La bacteria klebsiella -que obligó a aislar a un grupo de siete pacientes hace unas semanas- no es un incidencia nueva para los profesionales que trabajan en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, sino que hay constancia de ella desde hace muchos meses e incluso más de un año y medio. Así lo han confirmado a el Día fuentes sanitarias, quienes han señalado que se detectó por primera vez en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y que llegó al complejo sanitario cordobés "importada de otra UCI", indicaron las mismas fuentes.

Así, fue una paciente que fue atendida en un hospital de Italia la que contrajo esa bacteria y, una vez que fue trasladada hasta el Reina Sofía la propagó al espacio de cuidados intensivos del centro sanitario cordobés, "todo ello hace ya más de año y medio, con lo que no es algo nuevo para los profesionales". Estas fuentes insistieron en que "es un error demonizar" la klebsiella, puesto que se trata de una bacteria que por regla general no tiene efectos sobre las personas y sólo en determinados caso, sobre pacientes con cuadros muy graves, puede tener algún tipo de incidencia. Añadieron que "acabar con ella lleva su tiempo", principalmente porque se trata de una especie "que es muy difícil de eliminar ya que es muy resistente a algunos antibióticos", como demuestra la ineficacia en ese sentido en el Reina Sofía.

Para su destrucción no sólo serían necesarias una serie de medidas de aislamiento médico, sino otras de se corresponden a ámbitos no facultativos, como el control de entrada y salida de personas al Reina Sofía a todas horas y de manera continua, lo que dificulta que las aplicaciones que se realicen tengan más éxito. "Con el actual sistema de puertas abiertas es complicado", señalaron las fuentes consultadas por este periódico, sobre todo en esta modalidad de la bacteria, la denominada klebsiella pneumoniae, capaz de "degradar cualquier medicamento" por su propia tipología. Algunos profesionales consultados han precisado que la presencia de esta bacteria en el Reina Sofía "es algo que viene de lejos", con lo que "no tiene sentido" la solicitud de responsabilidades a los actuales gestores del hospital de referencia en Córdoba, puesto que "el problema estaba antes de su llegada", en clara referencia a la actual directora gerente del complejo sanitario, Marina Álvarez. Sin embargo, la Asociación El Defensor del Paciente ha remitido una carta a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, pidiéndole el cese de Álvarez por su gestión del brote de la bacteria klebsiella detectado en el complejo hospitalario cordobés y que, según este colectivo, ha provocado ya la muerte de 12 pacientes.

La denuncia de esta asociación ha llevado incluso a la Fiscalía Provincial de Córdoba a abrir una investigación tras recibir el escrito de la Asociación El Defensor del Paciente sobre una "posible pandemia" de la bacteria klebsiella pneumoniae que causa muertes "inminentes" en el Reina Sofía. El Ministerio Público ha abierto las correspondiente diligencias tras el escrito de la presidenta de El Defensor del Paciente, Carmen Flores, solicitando al fiscal jefe de Córdoba, José Antonio Martín-Caro, que se esclarezca lo ocurrido y la cantidad de pacientes que puedan haber fallecido y los "que se están viendo afectados por algo inasumible y evitable".

Sin embargo, las fuentes consultadas ha indicado que "respetando cualquier decisión" que se adopte en todos los ámbitos, los pacientes que se pueden ver afectados por esta bacteria se encuentran en "una situación de debilidad en sus defensas", con lo que estaría por ver si realmente su fallecimiento está relacionado con esta bacteria o con otras complicaciones que ya arrastraran anteriormente.

El día 2 de abril, la Junta de Andalucía informó de que el Hospital Reina Sofía registraba tres casos de pacientes infectados por la bacteria klebsiella, ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos y otras cuatro personas aisladas en planta. La nota señalaba que los tres pacientes infectados se encontraban en situación crítica, con enfermedades graves y deterioro del sistema inmunológico en la mayoría de los casos, lo que los hace más vulnerables a las infecciones, y recordó que los contagios "nosocomiales" por gérmenes oportunistas, entre los que se incluye la klebsiella, se dan en hospitales por el uso de antibióticos. A este factor, se añadiría la manipulación intensiva (ventilación asistida, nutrición parenteral, canalización de vías centrales) en pacientes con una situación extremadamente delicada.