de la torre con la previsión de que se pusiera en marcha a lo largo de 2014. "Hemos cumplido", apuntó Montilla, aunque matizó que lo importante no es haber satisfecho el plazo que se impusieron sino que "por fin vamos a abrir este espacio y todo el mundo lo va a poder disfrutar".

Aunque no será hasta el martes cuando se desvelen más detalles sobre el precio y horarios de las visitas, lo cierto es que Montilla adelantó que por la propia estructura de la torre solo se accederá a ella a través de grupos "pequeños de no más de 20 personas" y en distintos horarios. La visita permitirá "acceder al segundo alminar", que es la parte más visible, pero también habrá un ascenso "hacia la zona más alta", que es la del campanario. En este sentido, Montilla dijo que se explicará a los turistas el rezo a través del toque de las campanas, aunque precisamente a la hora en que esto se produce, a las 12:00, no se podrá visitar la torre. De hecho, los turnos de visita se han programado por las tardes. Además del ascenso y la propia permanencia en uno de los enclaves más significativos de Córdoba, la visita permitirá también obtener unas vistas panorámicas privilegiadas, apuntó el canónigo. Hay que tener en cuenta que la torre, a 40 metros de altura, se erige como el punto más alto de la capital. Montilla aclaró que durante todo este tiempo se han acometido los trabajos de restauración de la torre tras más de dos décadas cerrada. El equipo de arquitectos que ha liderado este proyecto está formado por Gabriel Ruiz, Sebastián Herrero y Gabriel Rebollo.

El alminar originario fue construido en el siglo X, en época de Abderramán III, y de forma contemporánea a Medina Azahara y destaca no sólo por la influencia en otras torres similares, sino también por su peso en la arquitectura cristina y románica en toda España. Con posterioridad, tras la conquista cristina, el alminar fue convertido en campanario, para lo cual se eliminó el cuarto desde donde el almuédano llamaba al rezo cinco veces al día y se sustituyó por las campanas.

Más tarde, en el siglo XVI, Hernán Ruiz III, el hijo del autor de la Giralda, hizo una operación paralela a la realizada en Sevilla y montó un cuerpo de campanas sobre el alminar. Dos siglos después, coincidiendo con el terremoto de Lisboa y cuando la torre empezaba a estar muy deteriorada, se forró el alminar y se macizó la fachada.

La Mezquita-Catedral fue declarada este verano por TripAdvisor -la mayor web de viajes del mundo- como el mejor sitio de interés turístico europeo por segundo año consecutivo. El poder de atracción de este monumento es innegable y cada año más de un millón de personas lo visitan. El Cabildo ha puesto en marcha en los últimos años iniciativas relacionadas con la visita del templo con el objetivo de contribuir al incremento de pernoctaciones, que es el gran caballo de batalla del turismo cordobés. Un ejemplo es la iniciativa El alma de Córdoba, una espectáculo nocturno de luz y sonido que ha tenido una gran repercusión.