La ocupación del antiguo colegio Rey Heredia por parte del colectivo Acampada Dignidad ya ha traspasado el debate sobre el uso de este edificio municipal para llegar también al futuro del Bellas Artes. La construcción del museo estaba prevista en el entorno de la Calahorra previa demolición de algunas casas, junto con el colegio, para dar lugar a lo que sería una gran plaza y un nuevo espacio museístico. Una vez rechazado el derribo del centro educativo, el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, también dio por hecho ayer que no se van a realizar expropiaciones en esa zona y anunció que va a proponer tanto al Gobierno central como a la Junta de Andalucía nuevos espacios para la construcción del Bellas Artes. Nieto explicó que se van a poner a disposición "todos los suelos de la ciudad" para encontrar una ubicación "que le encaje" a todas las administraciones sin necesidad de "perjudicar a nadie, sin generar sobrecoste al Ayuntamiento, sin que suponga polémicas y sin que haya que derribar nada". El objetivo es lograr un punto de encuentro entre las tres administraciones, ya que la Junta tiene derecho de veto, y poder así designar un espacio definitivo para este equipamiento cultural. El alcalde aseguró que "hay muchos" espacios disponibles y algunos de los suelos, incluso, se ubican cerca del lugar que hasta el momento está proyectado.

Nieto argumentó que el primer paso es iniciar la innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para paralizar el derribo del colegio y las expropiaciones previstas en el plan. El proyecto, aprobado a principios de los 90, consiste en el derribo de prácticamente toda la manzana entre la Torre de la Calahorra y la plaza de Santa Teresa, en el Campo de la Verdad, para crear una gran plaza o jardín, el Museo de Bellas Artes, un edificios de viviendas y zonas verdes. El regidor aseguró ayer que la decisión que estaba proyectada para la zona "ha devenido inadecuada" y aclaró que el PP votó a favor en su momento a la innovación del PGOU, "que tiene infinidad de propuestas, pero no estamos de acuerdo con ésta".

Para el regidor uno de los argumentos más fuertes para mostrarse en contra del derribo y las expropiaciones es el coste que supondría para las arcas municipales. Aunque no ofreció el dato concreto, explicó que la Gerencia de Urbanismo ha tenido que hacer frente recientemente a unas expropiaciones en la plaza del Jazmín, cuyos suelos "tienen menos valor y son menos metros" que los que se pretenden derribar en el Campo de la Verdad, y ha tenido un coste de 1,3 millones de euros. Con la innovación del PGOU se podría buscar otro emplazamiento al Bellas Artes que no supusiera ningún trastorno a los vecinos y se mantendría así el colegio Rey Heredia, que es lo que reclama Acampada Dignidad, que no se derribe y se instale allí un comedor social.

El alcalde se refirió también a otros proyectos culturales como el Archivo o la Biblioteca Pública del Estado. En este sentido, apuntó que "hay que establecer una prioridad" porque en tiempos de crisis, argumentó, no se puede hacer todo a la vez. Así dijo que en el caso de Bellas Artes "ya hay un proyecto redactado" que podría ser "ejecutable" en cualquier otro espacio que se designe y lamentó que si en los últimos años ha habido alguna inversión en los Presupuestos Generales de Estado (PGE) para el museo ha sido una "falacia" porque para invertir "tenía que estar expropiado y derribadas las viviendas del entorno".

Por el momento, el gobierno municipal mantiene su idea de cambiar el PGOU para que no se haga efectivo el plan que incluye los derribos y el alcalde insistió en la necesidad de buscar un punto de encuentro entre las administraciones para encontrar otro lugar en el que se pueda levantar el Museo de Bellas Artes.