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La vinculación con Córdoba

Vestigios en Córdoba de un Rey

  • Don Juan Carlos y Doña Sofía visitaron por primera vez Córdoba como Príncipes en 1964 y como Reyes el 3 de abril de 1976. La última ocasión en que acudieron juntos fue en 2006.

De las casi cuatro décadas como Rey de España, Juan Carlos I, ha visitado Córdoba hasta en una decena de ocasiones. En todas ellas, tanto con la Reina como él en solitario han tenido una excelente acogida y siempre el monarca ha dado muestras de su tan conocido tono y comportamiento campechano del que siempre se ha hablado y que tanto le ha caracterizado en sus múltiples intervenciones al saltarse el protocolo. En todos estos años, Córdoba ha vivido grandes cambios y acontecimientos y, en algunos de ellos, el Rey, junto a la Reina Doña Sofía, han sido también protagonistas. 

 

La primera ocasión en la que acudió el Rey Juan Carlos I a Córdoba aún vivía Franco y él mismo era todavía Príncipe de Asturias. La fecha elegida fue el 4 de diciembre de 1960; ni siquiera estaba casado con la Reina. En aquella ocasión, el gobernador civil intentó que el alcalde, Antonio Cruz Conde, no los recibiera. Una misión que abortó de manera decidida el primer edil. Esa fue la primera ocasión en la que el por entonces Príncipe inició una relación con la ciudad, y también con la provincia, que ha sabido cultivar en todo este tiempo. Apenas cuatro años más tarde y ya casados, ambos regresaron a Córdoba y en su estancia decidieron visita a la Señora de Córdoba, la Virgen de los Dolores. Ambos cumplían así una tradición de la Monarquía española y su devoción hacia la titular mariana de la cofradía servita, que han transmitido a una de sus hijas, en este caso a la Infanta Elena, que no dudó en ir hasta San Jacinto allá por los años 80 del pasado siglo. Fue la reina Isabel II la que inició la devoción de la Casa Real española con la Señora de Córdoba, puesto que en septiembre de 1862 la visitó. Aunque estaba prevista su llegada, el Rey Alfonso XII finalmente suspendió su visita, mientras que su hijo, Alfonso XIII, fue el encargado de conceder el título de Real a la hermandad servita. 

 

Siendo todavía príncipes, Don Juan Carlos y Doña Sofía inauguraron el Parque Figueroa el 10 de junio de 1970. También en esta ocasión, regresaron a San Jacinto para rezar ante la Virgen de los Dolores. Esta visita no se quedó sólo en la capital, ya que también se desplazaron a diversos municipios de la provincia para conocer a la población cordobesa. 

 

Pasaron los años y habría que esperar hasta 1976 para que los ya Reyes de España volvieran a Córdoba. En concreto, fue el 3 de abril, una jornada histórica en la que la ciudad se echó literalmente a la calle a modo de bienvenida en la que era la primera visita oficial de los Reyes de España. La plaza de las Tendillas fue uno de los escenarios en las que más público se concentró y el Rey, que recibió el Blasón de la Ciudad, ofreció un emocionado discurso. No se olvidaron en esa ocasión los Reyes de regresar al Parque Figueroa, el mismo que inauguraron como Príncipes para conocer cómo había evolucionado en todo este tiempo. En este emocionado viaje, por la respuesta de los cordobeses  tanto de la capital como de la provincia -acudieron a varios municipios como el de Pozoblanco-, Don Juan Carlos y Doña Sofía también se encargaron de inaugurar el Hospital Universitario Reina Sofía. En todas estas ocasiones, la Mezquita-Catedral también fue paso obligado para ambos. 

 

Es más, según cuenta el presidente del Cabildo Catedralicio, Manuel Pérez Moya, las relaciones con la Casa Real "han sido perfectas" en todos estos años. Confiesa también que la Reina Doña Sofía ha regresado a la Mezquita-Catedral en varias ocasiones en "visitas privadas". "Una de las cosas que más le llama la atención es la conservación y el cuidado" del monumento, asegura. Apenas un lustro más tarde, el 2 de abril de 1981 miembros de la Corporación municipal -en este caso fue Julio Anguita, como primer edil- entregaron al Rey Juan Carlos I la Medalla de Oro de la Ciudad, en una ceremonia que se celebró en el Palacio de la Zarzuela.

 

Pasaron de nuevo cuatro años hasta que el 27 de mayo de 1985 el monarca volvió a Córdoba, aunque esta ocasión se quedó en la base de Cerro Muriano para conocer las obras de transformación del CIR-IV. El décimo aniversario del centenario de la Mezquita-Catedral -un año más tarde de su anterior visita- fue otra fecha que trajo, de nuevo, a los Reyes a la capital cordobesa. Casi ocho años después, el 9 de septiembre de 1994 es de nuevo el Rey el que llega a Córdoba para la inauguración de la nueva Estación de tren , que trajo la Alta Velocidad a la provincia. Muy ligados al ámbito universitario, Don Juan Carlos y Doña Sofía fueron los encargados de oficiar la apertura del curso académico de la Universidad de Córdoba (UCO) el 24 de septiembre de 1997. Por aquellos años, el actual rector de la UCO, José Manuel Roldán Nogueras, era director del Servicio de Educación Física y Deportes de la institución académica. Ahora, 17 años más tarde y apurando sus últimos días al frente del Rectorado, Roldán Nogueras asegura que el balance de Juan Carlos I y su reinado "es enormemente positivo y como rector quiero destacar el apoyo que siempre ha demostrado al mundo universitario". 

