Córdoba

Un amanecer marcado por el dolor

  • Los vecinos de la barriada de Alcolea aseguran que eran una "pareja normal" y que nunca habían protagonizado ningún tipo de incidente

El llanto y el dolor rompió ayer la calma de la barriada de Alcolea. Aún estaba amaneciendo cuando los vecinos escucharon los primeros gritos, que les pusieron en alerta de que algo grave estaba ocurriendo. Tras salir a la calle, las manchas de sangre sobre el asfalto y en las fachadas de varias viviendas confirmaban los peores presagios.

Los vecinos de la calle Batalla de Alcolea, donde residían la mujer fallecida y su esposo, no daban crédito a lo que había ocurrido. Todos coincidían en que la víctima y su marido, que supuestamente acabó ayer con su vida, eran una "pareja normal y tranquila", que "nunca habían protagonizado ningún tipo de incidente". "Iban juntos a todos lados, no entiendo cómo ha podido ocurrir un suceso tan trágico", aseguraba una señora sin poder ocultar las lágrimas en sus ojos. "No sabemos cómo ha podido hacer esto, pero lo que está claro es que no ha sido algo espontáneo sino que ha ido madurándolo durante días o incluso durante los últimos meses", decía otra.

Otros corrillos comenzaban a relatar cómo habían sucedido los acontecimientos. Los más madrugadores y que habían presenciado el suceso aseguraban que, alertados por los gritos, se acercaron hasta la puerta de la vivienda en la que había ocurrido el supuesto asesinato y que se encontraron al supuesto autor de los hechos corriendo tras su hermano Tomás con una barra de hierro. "Vimos cómo se estaban peleando en plena calle, por lo que intentamos separarlos. Conseguimos que Tomás se refugiara en casa de su suegro hasta que, finalmente, llegó la Policía", relataban los testigos mientras señalaban con el dedo las manchas de sangre que los dos hermanos habían dejado por toda la calle y en las fachadas de varias viviendas. "Hay sangre por todos sitios. Es increíble que haya ocurrido esto", decían aún conmocionados.

Los familiares de la víctima poco a poco iban llegando a la casa donde minutos antes, sin saber por qué ni cómo, María Rey había muerto. En sus caras reflejaban la angustia y el dolor ante un suceso inesperado y que marcará a partir de ahora sus vidas. "Por qué la ha matado, por qué ha hecho eso", gritaba una hermana de la víctima minutos después de que el furgón de la funeraria se llevase el cuerpo sin vida de María Rey.

Las vecinas más próximas a la vivienda del matrimonio comentaban que eran una familia muy numerosa y muy conocida por todos. "Hace menos de un mes se casó una de sus hijas. Fue un día de alegría para todos. Es increíble que hoy estemos viviendo esto", señalaron. Las amigas de María, sin embargo, insistieron en los "celos" que soportaba ella por parte de su marido. "Dentro de poco se iban a ir juntos a un crucero. Ella no iba sola a ningún lado y además éramos conscientes de que él era una persona muy celosa", decían.

La familia del supuesto agresor también se encontraba en estado de shock. Dos de sus hermanas miraban incrédulas unas fotografías llenas de sangre tiradas en plena calle. "No sabemos qué ha podido ocurrir. Él llevaba tiempo en paro, pero por no tener trabajo una persona no hace algo así", decían desconsoladas.

El entierro de María Rey está previsto que tenga lugar hoy a las 17:30 en la iglesia de Alcolea. A lo largo de la mañana se le practicará la autopsia.

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