El despertador sonó ayer muy temprano para muchos a pesar de ser domingo. La cita era a las 09:00, pero había que llegar con tiempo e ir prevenidos para evitar cualquier contratiempo, llámese atasco u olvido de última hora. El lugar era Rabanales y el motivo, las oposiciones a Secundaria, un asunto que ha traído por la calle de la amargura a muchos de los casi 3.000 aspirantes que ayer se dieron cita en el campus universitario. El corazón latía a mil por hora durante los minutos previos al temido examen. Los aspirantes fueron pasando a las aulas y ocupando su asiento. Un último vistazo y ya está. Los profesores encargados de vigilar a los opositores dieron las instrucciones sobre el desarrollo de la prueba: los criterios de evaluación, la exactitud de las fechas que se escriban, la importancia de la bibliografía o las referencias documentales.

Después llegó el esperado momento del sorteo de los temas. Cinco bolas con cinco número que decidían las preguntas. Pura suerte -o desgracia-, puro azar que decide el todo o la nada. Porque aquí las historias son desiguales. Francisco, por ejemplo, sólo se había estudiado seis temas de Geografía y Historia -la especialidad por la que se presentaba- y "cayeron dos que me sabía". Al final se decidió por los reinos peninsulares en los siglos XIV y XV. Todo lo contrario le ocurrió a una mujer que había estudiado 42 temas y la mano inocente no sacó ninguno de los que ella conocía. Para echarse a llorar. En el tribunal 19 de Geografía e Historia cayeron además los temas de Japón y el área del Pacífico, los Estados Balcánicos en el siglo XX, Velázquez y Goya en su contexto artístico y los orígenes y desarrollo del feudalismo: la economía señorial. Éste último fue el que eligió Antonio, un joven que se presentó ayer por primera vez a esta prueba no con demasiada suerte. "Me había estudiado todos los temas relativos a la historia contemporánea menos el de los Balcanes, que es el que ha caído", dijo. Al final se decidió por el feudalismo "porque fue el que me estudié al principio y recordaba algunas cosas". Rocío hizo el examen en el tribunal 18 también de Geografía e Historia. La suerte quiso del bombo saliera una bola con el número de uno de los temas que se sabía. Concretamente el 72, el último de la programación, los movimientos alternativos: el feminismo, el pacifismo y el ecologismo.

En torno a las 11:00, la hora máxima para entregar el examen, los pasillos del aulario de Rabanales eran un hervidero de personas. Algunas lloraban, otras reían. Primera llamada al padre, la madre, el hermano, el amigo, el novio o la novia. Parecía que recuperaran el ritmo habitual de vida que en el último año se ha visto alterado por horas de estudio para afrontar este examen. Ya más despejados volvían a la realidad. "¿Donde vamos a ver a España esta noche?". "¿Estuvo bien la Noche Blanca del Flamenco?". Ahora, a esperar.