Acampada Dignidad cumplió ayer un mes de la ocupación del colegio abandonado Rey Heredia, al que ya denominan "centro social", y la intención de sus miembros es "quedarnos". Así lo confirmó ayer el portavoz del colectivo, Rafael Juan, quien destacó todo el trabajo realizado para conseguir adecentar el edificio y realizar actividades enfocadas a los vecinos del barrio. Así, en este primer mes se han realizado numerosas charlas destinadas, por ejemplo, a parados; se ofrecen clases de apoyo a niños de Primaria y a adultos; o se han organizado protestas para mostrar el malestar ante la actual situación económica.

La plataforma desarrolla todas estas actividades, a pesar de que el Ayuntamiento cortara el agua del antiguo colegio el pasado 10 de octubre. Desde entonces son los miembros los que, a través de cadenas humanas, llevan agua desde una fuente hasta el edificio. No obstante, el Ayuntamiento ya ha dado orden de cortar también la luz. "Aquí llevamos un gasto de dinero considerable y nuestra intención es quedarnos. Además, el desalojo sería algo difícil de explicar para la sociedad cordobesa", insistió Juan.

Si llegase el momento de abandonar el edificio, la plataforma tiene muy claro que no se quedará de brazos cruzados y seguiría desarrollando su función social en otros puntos de la ciudad. "No nos iremos, como mucho nos echarán. Pero, nos iremos a otro barrio y haremos una experiencia parecida con tiendas de campaña si fuese necesario", insistió el portavoz.

En el programa de actividades de esta semana está previsto llevar a cabo el próximo viernes una manifestación contra el paro y los recortes, que partirá a partir de las 19:00 de la glorieta de la Cruz Roja. Asimismo, Acampada Dignidad se fija como objetivo la creación de un huerto social "con la idea de montar una cooperativa" o la creación de un punto de información de la vivienda para ayudar a la labor que desarrolla la plataforma Stop Desahucios. "Hay muchos pisos vacíos y mucha gente sin casa", denunció Juan.