Córdoba es la única provincia de Andalucía que ha registrado un aumento de criminalidad durante el primer semestre de 2013. Así lo desvelan los indicadores de seguridad de la comunidad autónoma publicados por el Ministerio del Interior, que reflejan que se han contabilizado en los primeros seis meses del año un total de 15.354 denuncias sobre delitos y faltas, lo que supone un incremento del 2,1% en toda la provincia respecto al mismo periodo de 2012.

A pesar de esta cifra, los delitos de tráfico de droga han disminuido un 20%; al igual que los delitos contra la seguridad vial, que han registrado una bajada del 9,9% durante el primer semestre del año, decayendo de 760 a 685. Además, los delitos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas también han registrado un leve descenso del 0,1%, ya que se contabilizaron un total de 850 casos. Dentro de estos, los malos tratos físicos y psíquicos han sido los que han experimentado un mayor declive, con una reducción del 19,7%; seguidos de los delitos de lesiones, que han disminuido un 11,8% . Con respecto a los delitos contra el patrimonio, se han contabilizado 4.665 en Córdoba. En esta línea, los hurtos han registrado una bajada del 3,5%, pasando de 714 a 689 durante el primer semestre.

El número total de faltas, por otro lado, se coloca en 8.552, un 2,6% más con respecto al mismo periodo del año anterior. No obstante, las faltas de lesiones se han reducido un 4,9%.

Todos estos datos sitúan la tasa de criminalidad en la provincia cordobesa en 37,1 infracciones por cada 1.000 habitantes. A pesar de ello, el subdelegado de Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, declaró que la ciudad "continúa siendo segura ", ya que su tasa de delincuencia es aún diez puntos más baja que la media nacional, cuya cifra alcanza los 47,4 puntos. Primo Jurado resaltó además la labor de los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil al mantener "la eficacia de sus actuaciones", ya que según el balance, la tasa de esclarecimiento de casos en Córdoba se sitúa en un 47,3%, frente al 44,4% que presentó en el primer semestre de 2012, lo que supone un aumento del 2,9% durante el mismo periodo.

Con respecto a la comunidad autónoma andaluza, según los mismos indicadores de seguridad, el número de infracciones se ha reducido de forma global en un 3,8%, lo que supone un total de 189.461 delitos y faltas. En términos generales, el resultado que arroja el balance, "salvo en determinadas tipologías, es favorable". Así lo anunció la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, quien achacó esta mejora a la "magnífica labor preventiva e investigadora" que realizan los efectivos policiales para atender las necesidades de los andaluces.

Entre los indicadores que presentan valores a la baja en toda Andalucía destacan, según el informe, la notable disminución de la sustracción de vehículos a motor, concretamente un 15,6% menos; y el tráfico de drogas, que cae un 18,2%. También han experimentado esta tendencia los homicidios y asesinatos consumados, que bajan un 5,4%, y la delincuencia violenta, que ha disminuido un 3% debido especialmente al descenso de las agresiones sexuales violentas en un 5,9%.

La delegada del Gobierno en Andalucía destacó también el aumento del porcentaje de los delitos esclarecidos en toda la comunidad autónoma, que se sitúa en el primer semestre en un 48,8%, lo que supone el mejor dato conocido durante la última década y desde que se realiza este cómputo estadístico. Crespo agradeció en este sentido el esfuerzo realizado por los agentes de seguridad, en su tarea de "perseguir la delincuencia en nuestra comunidad autónoma", y destacó que este "alto nivel de resolución de casos" pone de manifiesto "la encomiable labor investigadora" de los efectivos de ambos cuerpos.

Por otra parte, han crecido ligeramente los robos con fuerza un 0,4%. Dentro de estos, los que han aumentado de forma más significativa han sido los robos con fuerza en domicilios, que han registrado una subida del 6,1%, un dato que según Crespo está condicionado por la puesta en marcha de nuevos criterios de cómputo estadístico, ya que anteriormente sólo se evaluaban dentro de este indicador los robos con fuerza en espacios habitables de determinadas viviendas, sobre todo en pisos y casas, mientras que en la actualidad se tienen en cuenta otro tipo de domicilios como las casas de campo.