La rápida crecida del Genil hacía presagiar que a lo largo de la madrugada del miércoles el agua entraría en los pagos de huerta de Palma del Río y, posiblemente, en las traseras de la calle Río Seco, en el casco urbano. Y así ocurrió. El alcalde, José Antonio Ruiz Almenara, y los técnicos de Protección Civil se pusieron en contacto con los vecinos para avisarles de la posibilidad de inundaciones y para ofrecerles realojo.

Finalmente, una familia en Pedro Díaz y tres en La Graja optaron por abandonar las casas y alojarse con familiares y, como era previsible, el agua entró en ambos pagos, además de en el callejón de Junco y en algunas zonas del Río Seco, lo que se tradujo en 26 casas anegadas por la crecida del Genil. Los vecinos de Pedro Díaz -un pago en el que vive de manera permanente una familia- acudieron desde primera hora de la mañana de ayer a comprobar los desperfectos que pudiera haber ocasionado las inundaciones, pero pocos pudieron hacerlo porque en algunas casas el agua superó el metro y medio de altura.

En La Graja, una zona de huerta con 46 viviendas y en donde viven diez familias, tres casas se vieron afectadas por la entrada del agua, al igual que en el callejón de Junco. Ruiz Almenara explicó que habrá que esperar a que el agua baje y comiencen las labores de limpieza para valorar los daños materiales que ha producido la riada, a los que hay que sumar la pérdida de cosechas de naranjas, de jornales y los desperfectos que han sufrido los sistemas de riego; "es una pérdida muy importante para los agricultores", añadió.

Además, tres familias de El Calonge permanecieron aisladas hasta las 06:00 porque el arroyo de La Madre saltó al camino que da acceso sus viviendas aunque, según indicó Almenara, no sufrieron daños personales.

En Villafranca, donde el martes se desalojaron a 40 personas de unas 15 viviendas de los Huertos Familiares, las autoridades y vecinos seguían ayer en alerta a la espera de que cómo evolucionaba el cauce del río Guadalquivir, que es el que más problemas genera.

En Priego de Córdoba, las lluvias provocaron incidencias por el derrumbe de la parte trasera de una casa en el paraje natural de La Cubé, al desprenderse una roca de grandes dimensiones de la ladera de una montaña caliza. El suceso ocurrió cuando se encontraban en el interior de la vivienda dos personas mayores, que resultaron ilesos tras la rápida actuación de la Policía Local. Según el Ayuntamiento prieguense, hay riesgo de desplome. Además hubo daños en fincas por el desbordamiento del río Salado y el arroyo Genilla, así como del río Zagrilla a su paso por el Llano de las Monjas, que inundó las parcelas de alrededor. También se desbordó el río Salado a su paso por el núcleo urbano, tanto por el puente de La Cubé como por el camino de Botana, lo que provocó que algunas personas se quedaran aisladas.

En Fuente Obejuna, un muro de diez metros de altura se derrumbó espectacularmente en la mañana de ayer en la Plaza San Sebastián. Los vecinos del barrio, y sobre todo los del Centro de Día de la localidad se alarmaron ante el derrumbe, puesto que este muro, que rodea prácticamente casi la totalidad de la Plaza de San Sebastián, se encuentra a escasamente dos metros del centro. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron técnicos municipales y Policía Local para inspeccionar lo ocurrido. La alcaldesa mellariense, Isabel Cabezas (PP), señaló que "ha sido un susto grande y ya hemos procedido al vallado de la zona". Se trata de una pared de tierra que ha cedido por las fuertes lluvias.

Además, cinco carreteras permanecían ayer cortadas al tráfico en la provincia cordobesa como consecuencia de las lluvias. El diputado provincial de Carreteras, José Antonio Fernández, informó de que "la mayoría de los problemas detectados tienen que ver con arrastres por no estar los arroyos limpios y por la cantidad de agua caída". Apuntó que "se ha actuado en dos frentes; la retirada de piedras, árboles y barro, y en la señalización de las zonas afectadas para evitar problemas de seguridad".

En cuanto a las actuaciones de la Empresa Provincial de Aguas de la Diputación (Emproacsa), sus técnicos se desplazaron a varios ante la existencia de roturas en las arterias de abastecimiento de agua potable de varios municipios, como El Carpio, Valenzuela, Cardeña y Añora, que vieron ayer restablecido el servicio con total normalidad. Asimismo, Aguas de Córdoba ha reparado la línea de media tensión que suministra energía eléctrica a la ETAP de Iznájar.

Además, Asaja Córdoba advirtió de que "la falta de limpieza" de cauces por parte de la Administración pública, "la escrupulosidad" con la que se dan las autorizaciones para ello y "la falta de concesión" a las graveras como antaño, provocan que lluvias normales como las de estos días "hagan mirar los niveles del agua de los ríos temiendo su desbordamiento en cualquier momento" y ante ello conlleve "un peligro inminente".