El campo

Las cadenas de distribución hacen su 'agosto' al disparar los precios

  • Se dispara la diferencia de precios entre campo y mesa en los productos afectados por el veto.

Melocotones y nectarinas, principales productos agrarios afectados por el veto de Rusia a las exportaciones europeas, multiplicaron por diez su precio del campo a la mesa durante el mes pasado. Así lo reflejan los datos del último Índice de Precios Origen-Destino de los alimentos (IPOD), el correspondiente al mes de agosto, que constata una caída de los precios en origen de estas producciones a los 17 céntimos por kilo mientras que en destino se han situado en 1,85 euros por kilo en el caso del melocotón (+988%), y 1,70 euros por kilo en el caso de la nectarina (+ 900%). En el mismo mes del año 2011 (verano en el que se notaron los efectos de la grave crisis de la bacteria e-coli en el mercado), las cotizaciones de los melocotones en el campo cayeron hasta los 22 céntimos por kilo pero de cara al consumidor lo hicieron de manera más proporcionada, hasta los 1,58 euros por kilo (+618%). Sin embargo, el diferencial más elevado lo protagoniza la patata, cuyo desplome en origen (0,06 euros por kilo) dispara el margen al 1.050%. El efecto del veto ruso también su reflejo en otras frutas; manzanas (+680%) y peras (+ 580%) se anotan diferencias por encima del 500%.

El Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos recoge la evolución mensual de los 25 alimentos más básicos de nuestra dieta. Este informe está elaborado por la organización agraria COAG en colaboración con las asociaciones de consumidores UCE y Ceaccu. Respecto a los datos que recoge el informe, el secretario general de COAG, Miguel Blanco, insistió en que "los precios en origen se han hundido con la colaboración necesaria de la especulación por parte de intermediarios y las grandes cadenas de distribución europeas, que han aprovechado el veto ruso para bajar los precios al productor sin repercutir esa bajada al consumidor, obteniendo unos márgenes comerciales desorbitados. Blanco aprovechó para, en nombre de la organización que dirige, reclamar  al Gobierno central una aplicación rigurosa de la Ley de la cadena alimentaria e instó a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) a abrir una investigación para evitar la especulación y sancionar a todas aquellas cadenas de distribución que utilicen prácticas comerciales abusivas e ilegales. Asimismo, desde esta organización se pidió responsabilidad a la distribución para ajustar sus márgenes y fomentar de esta manera el consumo.

El IPOD recoge asimismo que productos como las aceitunas incrementaron su precio durante el pasado mes un 528% del campo a la mesa, por un 29% del aceite de oliva virgen extra, mientras que el de la leche de vaca experimentó un alza del 148% entre origen y destino. Precisamente, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos hizo especial hincapié en "la inquietante tendencia a la baja que han experimentado los precios de la leche en el campo desde enero de 2014 (-18,7%)", denunciando "las inasumibles rebajas anunciadas por la industria para el mes de agosto, que dejarían el litro entre 32 y 34 céntimos según zonas, cifras que sitúan las explotaciones en el umbral de la rentabilidad. "A todo ello hay que sumar también los efectos del veto ruso en la cotizaciones internacionales de los productos lácteos, que ya se están presionando a la baja a los precios percibidos por los ganaderos europeos, caso de Alemania y Reino Unido", alertaron desde la organización agraria. "En España, el impacto del veto ruso puede venir en forma de excedentes de leche líquida de aquellos países de centro Europa que están más afectados por el embargo. Somos deficitarios en leche y la importación a bajo precio puede provocar un desplome mayor de los precios percibidos por el ganadero", añadieron.

En este sentido, COAG considera que las medidas propuestas hasta el momento por la Bruselas para compensar los efectos del veto de Rusia resultan claramente insuficientes y, por ello, ha solicitado por carta a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que interceda ante la Comisión Europea para reclamar la puesta en marcha de medidas adicionales temporales entre las que se encontraría la compensación económica con fondos públicos para aquellos productores que, por efecto de la crisis, comiencen a ver comprometido el nivel de rentabilidad de sus producciones; así como el envío de alimentos a países en situación de emergencia humanitaria o a las redes de bancos de alimentos estatales dentro de la propia UE.

Desde COAG también demandan el impulso de un plan de reducción voluntaria indemnizada de la producción a nivel de explotación en el marco de la UE. "Se trataría de una medida coordinada por la propia Unión Europea en la que se respetarían unos compromisos mínimos de reducción de la producción en cada país. El objetivo sería que los ganaderos pudieran acogerse a este plan voluntariamente, pero respetando una coordinación a nivel comunitario que garantizase que ningún país redujera sus volúmenes en tal medida que implicara un riesgo de ejercer de sumidero del resto de producciones europeas", concluyeron.

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