Los últimos datos del Servicio Estatal de Empleo revelan que el mes de marzo ha sido un mes malo para las cifras de paro en Córdoba -que cuenta con 96.808 desempleados-, principalmente por la finalización de las campañas agrícolas, si bien la industria reflejó 128 parados menos, los servicios contaron con 86 nuevos y en la construcción bajó la cifra de personas desempleadas en 211. Especialmente significativo es este dato, ya que con respecto al año pasado el desempleo en el sector ha descendido más de un 25%, lo que da muestras de que una vez tocado fondo comienza a recuperarse la actividad en las obras, que ha sido uno de los motores de la economía provincial hasta su desplome a causa de la crisis y la llamada burbuja inmobiliaria. No obstante, la construcción ha generado en el mes de marzo 4.254 contratos en la provincia, en torno al 10% del total, aunque eso sí, sólo 47 de ellos tienen carácter indefinido y el resto son temporales.

Sin embargo, este leve repunte contrasta con las cifras de inversión en obra pública en Córdoba, que ha sufrido una durísima bajada en el último lustro, con cifras que asustan y que se concretan en un descenso del 75% entre los ejercicios 2009 y 2013. Es decir, que mientras la administraciones se gastaron en infraestructuras 357,5 millones de euros hace cinco años, en 2013, que es el último del que se tienen cifras, ese desembolso se quedó en 90,54 millones de euros, con el impacto que estas medidas restrictivas suelen tener sobre el empleo. Para que no haya dudas, esos datos son los que han facilitado las propias administraciones y que recoge en su informe anual el Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop).

Las repercusiones de este abandono por parte de las instituciones en obra públicas son claras. Por un lado, la pérdida de beneficios para las empresas y el desmantelamiento de este tejido productivo. Por otro, una caída muy significativa del empleo. Así, Ceacop alertó de una destrucción del 80% del empleo en este sector en los últimos años, de manera que se ha pasado de los 32.000 trabajadores que empleaban estas constructoras en Córdoba en el ejercicio 2009 a poco más de 13.000 personas contratadas a finales de 2013.

En porcentajes, es la Junta de Andalucía la que más ha dejado de gastar en obra pública en los últimos años, con una bajada del 89,1%. Los datos son demoledores y se ha pasado de los 115 millones de euros que se licitaron en 2009 a poco más de 12,53 el año pasado. Como señalan desde Ceacop, la Consejería de Fomento, liderada por la cordobesa Elena Cortés, no destinó ni un euro para nuevas infraestructuras, conservación de carreteras o proyectos de transporte colectivo. Medio Ambiente, en manos de otra cordobesa, María Jesús Serrano, tampoco dirigió fondos a proyectos de depuración de agua, la eterna asignatura pendiente de su departamento en la provincia.

El Gobierno central tampoco ha realizado excesivos esfuerzos en Córdoba en los últimos años con los gobiernos de PSOE y PP, de manera que se ha pasado de los 88,2 millones de hace cinco años a los 15,9 del ejercicio anterior. De hecho, el Ministerio de Fomento apenas tiene en marcha actuaciones en el territorio, más allá de la Variante de Porcelanosa. El Ejecutivo central rebajó sus inversiones en un 81,87%.

Los ayuntamientos son otras de las instituciones que han desechado la inversión en obra pública en el último lustro de manera importante, con un descenso del 82,4%, pasando de los 135,4 millones a algo menos de 17.

No obstante, sí ha habido entidades públicas que han mantenido su apuesta inversora o incluso la han aumentado desde 2009, como es el caso de la Diputación de Córdoba, que licitó el año pasado un 46,4% más que hace un lustro, pasando de los 16,3 millones a 23,8, convirtiéndose así en la entidad que más ha presupuestado para construcción en toda el territorio, con el dato añadido -según Ceacop- de que muchas de esas obras se han adjudicado a empresas cuya sede social está en Córdoba o Andalucía.

Finalmente, están las inversiones realizadas por las universidades, en el caso cordobés la UCO, que también ha multiplicado su esfuerzo en mejora de las infraestructuras a lo largo del último lustro. Así, frente a los 2,48 millones de euros que la institución académica ejecutó en el año 2009 se ha pasado a los 8,23 del último ejercicio, lo que supone un crecimiento del 231,85.