Córdoba

Las consultas de salud mental abren la lista de espera por la subida de pacientes

  • En 2012 se atendieron más de 140.000 consultas en los dispositivos especializados en la provincia, un 4,5% más que el año anterior Del total de usuarios, más de 2.080 son niños

La crisis afecta no sólo a los bolsillos, también al estado anímico y mental de muchas personas. Esa es una de las causas principales que están detrás del notable incremento del número de consultas de Salud Mental que se ha registrado en este último año. Si en 2011 en las diez unidades existentes en la provincia se atendieron más de 135.700 consultas, la cifra en 2012 superó las 140.000. Este aumento, que se traduce en una subida del 5%, ha provocado, según afirmó a el Día la jefa de Salud Mental del hospital Reina Sofía, Carmen Prada, que se haya tenido que abrir lista de espera para atender a los pacientes que solicitan ayuda a causa de un trastorno mental.

"Las consultas están más desbordadas y ya está funcionando la lista de espera. Son muchos más los pacientes que se están filtrando a través de atención primaria para tratarlos de una forma más especializada", aseguró la experta. Y es que, según reflejan las últimas estadísticas, tan sólo durante el pasado año se atendió a un total de 27.931 cordobeses en las unidades de Salud Mental. Una cifra, que según señaló Prada, ha ido en aumento en los últimos años debido a la situación económica de crisis, que "provoca alteraciones mentales a un importante porcentaje de la población".

Si hace unos años hablar de trastornos mentales estaba relacionado principalmente con personas mayores, por el duelo que provoca enfrentarse a la madurez, en la actualidad, debido a la situación económica, aparecen a cualquier edad, sobre todo los trastornos depresivos y la ansiedad. "Hoy día los trastornos mentales son muchísimo más comunes. Según los expertos, el 25% de la población mundial desarrollará alguna alteración mental a lo largo de su vida, aunque no todas ellas serán graves, sino que imperan los cuadros depresivos, ansiedad o fobias", explicó Prada. La situación de precariedad, continuó la doctora, genera en la persona una situación grave de estrés y una emoción de sufrimiento y, por lo tanto, un mayor porcentaje de posibilidades de sufrir un trastorno mental. "Aquellos que nunca han padecido este tipo de enfermedades, cuando tienen que enfrentarse a la realidad actual, tienden a padecer algún trastorno mental. Asimismo, las personas que padecen alguna enfermedad mental grave tienden a empeorar cuando perciben que su entorno familiar se está desestabilizando a causa de un problema económico, por ejemplo, por la pérdida de empleo de alguno de sus allegados", comentó la doctora.

Prevenir cualquier tipo de trastorno mental, según Prada, es una tarea "bastante complicada", aunque se puede trabajar para "tener una mentalidad de salud pública". En este sentido, insistió en que es muy importante promover la salud mental en positivo y aprender a conseguir capacidades para enfrentarse a las situaciones que vayan surgiendo a lo largo de la vida. "Es fundamental contar con afecto, apoyo y, sobre todo, no estar obsesionado en todo momento por alcanzar el éxito", puntualizó. Por ello, Prada señaló que la familia juega un papel fundamental para evitar los trastornos mentales: "La familia es el pilar de cualquier persona, ya que es la que pone los primeros ladrillos del andamiaje de la persona. Así, todo aquel que cuenta con una base de respaldo y afectividad tiene más recursos para afrontar cualquier tipo de adversidad".

Otro de los colectivos que preocupan más a los expertos son los niños. Según los últimos datos aportados por la Delegación de Salud, en 2012 del total de pacientes atendidos 2.086 eran menores (70% niños y el 30% restante niñas). "Los motivos para que un niño padezca un trastorno mental son muy variados, pero casi todos son relacionados con asuntos familiares, escolares o sociales", señaló. "Los menores son en todo momento partícipes de todo aquello que se produzca en sus familiares y, por lo tanto, si ven que lo están pasando mal, ellos también lo sufren".

La crisis, además de afectar al número de personas que padecen enfermedades mentales, también está haciendo mella en los recursos que se destinan para su atención. En este sentido Prada, insistió en que la asistencia sanitaria se "mantiene", pero gracias al esfuerzo de los sanitarios que hacen duplicidades para dar repuesta a la demanda. No obstante, lamentó la falta de infraestructuras sociales adecuadas para dar la atención que necesitan estos enfermos. "Los pacientes mentales graves son los más débiles ante la situación económica actual y las administraciones deben ser conscientes de esto", concluyó.

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