El Expediente de Regulación de Empleo (AENA) previsto por AENA, dependiente del Ministerio de Fomento, para su red de aeropuertos deficitarios dejará la plantilla de las instalaciones de Córdoba con 11 trabajadores, apenas un tercio del número actual de trabajadores, en las peores condiciones, según el reparto territorial de bajas, adelantado ayer por el diario La Vanguardia. El de la capital será el único aeropuerto andaluz -junto al helipuerto de Algeciras (Cádiz)- que va a estar afectado por la reducción de empleo desde los 28 trabajadores actuales -que se ocupan de las tareas de gestión, seguridad y mantenimiento- en toda la comunidad, que quedará en manos de un equipo muy pequeño para todas las tareas precisas.

El comité de empresa explicó que los despidos o bajas serán de un mínimo de 16 personas y un máximo de 19 sobre un total de 28 empleados. No se supo aclarar desde la parte laboral cuál es el motivo de este intervalo de bajas, traslados o despidos ya que las reuniones con la dirección para el nuevo organigrama se inician hoy y el contenido concreto del acuerdo empresa-sindicatos -que afecta a 1.600 trabajadores en toda España- será comunicado la próxima semana al comité de empresa del equipamiento. Fuentes de AENA declinaron realizar valoraciones u ofrecer datos.

Sobre el actual modelo, se prevé que el aeropuerto funcione con cuatro bomberos, tres técnicos de operaciones (los trabajadores que realizan la parte de gestión de planes de vuelo), tres personas para mantenimiento, un administrativo y el director. Todo ello, con las variaciones pendientes del desarrollo definitivo del Expediente de Regulación de Empleo del gestor aeroportunario nacional, una entidad de la que dependen unos 15.000 trabajadores.

El hecho que el de Córdoba sea un aeropuerto deficitario no significa que tenga un nivel récord de pérdidas. Según los datos de AENA, el aeródromo local tiene unas pérdidas operativas de algo más de 3,8 millones al año frente a los 20 millones de Málaga, los nueve millones del de Jerez de la Frontera, los 7,97 millones del de Almería y los seis millones del Federico García Lorca de Granada. Sevilla-San Pablo da beneficios operativos, unos seis millones al año, y es de los poquísimos aeropuertos de AENA que aportan recursos a su red. La incidencia del ERE tiene que ver con el hecho de que tenga números rojos, en primer lugar, y con que sus niveles de tráfico aéreo sean de los más reducidos de España.

El caso de Córdoba es particular en la red de aeropuertos. AENA se ha dejado un dineral en la ampliación de la pista en el desarrollo de un plan director valorado en cien millones de euros que la crisis económica ha parado abruptamente. Al menos, AENA ha invertido en el aeropuerto una cantidad que ronda los 25 millones de euros en la ampliación de la pista más una cantidad no especificada en expropiaciones. Sólo la parte municipal asciende a unos 17 millones de euros como consecuencia de un convenio firmado por Fomento y el Consistorio en la etapa de Magdalena Álvarez y Rosa Aguilar. Dicho acuerdo fue posteriormente anulado por razones formales tras un recurso que prosperó en los tribunales. La ampliación se realizó sobre previsiones de un incremento muy relevante de los vuelos, particularmente low cost, algo que nunca se ha producido por la irrupción de la crisis.