Córdoba

El Hospital La Arruzafa atiende a 19.000 personas en sus 19 expediciones a África

  • En cada campaña el equipo médico realiza unas 70 operaciones y reparte más de 500 gafas

Cinco expediciones a Madagascar, nueve a Tanzania, dos a Guinea Ecuatorial y tres a Tinduf son las que ha realizado el Hospital La Arruzafa desde que iniciara su proyecto de cooperación en África. En cada una de estas campañas los profesionales de este centro oftalmológico han atendido a una media de mil personas, lo que hace un total de unos 19.000 pacientes, y han realizado una media de 70 operaciones, lo que se traduce en aproximadamente unas 1.330 en las 19 campañas.

El equipo del hospital se ha encontrado con problemas típicos de visión que en la población africana están agravados por las condiciones climatológicas y la falta de higiene, además de la ausencia de médicos especialistas. El director médico del Hospital La Arruzafa, Juan Manuel Laborda, que ha participado en 17 de estas expediciones, manifestó que "allí todo es complicado" porque se encuentran con "cataratas muy muy maduras" que incluso causan ceguera, por lo que la cirugía es mucho más difícil.

También han operado estrabismos, un problema que provoca discriminación social a los niños porque los estrábicos "están mal vistos en África". Por eso, "lo solucionamos desde un punto de vista estético para que puedan tener una buena integración". Por otra parte, se han encontrado con tumores que han crecido tanto que han causado pérdida de visión del ojo, con lo cual "hay que extirparlo para que puedan sobrevivir". Laborda indicó que "hay infinidad de patologías que se dan allí, y muchos problemas infecciosos por la falta de higiene y las circunstancias ambientales como el sol, la arena o el agua contaminada".

Por otra parte, a la necesidad de gafas "le damos mucha importancia" porque "como no tienen acceso a ellas ni a poder graduarse, te encuentras a cientos y cientos de personas que no pueden ver pero simplemente porque le faltan unas gafas". Para ello viajan con optometristas que facilitan lentes a todo el mundo. De hecho, en cada expedición reparten unas 500 o 600. "No sólo se trata de operar, unas gafas pueden solventar muchos problemas", apunta Laborda.

En cada primera expedición el equipo desplaza los materiales más pesados como el microscopio, los sillones para tumbar a los pacientes o el autoclave, que se quedan en ese lugar, y en cada viaje llevan las maletas cargadas de material desechable.

Todos los años van a cada uno de los países donde ya han realizado campañas (salvo a Tinduf donde, por el momento, han acabado con su misión porque le robaron el material, es una zona peligrosa y además la organización local es mala). Así, el pasado mes de marzo realizaron su quinta campaña en Madagascar, en junio irán a Guinea y en diciembre a Tanzania. También tienen previsto abrir un nuevo centro en la República de Benin, en el golfo de Guinea.

En cada viaje se desplazan dos o tres oftalmólogos, dos ópticos, dos enfermeras, un anestesista y un auxiliar.

Laborda explicó que "sorprende muchísimo" ir allí y "es un privilegio siempre poder hacer esto", por eso, desde la Fundación Arruzafa "estamos encantados de poder ayudar de esta manera". El director médico del centro oftalmológico manifestó que esta experiencia "es muy gratificante y todos aprendemos porque se hace medicina en unas condiciones muy precarias, también aprendemos lo que es la cooperación y aprendemos la bondad de mucha gente y las necesidades que tienen en muchos sitios", lo que "nos ayuda luego en nuestro día a día de aquí".

"Estas expediciones te comprometen tanto que ya no puedes dejar de ir, porque adquieres ese compromiso. Si vas a un sitio, operas a mucha gente, te acuerdas de sus caras, de sus necesidades, de sus ojos... así que tienes que volver a ir y seguir atendiéndolos, no puedes decir que no, no podemos abandonarlos", matizó.

Por otro lado, los lugareños reciben al equipo médico de formas muy diferentes: "cuanto más tribal o menos evolucionada sea la sociedad, la reacción ante poder solucionar su problema de visión, aunque sea con gafas, es como si fuera magia o el destino" mientras que en sitios con más cultura "lo entienden y lo agradecen". "Depende mucho de si estás atendiendo a un masái en la meseta tanzana o si estás tratando a un mangache en un pueblo con escuela", añadió.

Por su parte, el gerente del Hospital La Arruzafa, Rafael Agüera, agregó que el centro "está muy satisfecho de la labor que se realiza en estas campañas en África porque los proyectos se están consolidando". Estos viajes, que suelen durar entre ocho días y dos semanas, tienen un presupuesto muy variable dependiendo del lugar y, además, cuentan con el apoyo económico de la fundación -que tiene unos 200 socios- y de empresas privadas sanitarias que aportan materiales.

Agüera destacó que entre los objetivos de estas expediciones está el de "formar a personas de allí para que den continuidad al proyecto". Para finalizar, añadió que en septiembre iniciarán la campaña en Benin "en la misma línea que las que ya tenemos", es decir, prestar asistencia a pacientes, dotar de equipamiento esos lugares y formar a personal de allí.

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