Fue una de las profesiones que más se benefició del boom inmobiliario. Sin embargo, el estallido de la burbuja de la construcción también se cebó con la arquitectura, al igual que con otras muchas profesiones, lo que provocó que los arquitectos comenzaran hace algunos años a replantearse su situación, emprender nuevas vías de negocio y explorar nuevas salidas en España, aunque muchos de ellos han optado por emigrar y desarrollar nuevos proyectos en países de la Unión Europea y Sudamérica.

Al respecto, el tercer estudio laboral del sector de los arquitectos españoles elaborado por el Sindicato de Arquitectos (SARQ), desvela que desde que comenzó la crisis un 12% de los encuestados trabaja fuera de España. El principal motivo que impulsó a estos profesionales a emigrar, según el mismo informe, es para el 30,9% el de encontrar unas condiciones laborales mejores que las que existen en España. En segundo lugar, para el 24,3% sería la posibilidad de desarrollarse profesionalmente el detonante para abandonar España. Preguntados sobre sus lugares de destino a la hora de buscar una nueva oportunidad laboral fuera de España, el continente europeo es el mayoritario: el 18% de los emigrados están en Alemania, el 14% en Reino Unido, el 9% en Suiza y el 6% en Francia, así como en Bélgica y Holanda; destinos más lejanos, como Chile o China, acogen al 4% respectivamente, y Estados Unidos, Arabia Saudí o Perú presentan un 2% de los que han decidido emprender una aventura empresarial en el extranjero.

El análisis, basado en una encuesta en la que han participado 972 arquitectos y profesionales del sector, recoge que el 30,7% de los profesionales afirma que está en paro. Se trata de un porcentaje al que si se le suma los arquitectos que no tienen ingresos o están por debajo del salario mínimo, la cifra se dispara a un 50,1% de paro efectivo. Entre los parados, el 46,7% lleva más de un año en esta situación. El 71% del total de los encuestados, según el mismo estudio, cobran menos de 1.000 euros al mes y un 72% asegura haber visto disminuir su salario a consecuencia de la actual coyuntura económica, lo que supera el porcentaje del año anterior (60,3%)y más de la mitad de los encuestados (52,5%) ha visto reducidos sus ingresos más de un 20%.

Otro de los datos que expone la encuesta es que de los profesionales de la arquitectura que se encuentran en el paro en España, el 34,3% lleva entre uno y tres años en esta situación, mientras que el 21,9% lleva de uno a tres meses, el 15,7% de tres a seis y el 15,7% entre seis y 12 meses. Otra de las consecuencias directas de la crisis económica, según el SARQ, ha sido la reducción del salario de muchos profesionales del sector. Prueba de ello es que 72% de los encuestados asegura haber visto disminuir su salario a consecuencia de la actual coyuntura de crisis.

Al respecto, el decano del Colegio de Arquitectos de Córdoba, Felipe Romero, reconoce a El Día la emigración de los profesiones del sector y señala también como destinos países como Panamá, Chile o Perú. A su juicio, con esta decisión los arquitectos "pueden adquirir más formación".

El decano también aplaude el reciclaje dentro de su profesión, una medida convertida ya para algunos en casi una obligación. Así, sostiene que "hay otras salidas" para los arquitectos y añade que "hay campos que no se tocaban". Como ejemplo cita la escenografía. Se trata éste de un área que si se desarrolla y "es una realidad que existe en países como Italia y Francia", apunta. Las empresas de la madera, continúa Romero, son otra posibilidad a la que acuden los arquitectos, quien tilda de "versátil" a estos profesionales.

