Los gestos de recuerdo hacia Ruth y José, los niños que perdieron su vida en Córdoba hace ya casi tres años a manos de su padre, no dejan de sucederse y es probable que así siga siendo durante mucho tiempo pues un suceso tan trágico y oscuro deja huella y conmueve. Si la ciudad de Córdoba decidió dedicarles un parque el año pasado, ahora ha sido el Ayuntamiento de la localidad onubense de San Bartolomé, donde desde el pasado sábado reposan los restos de los pequeños, el que se ha decidido a instalar allí una escultura que los rememora en un instante de felicidad. Ruth y José, tal como se puede ver en la imagen adjunta, aparecen subidos ambos en una motocicleta de juguete sobre la que se posan dos palomas, por lo que la figura representa el candor infantil y el recuerdo angelical que los dos niños dejaron entre todas las personas que los conocieron.

La decisión del Consistorio onubense de colocar en el camposanto esta obra ha sido recibida con emoción y agradecimiento por la madre de los niños, Ruth Ortiz, que ha redactado una pequeña nota de agradecimiento. La progenitora se muestra satisfecha de que la escultura se haya ubicado en un rincón "de paz" y tranquilidad y de que sirva para guardar memoria de los niños. Ortiz reseña además sus propios vínculos por este municipio, de donde era su padre y en el que ella misma reconoce que pasó algunos de los momentos más felices de su vida cuando era pequeña.

Con el entierro de los restos de Ruth y José se ha cerrado un largo calvario en el que la madre siempre ha demostrado entereza a pesar de las durísimas circunstancias vitales que le ha tocado afrontar. El sepelio ha sido posible una vez que el Supremo ha confirmado la pena de 40 años a José Bretón por acabar con la vida de los dos en la finca cordobesa de Las Quemadillas a comienzos de octubre de 2011. Ruth Ortiz pide ahora respeto para poder intentar seguir hacia delante una vez que el proceso judicial da ya sus últimos coletazos en el Constitucional.