 

Aunque en sus visitas no coincidió como alcalde de Córdoba, Rafael Merino asegura que con el monarca siempre ha mantenido "un trato muy cordial". "El Rey tiene muy buen sentido del humor y en sus visitas fue muy divertido y agradable", relata.

 

Sin duda, 2001 fue un año muy importante para Córdoba y los Reyes viajaron hasta en dos ocasiones a la capital. Eso sí, en la primera -el 20 de marzo- vino sólo Juan Carlos I, en concreto, para observar las tácticas y las pruebas de funcionamiento de los vehículos de combate Pizarro en la base militar de Cerro Muriano. Un par de meses más tarde, el 3 de mayo de 2001, los Reyes inauguran la exposición El esplendor de los Omeyas, compuesta por más de 300 piezas de esta dinastía expuestas en Medina Azahara. Sin duda, fue otra de las grandes visitas de los monarcas de la que bien se acuerda la que por aquella época era su alcaldesa, Rosa Aguilar, para quien ambos "han sabido estar la lado de Córdoba" en todos estos años. La ciudad -dice con orgullo- "ha contado con el afecto de los Reyes y ellos también han demostrado que saben bien el valor que tiene Córdoba". La actual diputada nacional del PSOE confiesa que durante la estancia de los Reyes se vivió alguna que otra anécdota que ahora sale a la luz, aunque de manera somera. Uno de ellos, según explica Aguilar, fue cuando ella misma ofreció el bastón de la ciudad a Don Juan Carlos durante la visita -del que no se deshizo hasta el final- y "que lo utilizó para llamar a la Reina". O cómo el propio Rey a la salida de la Mezquita-Catedral preguntaba dónde estaba Aguilar porque "había salido antes por cuestión de protocolo". 

 

Quien bien sabe de los gustos de los Reyes de España es el historiador Luis Recio por la visita conjunta que realizaron en 2001. Recio recuerda casi al detalle la estancia de Sus Majestades porque, tras salir de "Medina Azahara y cenar en la Diputación, tuve el honor de explicarles la historia de la Mezquita-Catedral". Aquella visita -rememora- "empezó a las 22:15 y se prolongó hasta cerca de las 00:45". Como curiosidad, el historiador asegura que "al llegar al Coro de la Catedral y al hablar de la madera de la que estaba hecha, el Rey preguntó de qué tipo era". "Respondía que era madera de caoba de Cuba y él respondió: de mi amigo Fidel". 

 

La entrega de las Medallas de Oro a las Bellas Artes fue la última visita de los Reyes de España a la capital cordobesa, un acto que se celebró en la Capilla de Villaviciosa de la Mezquita-Catedral en presencia de representantes de las instituciones públicas y la sociedad cordobesa. Una cita en la que el Rey volvió a destacar la multicultalidad de Córdoba y se refirió a ella como "ejemplo de encuentro de pueblos y sabidurías". Tras el acto, los Reyes eligieron el restaurante El Churrasco para almorzar y, posteriormente, pasar la siesta en su hospedería. De ello dan cuenta ahora desde el complejo hotelero. "Los dos comieron en la Bodega, en un salón privado", señalan. El trato que ofrecieron tanto a los propietarios como al personal "fue muy cordial". "Nos enteramos que venían pocos días antes y su presencia fue un orgullo para nosotros", anotan y ensalzan que las medidas de seguridad que se tomaron "fueron muy elevadas". Como ejemplo de saltarse el protocolo, las fuentes consultadas por El Día recuerdan que los Reyes se hicieron una fotografía con toda la plantilla y que Concepción Rodríguez, la mujer de Rafael Carrillo -el propietario- entregó a la Reina un cuadro con la imagen de la Infanta Leonor en punto de cruz. 

 

Junto al restaurante El Churrasco, otro de los establecimientos que ha recibido la presencia de algún miembro de la Casa Real -como la propia Reina en sus visitas privadas- ha sido Bodegas Campos, según explica su máximo responsable, José Campos, quien confiesa que el único que no ha pasado por allí ha sido el Rey Juan Carlos I y sí la Reina junto a su hermana y a una primera en una visita privada. Con todas estas visitas a Córdoba en los últimos casi 40 años, los Reyes han mostrado, sin duda alguna, su compromiso con la ciudad y la provincia. Una tarea que ya han comenzado a seguir los todavía Príncipes de Asturias, que también se han dejado seducir en varias ocasiones por el esplendor de la capital cordobesa en varias ocasiones. 

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