Durante los primeros seis meses del presente año las carreteras cordobesas han registrado tres accidentes menos que en el mismo período de 2013, lo que no ha evitado que el número de víctimas aumente. La Dirección General de Tráfico ha contabilizado 11 víctimas mortales por las diez del pasado año, así como siete heridos más. Han sido 547 accidentes los registrados en la primera mitad del año, por los 550 del pasado curso en las mismas fechas. El balance, según afirmó ayer el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, es favorable puesto que "no sólo son datos buenos, sino que los datos que le preceden también son positivos". "Las carreteras cordobesas, en cuanto a accidentabilidad, tienen unas cifras muy buenas", añadió Primo Jurado.

"Lo más importante es que tenemos menos accidentes; una vez producidos estos, las consecuencias son bastante imprevisibles", aseguró el Jefe Provincial de Tráfico, José Antonio Ríos Rosas, quien aclaró que "es importante tener en cuenta que estas cifras son provisionales y se refieren a los accidentes mortales ocurridos en las vías interurbana y tomadas hasta las 24 horas de producirse el incidente".

Que el balance sea positivo, según explicó el subdelegado del Gobierno en Córdoba, se debe a "la continua mejora en la red de carreteras y el incremento del número de agentes, el cambio de comportamiento y mejor concienciación de los conductores, el esfuerzo de los agentes de Tráfico de la Guardia Civil, la implicación de los policías locales y la labor de los diferentes medios de comunicación". Tanto en 2013 como en 2014 la mayoría de los accidentes mortales se han producido en carreteras convencionales, que además han incrementado su registro durante este año, y se ha experimentando un descenso del número de percances en autovía. Los accidentes con víctimas mantienen su patrón habitual; en más de la mitad de los casos se debe a una salida de vías. Asimismo, la distracción es el factor que está presente en la mayoría de los accidentes, siendo mayor su importancia en 2014 que en el año anterior. La cifra registrada de atropellados es también alentadora; éstos se han reducido de diez a cuatro. En cuanto a los meses de más siniestralidad, fue febrero de este año con un total de 49 percances, mientras que en 2013 el peor mes fue el de marzo con 52. Por días de la semana, el martes fue el más peligroso en los dos últimos años.

Ríos Rosas destacó la antigüedad de los vehículos como uno de los factores a considerar en los accidentes de tráfico. Tanto en 2013 como en el presente año, más del 60 % de los vehículos implicados en los incidentes de la provincia tenían ocho o más años de antigüedad.

El semestre se ha cerrado sin ningún peatón como víctima mortal , en comparación con los tres del curso anterior. La edad del 66% de los conductores fallecidos estaba entre los 21 y los 34 años y la de los pasajeros era de más de 55 en el 80% de los casos.

El Jefe Provincial de Tráfico aprovechó la ocasión para exponer un balance general de cómo está transcurriendo la Operación Especial Verano 2014 y aseguró que "los datos reflejan cifras inferiores al mismo periodo del año pasado". "Concretamente se han producido cuatro accidente menos y se han registrado cuatro heridos graves y 27 heridos leves, lo que supone cuatro y tres menos respectivamente en comparación con el año pasado", apuntó Rosas. Primo Jurado siguió una línea similar y resaltó que, al igual que hicieran en la operación salida de julio, ya están preparados para afrontar la operación de salida de agosto, "en la que estarán 170 agentes de tráfico de la Guardia Civil dispuestos a garantizar la seguridad del tráfico en las carreteras".

La próxima operación especial que pone en marcha la DGT comenzará el 31 de julio a las 15:00 y terminará el 3 de agosto a las 24:00. En este período se prevén 130.000 desplazamientos con origen en los grandes núcleos de población y destino en los diferentes enclaves turísticos del litoral. Desde Tráfico intentarán dotar de seguridad y fluidez las carreteras de toda la provincia con varias medidas, como la regulación del tráfico, la facilitación de información de los tiempos de recorrido en los paneles de mensaje o la intensificación de los controles de velocidad y alcoholemia.