Córdoba

Una guerrilla toma la Diócesis de Juan José Aguirre en Bangassou

  • El obispo cordobés se encuentra a salvo en Bangui En la zona hay unos 30 cooperantes

Una guerrilla ha tomado la Diócesis de Bangassou (Congo), la que preside el obispo cordobés Juan José Aguirre, que se encuentra a salvo a pesar de los incidentes en la localidad de Banqui, hasta la que llegó hace casi una semana para asistir a un encuentro interdiocesano. Su viaje le ha librado de la actuación de esta guerrilla, aunque él quiere volver a su diócesis cuanto antes, según explicó ayer el presidente de la Fundación para la promoción y el desarrollo de Bangassou, Miguel Aguirre, quien señaló que el prelado ha remitido una correo electrónico para dar tranquilidad y en la que cuenta y explica cómo se han desarrollo los hechos hasta la fecha.

En el correo, al que ayer tuvo acceso El Día, el obispo explica que un destacamento escindido de los rebeldes llegó a Bangassou "y la tomaron después de cinco horas de lucha con los militares presentes en Bangassou" y añade que, desde entonces, "se han cortado las comunicaciones". "Sabemos que nos han cogido cinco coches de la misión y se han ido por la ruta del Este a perseguir a los soldados que huían", añade. El obispo relata que esta guerrilla yihadista entró también en la misión de Rafai, a 150 kilómetros de Bangassou esta mañana -por ayer-, "han robado el coche de la misión y se han vuelto a poner en camino hasta la siguiente que se llama Zemio, una zona muy peligrosa donde la Armada de Resistencia del Señor (LRA) está martirizando a la población desde hace seis años". A pesar de no encontrarse en la misión, Aguirre asegura que ha conseguido ponerse en contacto con una religiosa peruana que está en Zemio y "me ha dicho que será prudente pero que no tiene miedo, que si quieren robar que se lleven lo que quieran pero que ellas la misión no la abandonan". En el mismo correo, el prelado destaca que los tres padres centroafricanos "están allí aguantando el chaparrón".

En este tiempo y a pesar de las condiciones en las que se encuentra, Aguirre asegura que también han podido hablar con la diócesis durante tres minutos "y nos han dicho que varias casas de la misión (padres espiritanos, casa de la franciscanas, seminario menor, garaje y carpintería, etcétera) han sido saqueados y han robado todo pero que no ha habido pérdidas personales". Por ello, subraya que "los días que vienen serán esenciales para saber si los rebeldes se empecinan en hacer daño sobre bienes personales, sedes de ongs, edificios gubernativos u otros o se calman en sus ansias de saqueo indiscriminado".

También recuerda que desde diciembre "estamos bloqueados en Bangassou por estos rebeldes que cortaron la carretera, no tenemos carburante, ni medicinas, ni alimentos en las tiendas" y añade que "todo cuesta una fortuna y atravesamos la estación seca con mucho calor y un poco de angustia".

En la diócesis, hay alrededor de una treintena de cooperantes, cuatro de ellos españoles, que hasta la fecha se encuentran a salvo. Aguirre recordó que el obispo -que es su hermano- prefirió quedarse en la zona y no acudir el pasado 2 de marzo a la comida que cada año se celebra en Córdoba para sacar fondos para la entidad y llevar a cabo proyectos como el de este año centrado en la mejora de las condiciones de vida en los campos de refugiados de Bangassou.

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