Ante la caída del encargo de proyectos y grandes obras en la capital -una de las últimas en la capital ha sido el Centro de Creación Contemporánea, conocido como C4, cuyo diseño fue obra de Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto-, algunos arquitectos están ahora centrando sus esfuerzos en la provincia. Serrano reconoce que él es un de ellos, si bien, asegura que en los municipios de la provincia la cuota de arquitectos está completa. El decano, además, intenta restar importancia al hecho de que la arquitectura haya vivido en los últimos años grandes momentos y que sus profesionales hayan obtenido pingües beneficios. "La gente ha vivido bien, pero hay de todo", subraya, y destaca fue en todo caso en la época de los 60 del pasado siglo cuando realmente este sector vivió uno de sus grandes momentos en España.

Curro Crespo acabó la carrera de Arquitectura justo cuando comenzó la crisis, esto es en 2008, y "sin haber tenido una cartera fija de clientes", apunta. El joven reconoce que ahora lleva a cabo "trabajos muy puntuales, como licencias de apertura y de actividades". Para él, una buena salida a la actual situación es la de apostar "por la formación". En su caso, Crespo realiza un máster en la Universidad de Sevilla con la idea de "en un futuro hacer el doctorado". Para este joven arquitecto cordobés, el "problema" del sector viene por "la falta de competitividad, consecuencia de la falta de especialización". Insiste en que la de arquitecto es una profesión en la que hasta la fecha "muchos estaban haciendo lo mismo" y, por ello, aboga por "buscar alternativas para ser diferentes y la búsqueda también de especialización". Crespo también considera necesario "hacer una autocrítica de lo que ha pasado en estos años porque la arquitectura "se ha vendido a un proceso de dinero asociado al mundo de la construcción". Bajo esta misma consideración, el joven reivindica "un espacio propio para la arquitectura, como la de la medicina, y demostrar su dimensión social".

Carmen Cerezo es una de las arquitectas cordobesas que ha ampliado el ámbito de trabajo de su profesión y ha puesto en marcha la entidad La Casa de Tomasa. Se trata de una empresa que oferta talleres y cursos sobre arquitectura para colegios y escuelas infantiles, con la intención de acercar el sector a los más pequeños de la casa y, además, ofrecer "un rato de ocio en familia". Además, un sábado al mes oferta talleres en familia para explicar el sector y "difundir y enseñar arquitectura". Cerezo, licenciada como arquitecta en 1999, reconoce también que la situación del sector "está muy mal y hay mucha competencia" entre los compañeros, una lucha a la que se suma también la llegada de "nuevos arquitectos que van haciendo su hueco". Por ello, en 2011 ella decidió "reinventarse" y unió arquitectura y educación. Su objetivo es también el de "crear una conciencia crítica acerca de la arquitectura", un hecho que, según considera, ha de iniciarse en la infancia. Cerezo, que ha trabajado en el Colegio de Arquitectos de la capital y en la Gerencia de Urbanismo, recuerda que en los años de bonanza "había muchos contratos y obras", mientras que ahora "o te reciclas o te vas fuera". En su caso, se ha reciclado, aunque mantiene su estudio abierto y siguen realizando tasaciones e informes.

Otro arquitecto cordobés que ha ampliado su ámbito de trabajo es Antonio Lara, que se ha decantado por el terreno de las actividades culturales y la investigación. Sustenta su proyecto en la idea de que "no todo es construir" y también en que sacar adelante su iniciativa "cuesta un poco más de trabajo". A sus 29 años, reconoce que concluyó sus estudios de arquitectura en la Universidad de Sevilla "creyendo que íbamos a ser ricos y que iba a ser fácil". Ante esta situación, ahora asegura que en la arquitectura "no todo es construir" y, por eso, insiste en la idea de "ir probando cosas nuevas, como temas de investigación y editoriales sobre arquitectura". Lara tiene un estudio propio junto a un aparejador y combina su proyecto cultural con "un par de obras" que ahora tiene en marcha. También él, que ahora mismo lleva a cabo su tesis doctoral Tres bibliotecas de Rem Koolhaas como paradigma de lo intermedio. Hardware, software y espacio-paisaje"en la Universidad Politécnica de Madrid, defiende la idea del reciclaje en la profesión.