Un año y medio después, el contingente de la Brigada de Infantería Guzmán El Bueno X (Brimz X) vuelve a Líbano para colaborar con las fuerzas armadas del país de Oriente Próximo y atender así la resolución 1.701 de la ONU. Para la misión, la Brigada con base en Cerro Muriano prepara desde hace meses a los cientos de militares que se desplazarán hasta Líbano a fin de servir como método de control, y que la tensión que se vive en el país no se incremente por los conflictos internos y limítrofes.

Dentro de esa preparación, la base cordobesa vivió ayer una de las fases más destacadas de la formación, una evaluación de capacidades para comprobar que los militares que se desplazarán a esta zona del oeste de Asia el próximo 13 de noviembre conocen y cumplen las acciones a llevar a cabo en caso de conflicto.

A las ocho de la mañana, cuando en Cerro Muriano se izaba la bandera, hasta 150 militares se preparaban para comenzar el ejercicio CFX (Command Field Exercise), en el que los profesionales se despliegan para simular un caso que podría darse en la realidad. Junto a otras pequeñas unidades, el ejercicio desplegó al Cuartel General de la Brigada del Líbano, al Grupo Táctico Ligero Protegido y a la Plana Mayor de la Unidad Logística, como paso culminante del proceso de preparación del contingente.

Las primeras patrullas comenzaron a desplazarse hacia el campo de tiro y maniobras de Cerro Muriano, donde se desarrolló la parte más práctica de la operación, que se completaba mientras tanto en la base, simulando un Puesto de Operaciones (OPSCEN) similar al que tendrán al sur de Líbano. Las distancias y los tiempos son parte fundamental a la hora de recrear un posible caso en tierras de conflicto, por lo que en el ejercicio de evaluación de capacidades se intenta simular lo más fielmente posible la zona. Tal y como explica uno de los encargados de la misión, el teniente coronel González Villegas, se trata de extrapolar un mapa de la zona de contingencia al territorio de la base militar cordobesa, superponer ambos territorios para que el realismo sea casi total.

Con todos los efectivos en la zona, la simulación de la emboscada dio comienzo. Ya en materia, un convoy formado por cinco vehículos se dispone a recorrer la zona y el perímetro, cuando el primero de ellos se topa con un artefacto explosivo improvisado, conocido como IED por su significado en inglés, Improvised Explosive Device, causando posibles heridos. A los pocos minutos, detona otro artefacto unos metros más atrás, y de nuevo algunos efectivos pueden haber sufrido consecuencias físicas. Justo después, las labores consisten en dar seguridad a las tropas de la Brigada y avisar tanto al centro de operaciones como a las Fuerzas Armadas libanesas, que son las que pueden actuar sobre el terreno. "La ONU y España somos invitados en Líbano", recuerda el teniente coronel González Villegas, por lo que la misión no es otra que dar seguridad a las tropas españolas y dar cuenta a los encargados libaneses para que ellos sean los que estudien lo que ha pasado. El ejercicio de evaluación incluye un grupo de civiles simulados, que pueden pertenecer a células terroristas y a los que hay que contener para que no se acerquen hasta los accidentes. Asimismo, también se recrea la llegada de las tropas libanesas hasta el lugar de los hechos.

Todo el dispositivo, que finalmente se salda con un fallecido, fue observado en tiempo real tanto desde el centro de operaciones en Cerro Muriano como desde la Capitanía General de Burgos, de donde provienen aquellos que otorgan la evaluación final.

Con todo ello, a finales de este mismo mes se celebrará el acto de despedida de la Brigada que, de forma escalonada, llegará a Líbano a mediados de noviembre para proporcionar a esta zona de Oriente Próximo la seguridad necesaria para su desarrollo social.